domingo, 31 de enero de 2016

LA IZQUIERDA EN CRISIS, BAJO EL SINDROME DE ESTOCOLMO.


Ilustración de Pawel Kuczynsky

Sobre el “efecto bloom”: en los videojuegos actuales el uso de la luz está muy extendido, así como los objetos tridimensionales; un programador puede hacer que un foco de luz en el fondo de la imagen ilumine una determinada textura y dejar en la penumbra a otras, pero objeto y luz no llegan a interactuar como lo harían en la realidad, porque mantienen sus contornos perfectamente definidos, y la luz no llega a invadir al objeto. Pero la lente de una cámara no enfoca perfectamente, y con una luminosidad intensa dejará ver sus imperfecciones. Esto es, el brillo iluminará más allá de los límites del objeto, creando un halo a su alrededor y difuminando sus bordes junto con los de la luz, creando LA ILUSIÓN DE QUE EL FOCO ES MÁS LUMINOSO DE LO QUE ES EN REALIDAD (explicación de www.ecetia.com/2009/05/que-es-bloom-effect )


 
Sostengo que es el deslumbramiento ante los efectos del progreso tecnológico lo que mantiene atrapada a la izquierda en las redes de la modernidad capitalista y en su aparato de dominación. La crisis no es del capitalismo, sino de la izquierda capitalista. Mediante el empleo de luminosidad artificial se logra generar una forma de ilusión por la que todo objeto así iluminado es percibido como real. Esta distorsión elemental ya no necesita ser ocultada porque forma parte de la propia ideología tecnológica, de su identidad ontológica y cuasimágica. Ha sido creada una “realidad” radicalmente nueva, no basada en el objeto mismo sino en su iluminación, es la mística bloom, una vacua sacralización del progreso tecnológico, que impregna todo el aire que respiramos, a derecha e izquierda, arriba y abajo.

lunes, 25 de enero de 2016

ANTROPOCIDIO, POR, SOBRE, ANTROPOCENO



Pesebre, fotografía de Gabriel Muro

Existe un enorme potencial -hoy anquilosado- de capacidad creativa, de relación con el otro, de amor y solidaridad. En el mundo tanático que habitamos, hay grandes reserva de Eros. La reducción de lo humano a relaciones mercantiles es un fenómeno criminal que casi tendríamos que llamar antropocidio: por eso, hay razones específicamente existenciales y morales para acabar con el capitalismo. Lo humano, el abanico de las posibilidades humanas, es un espacio apenas explorado y sin embargo gravemente amenazado: igual que la biosfera, ese vulnerable mundo natural que habitamos. La responsabilidad de todos y cada uno, cada una, es tratar de detener esa catástrofe antropológica, ese antropocidio. Y sabemos que el tiempo apremia”.

Jorge Riechman, Cuaderno de Notas, 2015. http://tratarde.org/recupero-estas-notas-previas



Se habla del Antropoceno como nueva época geológica de la Tierra, se dice que pudimos haber iniciado esta época a mediados del siglo pasado, cuando se hizo masivo el consumo de plásticos y hormigón, lo dicen algunas revistas científicas como Science a partir de sesudas investigaciones. Se trataría de un proceso de acumulación destructiva, sedimentada en estratos geológicos, según la lógica lineal, cuantitativa e historicista, que es propia de la moderna idea de “progreso”, para la que sus efectos destructivos deben ser asumidos como “costes”, ventajosamente compensados por los beneficios derivados del progreso.

Pero yo creo que todo ésto viene de más atrás, que el evidente antropoceno no es sino consecuencia del tapado antropocidio, programado desde la modernidad occidental - industrialista, capitalista y estatalista-, a partir de su despliegue colonial del siglo XIX, hasta configurarse como la “globalización” que hoy conocemos, caracterizada por su máxima expansión, por su máxima concentración de poder y, por tanto, por su máxima capacidad de dominación. 

sábado, 9 de enero de 2016

SUS SEÑORÍAS DEBERÍAN TENER MÁS RESPETO POR PODEMOS



Si el PSOE y el PP fueran tan patriotas como ustedes dicen, si quisieran resolver de verdad “el problema catalán”, al menos por una o dos generaciones, nunca como ahora volverán a tener una oportunidad igual, de la mano del partido PODEMOS. Pero aunque lo quisieran, sé que no pueden hacer eso, nadie les creería. Recuperarían con ello muchos votos de la burguesía nacionalista, los que de natural les corresponden a ustedes en Cataluña, en Euskadi y en Galicia, pero sería al precio de perder casi todos los votos que ahora les mantienen en el Parlamento de Madrid, los del resto de España, a pesar del último bajón.