miércoles, 13 de noviembre de 2019

LUCHA SIN CLASES: ¿POR QUÉ EL PROLETARIADO NO RESURGE EN EL PROCESO DE CRISIS CAPITALISTA?




 Norbert Trenkle

*Krisis: fundada en 1986, es una revista y agrupación de teóricos y militantes alemanes provenientes del marxismo que, al romper con el anticapitalismo marxista tradicional, participa en la transformación de la crítica de la economía política en el sentido de una crítica del conjunto de las formas sociales y categorías capitalistas, el valor, el trabajo, la mercancía, la masculinidad, la feminidad y el Estado. Este grupo forma parte del movimiento de la « wertkritik » (crítica del valor), y publica una revista del mismo nombre, Krisis, en idioma alemán.
*Crítica de la política: el grupo Krisis rechaza la forma de la política tradicional e intenta desarrollar otras formas que se alejen de las formas fetiches: una «política sin política». Algo así como una «antipolítica». Sin embargo, esa « antipolítica » no tiene nada que ver con la renuncia a la intervención consciente y tampoco tiene que ver con un gusto estetizante por el extremismo. La antipolítica surge al contrario de la crítica radical de la política bajo el capitalismo. La antipolítica rechaza la traición de la intención inicial de los actores políticos tradicionales. Busca la separación radical respecto al mundo de la política y de sus instituciones, rechaza la representación y la delegación, para en su lugar inventar nuevas formas directas de intervención.​ 
*En este artículo, Norbert Trenkle critica el concepto de lucha de clases y los intentos de su renovación por las nuevas corrientes marxistas, proponiendo entender la crítica capitalista más allá de los enfoques tradicionales. Plantea la necesidad de generar conocimientos desde la experiencia práctica y la investigación empírica, como forma para ubicarnos en el nuevo contexto global que impone el capitalismo. Comparto este escrito, por su intento de reflexionar fuera de los amarres ideológicos del marxismo tradicional y por contribuir al entendimiento de las dinámicas de descomposición social generadas por el capitalismo a partir de la generalización de la mercancía-dinero como mediadora de las relaciones sociales.

sábado, 9 de noviembre de 2019

CONTRA LA NATURALIDAD DEL HORMIGUERO


Contra la naturalidad del hormiguero

Masa es un hormiguero gigante que ha logrado colonizar un planeta entero. Es un organismo que se rige internamente por un sistema mecánico sin conciencia de sí, del que cada hormiga sólo conoce una mínima y exclusiva parte, la que a ella le afecta. Masa es un inmenso organismo, parásito del planeta en el que se aloja, al que ha superado en tamaño. A su costa, ha engordado tanto en estos últimos años que lo ha dejado seco. Masa no tiene memoria, ha gastado todo su futuro y sólo le queda un poco de presente, así que no tiene más remedio que estirarlo hasta el infinito. Si quiere sobrevivir, Masa tendrá que sacrificar a todas las hormigas que ahora le son innecesarias. De todas formas iban a morir por inanición si el mecanismo de Masa se detiene. Cada una de sus miles de millones de hormigas, aisladas en su propia tarea, tienen muy difícil conocer el mecanismo por el que funciona el hormiguero. Sólo unas pocas comparten ese secreto, por el que Masa ha crecido y prosperado sin parar durante casi tres siglos...hasta ahora. Así, es natural que el mecanismo no pueda parar, sería el fin, de cada hormiga y de todo el hormiguero. Cada una tiene que seguir a lo suyo, siguiendo la rutina aprendida, la que le ha tocado a cada una en suerte, esa rutina que le permite sobrevivir. Pero Masa sabe que ha llegado a un punto crítico, por su superior inteligencia mecánica y por su experiencia en situaciones parecidas, tiene la mejor solución. Si quiere salvarse tendrá que deshacerse de todas las hormigas sobrantes. No será muy difícil, la inmensa mayoría morirán de hambre o se matarán entre ellas, como ya pasó otras veces. Y mientras hace este cálculo, la mayoría de hormigas sobrantes piensan que las sobrantes serán otras, no ellas. Ninguna quiere sufrir más de la cuenta, prefieren seguir con su rutina diaria, como si nada, cada una a lo suyo.