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Carteles de dos de los colectivos convocantes de la movilización |
Conviene prestar atención a las revueltas que suceden en Francia, porque por experiencia histórica sabemos que tienen gran repercusión directa en el resto del continente, y especialmente a este lado de los Pirineos. Para el próximo 10 de este mes está convocada una movilización popular -con huelga general incluida- que comenzó a fraguarse en el pasado mes de julio, por iniciativa de un colectivo ciudadano autodenominado "Bloquons tout" (Bloqueemos todo), que viene circulando masivamente por las redes sociales desde julio.
Esta movilización popular recuerda al movimiento de los Gilets Jaunes (Chalecos Amarillos) de 2018, con la misma voluntad de pasar por encima de las organizaciones políticas y sindicales tradicionales. Los orígenes exactos de esta convocatoria son muy imprecisos, las primeras convocatorias circularon por las redes sociales ya desde el 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, antes de cobrar impulso con la creación de un sitio web dedicado y un canal de Telegram. En ese sitio (https://bloquonstout.fr/) se dice que "no hay un sitio oficial, este movimiento es descentralizado". Y a continuación sigue una lista de sitios web que están federados en torno a la misma convocatoria, si bien, es cierto que entre los convocantes hay grupos políticamente opuestos entre sí:
- 10s25.fr
- 10s25.ovh
- bloquonstout.ovh
- indignonsnous.fr
- indignonsnous.ovh
- lesoulevementdupeuple.ovh
- marchepourladignite.ovh
- onestla.ovh
- revoltes.ovh
De entre los cientos de carteles dedicados al 10 de septiembre, he hecho una mínima selección representativa:
"No queremos sufrir su crisis. Queremos cambiar de rumbo, para bien, con y para la gente", dice la llamada del 10 de septiembre en la web del colectivo "Taller de ecología social y comunalismo" (https://ecologiesocialeetcommunalisme.org/es): "...¿Y si ahora tomásemos de una vez las riendas de nuestro destino? A partir del 10 de septiembre, hagamos germinar asambleas populares por todas partes. ¡Viva la Comuna! ¡Viva la democracia directa!"
Sabemos que cientos de asambleas locales han venido preparando este alzamiento popular del 10S y están empezando a organizarse en todas partes para decidir qué objetivos son los más significativos a nivel general y cuáles los específicos para este 10 de septiembre.
Durante los últimos cinco años, otro de los grandes colectivos convocantes, el movimiento ecológico radical denominado "Les soulevements de la terre" (los alzamientos de la tierra, https://lessoulevementsdelaterre.org) han fortalecido las luchas localizadas buscando maneras de actuar directamente: "cómo ocupar, bloquear, desarmar o desmantelar proyectos mortales e industrias tóxicas. Si hemos podido llevar a cabo victorias tácticas territorialmente ubicadas y ayudar a retrotraer los planes para la artificialización de la tierra, los megaproyectos industriales o las nuevas carreteras, también sabemos que no habrá una victoria más profunda sin una dinámica de insubordinación al sistema capitalista".
Figuras políticas como Jean-Luc Mélenchon han prestado su apoyo al movimiento, mientras que varias federaciones de la CGT han convocado oficialmente una huelga para esta fecha simbólica del 10 de septiembre, coincidente con el inicio del curso escolar. En un giro estratégico significativo, Manuel Bompard, coordinador nacional de LFI (La France Insoumise), pidió oficialmente a los militantes de su partido que "se pusieran al servicio de este movimiento", lo que marca su acercamiento a una movilización nacida inicialmente al margen de los canales políticos tradicionales.
Admiten compartir las reivindicaciones planteadas por "Bloquons tout": aumento salarial, defensa de los servicios públicos y lucha contra la austeridad. Esta estrategia recuerda al anterior intento de LFI de recuperar el movimiento de los Gilets Jaunes en 2018 y el deseo del partido de captar la fuerza política de esta creciente y espontánea ira popular, que consideran justificada, aunque "carente de organización y estrategia". Así han justificado su apoyo al 10 de septiembre: "frente a la política del Gobierno, necesitamos la movilización social, no podemos conformarnos con una batalla legislativa".
Estaremos atentos a este 10 de septiembre y sus posibles repercusiones en un contexto internacional de máxima irrelevancia política de la Unión Europea en asuntos tan importantes como el genocidio israelí en Gaza o la guerra territorial en Ucrania. Es un proceso de decadencia europea que a mí me parece proporcional a la propia decadencia e irrelevancia de las izquierdas que a escala global, no solo europea, están a punto de perecer arrasadas por el tsunami ultraliberal y neofascista que se ha propuesto liderar el colapso ecosocial que el propio sistema estatal/capitalista ha generado.
Mi tesis al respecto es que la Bestia estatal/capitalista se ve a sí misma desatada tras el último periodo de "progresismo liberal", que tiene su parte izquierda prácticamente neutralizada y desarticulada en múltiples facciones identitarias, ya puramente reaccionarias, sin iniciativa propia, carentes de proyecto y estrategia.
Sin competencia, la Bestia no ve la necesidad de andarse con más contemplaciones "democráticas", ante un futuro decididamente transhumano e hipertecnológico que le permite pensar en un orden mundial de Bloques estatales cuyo interés común es puramente económico, ya sin tapujos ideológicos e integrando abiertamente la guerra como parte de sus propias estrategias de competencia en un Mundo/Mercado bruto y carente de ética, a imagen de la selva donde todo vale. Hemos entrado de lleno en un clima de guerra global-total y resulta que nos ha tocado vivir en la parte de ese mundo/mercado que corresponde al "bloque capitalista occidental", de naciones-estado ahora alineadas tras el liderazgo demofascista del actual gobierno republicano de los EEUU.
Aunque haya logrado deshacerse de la competencia ideológica por su parte izquierda, no se dan las condiciones para ese "futuro perfecto" que sueña la Bestia capitalista. No, porque su derrumbe ya ha comenzado y se va a acelerar vertiginosamente a medida que se vayan agotando las reservas de petróleo y este combustible alcance un precio inasumible en los mercados. Ya nadie parece acordarse de que sin petróleo hubiera sido imposible la civilización capitalista nacida de las conquistas coloniales y del consiguiente auge del comercio global (también de esclavos) a partir del siglo XV.
La única ecuación que puede salvar el sueño de la Bestia (de un futuro capitalista "perfecto"), pasa por un genocidio sistémico que acabe con la mitad sobrante de una población mundial no cotizante, ya innecesaria para la producción y a la que ni el Estado ni las Empresas podrán dar empleo, ni pagar una "renta universal" de beneficencia estatal.
El colapso de esta civilización está cantado, predeterminado por sus propias e irresolubles contradicciones. No es posible detenerlo, al igual que sucede con el cambio climático, el colapso de la civilización capitalista es irreversible. Lo posible y más urgente es prepararse para atravesarlo en las mejores condiciones posibles, para que la extinción sea mínima, e ir ensayando las condiciones necesarias para un nuevo Mundo Común, que yo no puedo imaginar mientras siga vigente un "derecho" salvaje de apropiación y comercio sobre los comunales universales, de la Tierra y el Conocimiento humano.
Los "partidos" surgidos de la revolución burguesa del siglo XVIII están todos incapacitados para la revolución integral que hoy es necesaria. Lo certifica una experiencia histórica de casi trescientos años de "partidos", de quinientos años de "capitalismo" y cinco mil años de "estados". Unos (derechas), por sus salvajes principios de jerarquía, propiedad y depredación. Y otros (izquierdas), por reducir a la condición de "objetivos", teóricos y quiméricos, a principios que debieran ser básicamente prácticos: sociedad sin clases, democracia real, inteligencia ecosocial...
Mientras ésto siga ASÍ, las comunas "republicanas" constituidas a partir del 10S en la república francesa, serán tan fallidas como las comunas estatales creadas por la república de Venezuela.