Speculum,
espejo, de ahí viene especular, el acto de creer que lo que vemos en
el espejo -una imagen- somos nosotros mismos.
Aunque
emergentes hace quinientos años -cuando Europa empezaba a colonizar
los nuevos mundos- la nación y su aparato estatal, en su forma
actual, son formaciones coetáneas que datan del siglo XVIII. Fueron
el producto revolucionario de una nueva clase de humanidad, la
burguesía, para atender a la necesidad de poner orden y límites a
la caótica e improductiva geografía de los nuevos mundos
descubiertos. Había que alambrar las tierras comunales para lograr
respeto por la propiedad, parcela a parcela y territorio a
territorio, hasta completar la geografía toda.