sábado, 6 de julio de 2019

LA ESPECULACIÓN O EL ÉXITO DE LAS NACIONES



Speculum, espejo, de ahí viene especular, el acto de creer que lo que vemos en el espejo -una imagen- somos nosotros mismos. 

 

Aunque emergentes hace quinientos años -cuando Europa empezaba a colonizar los nuevos mundos- la nación y su aparato estatal, en su forma actual, son formaciones coetáneas que datan del siglo XVIII. Fueron el producto revolucionario de una nueva clase de humanidad, la burguesía, para atender a la necesidad de poner orden y límites a la caótica e improductiva geografía de los nuevos mundos descubiertos. Había que alambrar las tierras comunales para lograr respeto por la propiedad, parcela a parcela y territorio a territorio, hasta completar la geografía toda.

jueves, 4 de julio de 2019

¿MUGA O MUDÁ?



Por encima del exiguo caserío de Mudá se alza una peña singular, de unos cuarenta metros de altura, que a lo largo del tiempo ha recibido diferentes nombres, que yo sepa: Peña de la Virgen, Laltara y Peña de los Huevos (éste último según consta en el Diccionario geográfico de Sebastián Miñano de 1828 y en el confeccionado en 1850 por Pascual Madoz). Un pago próximo a la base conserva el nombre de Trascastillo, que refiere la existencia de una antigua fortaleza en la cima de la peña y que, a buen seguro, por la irregularidad y estrechez del sitio, debió ser una torre simple, que me recuerda a otras cercanas, como la que debieron existir en Perapertú o en Monasterio, en Cervera de Pisuerga, o las que todavía se conservan en Gama y en las vecinas tierras burgalesas de Urbel del Castillo. 

martes, 11 de junio de 2019

TEORÍA DE LA PROPIEDAD Y GÉNERO DE LA VIOLENCIA

Teoría de la propiedad y género de la violencia. 
Adenda: persiguiendo a Darwin.


La apropiación de la Tierra fue un largo proceso, que se hizo violento cuando dejamos de compartir en común los bienes naturales. Y a partir de entonces sólo pudo imponerse sobre la faz del planeta mediante el uso de la fuerza bruta. Necesitó de leyes impuestas y éstas, a su vez, de la violencia que las hiciera efectivas. En definitiva, para imponerse como Sistema ha tenido que hacerse suficientemente coercitivo, llegando a naturalizar el empleo de la fuerza, hasta “legitimar” la apropiación o robo de la Tierra, la titularidad del botín, lo robado al Común.

Lo que hoy nombramos como capitalismo y estado (escrito con mayúsculas), por debajo de su moderna formulación, fruto de una convulsa evolución histórica, tiene su origen y su última justificación en ese mecanismo/sistema de legitimación del robo de la Tierra por parcelas y mediante imposición legal, respaldada en todo caso por el empleo último de la fuerza bruta. La violencia, legal y/o física, necesaria para lograr el dominio sobre la naturaleza y sobre el resto de seres humanos no pertenecientes a las élites propietarias, es necesariamente consustancial a esta forma de ejercer el dominio o propiedad sobre la Tierra, sobre la naturaleza viva o inerte y, por extensión, sobre la humanidad restante, que así, violentamente, es excluida de su original derecho al uso de la Tierra común.

Además del Estado como garante, el derecho de robo necesitó de un aparato legal, la herencia, como derecho naturalizado que permitiera la transmisión generacional de la propiedad, para hacer posible la reproducción del dominio en beneficio exclusivo de la descendencia de los “legítimos” propietarios, en modo que garantizase la continuidad y, en definitiva, la reproducción de la clase social dominante, en base a ese “derecho” de apropiación, originalmente violento y delictivo.

El derecho de propiedad de la tierra no puede entenderse sin esos asociados derechos de herencia y uso de violencia, que están en el origen del patriarcado como sistema organizativo de las sociedades jerárquicas, gobernadas o heterónomas, sociedades no libres ni democráticas. Veremos que ello es así por encima de toda otra consideración, incluida la de género.

domingo, 19 de mayo de 2019

PHUBBING Y EL SILENCIO COMO BIEN COMÚN

En Estados Unidos se  empezó a denominar como ‘phubbing’ (contracción de snubbing y phone) a la acción de prestar más atención a cualquier dispositivo que a la persona que se tiene de frente.  

Traigo aquí la reseña de una conferencia de Ivan Illich que, a pesar de haber sido pronunciada hace unos años, su interés me parece plenamente vigente para una reflexión actualizada sobre los bienes comunes, que hoy sigue siendo pertinente y plenamente vigente. Se trata de cómo los bienes comunes fueron transformados en “recursos” por el capitalismo. De cómo se pasó del medioambiente como “bien común”, al medio ambiente como “recurso productivo y producto de consumo”. Esta transformación, como entonces decía Ivan Illich, se encuentra en el punto ciego de la economía política y ha sido ignorada incluso por los movimientos autodenominados “anticapitalistas” o “antisistema”. 

El silencio es un bien común, por Ivan Illich

Las computadoras están haciendo a la comunicación lo que hicieron las cercas a los pastos y los coches hicieron a las calles. 

Las máquinas tienden a invadir en cada aspecto de la vida de las personas y obligan a las personas a comportarse como máquinas. De hecho, los nuevos dispositivos electrónicos tienen el poder de obligar a las personas a "comunicarse" con ellos y entre sí en los términos de la máquina. Lo que estructuralmente no se ajuste a la lógica de las máquinas es filtrado por una cultura dominada por su uso.
El comportamiento similar a una máquina de las personas encadenadas a la electrónica constituye una degradación de su bienestar y de su dignidad que, para la mayoría de las personas, se vuelve intolerable a largo plazo . Las observaciones del efecto enfermizo de los entornos programados muestran que las personas en ellos se vuelven indolentes, impotentes, narcisistas y apolíticas. El proceso político se rompe, porque las personas dejan de poder gobernarse a mismas; exigen ser manejados.

jueves, 25 de abril de 2019

EL DÍA DE REFLEXIÓN


EL DÍA DE REFLEXIÓN
 
En el estado español el voto es un derecho que se puede ejercer o no. Los votantes de otros estados europeos -como Italia, Grecia, Bélgica, Chipre y Luxemburgo- están obligados a votar por ley, bajo pena de multa que puede llegar hasta los mil euros. En las últimas elecciones europeas fueron más los españoles que se abstuvieron (55,1 %) que los que votaron. Aquí, la ley electoral permite tres opciones: el voto a un partido, el voto en blanco o el voto nulo. Estos dos últimos son considerados simultáneamente como participación (porque se contabilizan) y como abstención activa con la que el votante manifiesta su disconformidad con los partidos políticos que concurren a las elecciones o con el propio sistema electoral. La primera preocupación que expresan todos los partidos políticos en las campañas electorales es que “nadie se quede en casa”. A toda costa quieren que la ciudadanía participe en masa, tan es así que todos los estados ven la necesidad de realizar campañas publicitarias exhortando a la participación electoral, campañas que pueden llegar hasta el límite de lo esperpéntico, como sucedió en Dinamarca, donde en un vídeo gubernamental el protagonista -ridículamente llamado Voteman- se olvida de votar en las últimas elecciones al parlamento europeo, lo que le costó, según esa publicidad, “no tener ninguna influencia” en asuntos como “la protección del clima, las subvenciones agrícolas, la regulación de productos químicos en la fabricación de juguetes, o la cantidad de canela autorizada para la elaboración de pasteles”. Patético.

jueves, 18 de abril de 2019

VOX, POR ARTE DE MAGIA


Ilustración de Igor Morsky


El dominio de lo político es aquel en que nada se sostiene sino por arte de magia (Paul Valéry)

Si Puigdemont no hubiera declarado la independencia de Cataluña, ¿el partido Vox tendría hoy representación parlamentaria en Andalucía?, ¿sería posible la próxima victoria electoral del PSOE si Vox no hubiera sido catapultado al escenario político por el nacionalismo catalán seguido de la respuesta reaccionaria del nacionalismo español?, ¿qué fue primero, esta concatenación de hechos o el espectáculo mediático suscitado?, ¿sin éste espectáculo, hubiera sido posible que los principales beneficiarios del resultado electoral vayan a ser los partidos PSOE y Vox?...son cuestiones a reflexionar, si bien, soy consciente de que ésta es una pretensión quimérica a día de hoy, cuando las audiencias están a otra cosa, enganchadas por la emoción que les suscita la competencia electoral, reducida ésta a una elección simple entre dos únicas alternativas de gobierno: unas derechas que nos harán regresar al fascismo o unas izquierdas que romperán la nación y arruinarán la economía.
Aún así, me arriesgaré.