El ferrocarril de La
Robla es la línea de vía estrecha más larga de Europa Occidental,
con 335 km, que discurren entre Bilbao (Vizcaya) y La Robla
(León).Fue inaugurado el 11 de agosto de 1894 con el objetivo
principal de acercar la producción carbonífera de las cuencas
mineras leonesa y palentina a la poderosa industria siderúrgica de
Vizcaya. En 1972 la sociedad entró en quiebra y la empresa pública
FEVE se hizo cargo de la línea. Bajo su gestión la situación no
sólo no mejoró, sino que sus resultados empeoraron
extraordinariamente. En 1991 cesó su utilización para el tráfico
de pasajeros —restringido solo al de mercancías—, pero, gracias
a distintos convenios con la Administración pública, en 2003 se
reanudaron distintos servicios entre León y Bilbao. Su recorrido
atraviesa las provincias de León, Palencia, Cantabria, Burgos y
Vizcaya, y es considerado uno de los ferrocarriles más emblemáticos
de España.
domingo, 28 de febrero de 2016
jueves, 25 de febrero de 2016
LA LÍNEA ROJA
La declaración
universal de los bienes comunes y la democracia integral
Me refiero a la necesidad
de una declaración unilateral, porque es impensable que las élites
dominantes que controlan la sociedad a través de la economía y la
política, puedan algún día favorecer esta declaración, más bien
todo lo contrario.
Los bienes comunes y la
democracia participativa no dejan de ser eufemismos en boca de la
izquierda sistémica; fuegos fatuos, un ardid estratégico para
mantener en las masas la ilusión utópica de “la igualdad” y “lo
público”, que caracteriza al pensamiento reformista de esa
izquierda, en su progresiva deriva adaptativa al orden dominante,
estatal-capitalista. Esta aspiración abstracta y utópica, de apariencia “justiciera”,
sigue siendo rentable para la clase dirigente alineada en la
izquierda del sistema. Todavía permite el acceso a una cuota variable de poder.
En función de la coyuntura histórica, sí, subordinadamente, sí,
pero sin perder la cercanía del Poder, siempre a resguardo de la
intemperie, siempre cerca del sol que más calienta.
viernes, 5 de febrero de 2016
POR EL PLENO EMPLEO, OTRO CLIMA ES POSIBLE
Autor de la imagen: Bankys |
En algo más de dos siglos de existencia, la ideología capitalista ha demostrado en la práctica, sobradamente, su extremismo radical y utópico. La experiencia histórica ha puesto en evidencia su promesa de progreso y su objetiva falsedad. Bajo el imperio del capitalismo el mundo avanza, sí, pero hacia un precipicio que ya presentimos como inevitable e inminente.
Según el imaginario capitalista, en este mismo y único mundo real caben dos mundos. Dos mundos separados por un espejo, un artefacto que proporciona una visión inversa de la realidad, confundida ésta con la imagen reflejada. Y sobre esta confusión elemental, la religión capitalista edifica su fe en el progreso, su Más Allá socialdemócrata, su prometido Estado de Bienestar anticipado a esta vida, podemos verlo: un hipermercado en cada esquina, donde tirar de Visa a discreción, mientras las máquinas trabajan y cotizan para nosotros, para pagarnos una magnífica renta básica, una pensión de por vida.
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