lunes, 28 de enero de 2019

VENEZUELA, DE MANUAL

 
Venezuela se ha convertido en un asunto “español” por voluntad de una opinión pública fabricada por los serviciales medios de comunicación que sirven al estado español. Produce vergüenza ajena ver cómo cualquier reportaje televisivo sobre Venezuela está dirigido a ridiculizar al actual presidente Maduro, como hicieran anteriormente con el presidente Chávez. No digo yo que no le merezcan, pero aún asi, ¿es necesario llegar a la grosera manipulación que supone presentar declaraciones e imágenes sacadas de contexto?. Pero eso causa no menos vergüenza ajena que la que provoca el partido Podemos en su defensa a ultranza de un regimen no menos corrupto que el de España, facilitando el juego a los periodistas especializados en las cloacas del estado. Y junto a Podemos, toda una izquierda oficialista y reaccionaria, que en su deriva a ninguna parte ya es incapaz de tener criterio propio, que sólo actúa sectariamente y a remolque de lo que diga y haga la derecha.

No me hizo falta esperar a ver lo que decía la televisión para opinar libremente sobre el regimen bolivariano hace ocho años. Podía equivocarme o no, pero era mi reflexión propia, personal y autónoma. Creo que no me equivocaba mucho, sólo había que ver el origen de quienes  lideraban aquella "revolución bolivariana" y molestarse en conocer su proyecto, consistente en crear nada menos que ¡un estado comunal!...nada más absurdo: una revolución social dirigida desde el Estado con espíritu cuartelero. Esto escribía yo en 2011: 


  
En 2012 le envié a Hugo Chávez un mensaje personal por twitter, donde tenía más de tres millones de seguidores. Le proponía presentar en la ONU la declaración del esperanto como lengua neutra internacional. Por supuesto que no tuve respuesta. Era solo un juego...por si de casualidad sonaba la flauta:



Y en 2013 publiqué un artículo dirigido a Heinz Dieterich a cuya autoría se debe el proyecto político teórico del “socialismo del siglo XXI”, del que se apropió Hugo Chávez para titular a su “revolución” bolivariana. 
 


El propio señor Dieterich, prestigioso sociólogo alemán, ex asesor de Hugo Chávez, señalaba en 2017, en una entrevista publicada por el periódico argentino Clarín: 

El gobierno de Nicolás Maduro es hoy una dictadura socialdemócrata. Pero que se está acercando a una dictadura militar”. Y añadía: “el objetivo de la política de Washington en Venezuela es romper la unidad monolítica de los militares, porque como el gobierno sólo se sostiene por los militares, si logras dividir ésto, el gobierno cae de inmediato. Todos los factores se enfocan en los militares: el gobierno tiene que mantener la unidad, la oposición tiene que lograr la división de los militares, Washington también”. 
 
.../...

Cuando tú analizas científicamente una sociedad, en el centro del poder está el Estado. Y el Estado es como una cebolla, que tiene diferentes estratos, pero en el núcleo está la fuerza armada. Por eso, una revolución nunca ha terminado mientras no se destruya al Ejército del enemigo. Y eso vale en tiempos de paz. El último criterio del éxito es la fuerza armada. En Venezuela eso es muy característico porque el Gobierno está ya con las manos vacías. Hay diferentes formas de poder en una sociedad: las masas, los medios de comunicación, el carisma, los dólares. ¿Pero con un 20 por ciento de apoyo, a Maduro qué le queda? Sólo los militares. Todo intento de cambiar al sistema, desde la izquierda, desde la derecha, se dirige a ese punto”.

Nada más.

viernes, 25 de enero de 2019

SOCIEDAD DISCIPLINARIA Y DE CONTROL

 
Zenda Liendivit
Desde hace unos años -en principio interesado por su visión del urbanismo contemporáneo como crítica de la modernidad- vengo siguiendo los contenidos y avatares de la revista argentina "Contratiempo", que dirige Zenda Liendivit, filósofa y arquitecta. Dirige la revista desde el año 2000, en edición impresa y digital. Forma parte de Contratiempo Ediciones y de Meletea Libros. Ha publicado más de diez libros sobre la Modernidad y sus cruces, y tres libros de ficciones (una novela y dos libros de relatos). Es docente e investigadora en el Centro de Arte y Pensamiento de Revista Contratiempo. Y también ejerce el periodismo.
Por esta última lectura he sabido que en Contratiempo va a pasar algo:
"...Tal vez esta sea la última actualización de la revista así como la veníamos construyendo. Estamos a la búsqueda de formas nuevas, disruptivas, a contracorriente de lo que abunda, que se duplica y se descarta a la misma velocidad que la tecnología que a la vez, también, se encarga de reproducirlo al infinito. Círculo vicioso y viciado que enrarece la atmósfera, hostil al pensamiento y a la vida.
Estamos en una saludable crisis creativa. Ya veremos su devenir  y sus desenlaces. Por el momento, algunas imágenes, palabras, conexiones y reflexiones de lo que pasó y está pasando en este peligroso mundo actual".

lunes, 14 de enero de 2019

CUANDO EL MIEDO ES EL MEDIO


Cuando tenemos miedo “nos arrugamos”. Es nuestro más primario instinto de supervivencia el que se pone a funcionar cuando algo nos asusta; no experimentamos sólo una contracción física, ni sólo emocional, es todo nuestro ser quien se contrae, reduciendo nuestra capacidad de pensamiento y limitando nuestra conducta a una reacción estrictamente defensiva o de ataque, que no atiende a nada maś. Si durante cientos de miles de años hemos estado sobreviviendo a todo tipo de crisis, éste es el instinto más empleado y es natural que aparezca en momentos de crisis y peligros. Pero existe un instinto todavía muy desconocido para la mayoría de los humanos, porque es nuevo y emergente, es el instinto de evolución, una aspiración a ser más conscientes y a construirnos una vida más libre, más plena. Es un instinto que nos conviene desarrollar, no deberíamos dejar que sea anulado por el miedo, cada vez que nuestra supervivencia parece amenazada.

jueves, 10 de enero de 2019

COMO OVEJAS EN TORNO AL MASTIN CUANDO BARRUNTAN LA PRESENCIA DEL LOBO

Foto de www.cronicasdefauna.blogspot.com


 
Hay una minoría de marxistas que ni han falsificado ni han perdido la memoria histórica, y que todavía aplican las ideas de Marx al análisis del capitalismo, que sin duda es la faceta más acertada y valiosa del pensamiento marxista. En eso son todavía insuperables. Leo con frecuencia e interés los artículos que publican en un blog titulado “Nuevo Curso”, no tengo reparo alguno en reconocerlo ni en decir que coincido con muchos de sus análisis, sin que por ello experimente contradicción alguna con mis propias convicciones, tan alejadas de su ideología de clase (que en esencia yo creo que no es menos identitarista que los nacionalismos o el feminismo que ellos mismos combaten). Todo ello, sin menoscabo de su tradición revolucionaria...pero no se olvide que estos mismos marxistas le reconocen a la pequeña burguesía igual tradición revolucionaria desde la Comuna de París, por lo que podría afirmarse que el “revolucionarismo” por sí no tiene un único sentido, ni positivo ni “progresista”, como creen a pies juntillas las organizaciones del izquierdismo mayoritario. El fascismo fue revolucionario como lo fueran el estalinismo o el maoísmo, como ha sido y es revolucionario el liberalismo, ¿o. es que ya no vivimos en sociedades ordenadas a partir de los principios y valores triunfantes de una revolución, la liberal, ahora en su versión neoliberal y pronto en su versión neofascista? ...y sin embargo, nótese que nunca triunfó ninguna revolución anarquista, que no fuera de forma efímera y, en todo caso,carente de aparato estatal (sirva este dato para una básica reflexión acerca del significado histórico del concepto “revolución”).



Aclaro que mi uso del adjetivo “burgués” no es despreciativo sino descriptivo, nadie en este mundo de hoy puede decir que no esté -como poco- contaminado por el pensamiento liberal y burgués después de tres siglos de sistemático adoctrinamiento a cargo de los aparatos estatales surgidos de la revolución liberal. De esa realidad partimos, querámoslo o no, revolucionarios y no revolucionarios. La ideología liberal, antiestatal en origen, cuando tomó cuerpo se hizo capitalista y estatalista, al igual que le sucediera a la ideología comunista (en origen “emancipadora”) a lo largo de su deriva totalitaria. Estado y capitalismo apenas son distinguibles, su imbricación es tal que dejan al descubierto idénticos fines o, como poco, complementarios. Igual que cada vez cuesta más distinguir en la práctica el capitalismo “comunista” de China del capitalismo “liberal” de cualquier otro estado y de cualquier otro continente. Ninguno de los individuos que pueblan este mundo de hoy puede hablar del estado y el capitalismo como realidades extrañas, porque ambas nos constituyen, en ambas hemos sido educados y amaestrados.

lunes, 7 de enero de 2019

SALVAD AL CAPITALISMO NACIONAL: NEOFASCISMO GLOBAL

Jair Messias Bolsonaro y Hélio Negão, ambos diputados electos del PSL (Partido Social Liberal)
Jair Messias Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil el 1 de enero de 2019. Anteriormente cumplía su séptimo mandato en la Cámara de Diputados, elegido por el Partido Progresista. En enero de 2018 se afilió al Partido Social Liberal, el noveno partido de su carrera política, desde que fuera elegido concejal en 1989.

 

SALVAD AL CAPITALISMO NACIONAL: NEOFASCISMO GLOBAL

Hay gente muy empeñada en darle una importancia que no tiene al partido de extrema derecha emergente en las elecciones andaluzas, como si lo que ese partido pudiera aportar de negativo al juego podrido de la democracia española no estuviera ya presente, como si no existieran ya unas derechas cuyos proyectos incluyen todo lo que dice ese partido, como si eso fuera una novedad. Esa actitud es corta de vista o muy interesada, es ignorancia o cinismo. El caso es que estamos entrando en una situación de alarma que por mucho que se quiera focalizar en lo pasado en Andalucía, tiene una dimensión y profundidad de mayor calado, que va mucho más allá y es mucho más grave que la irrupción de ese grupo en el parlamento andaluz y, muy probablemente, en las Cortes de Madrid. Con ese criterio no me extraña que se tergiversaran mis palabras en un comentario reciente, en el que decía que ese partido de extrema derecha era igual “en lo esencial” a los demás partidos que compiten en el lodazal de la democracia española. Lo esencial es aquello en lo que todos ellos coinciden: su mismo concepto económico del ser humano, su misma adoración al dinero y al Estado, su mismo respeto por el capitalismo, por la economía de mercado y por el sistema de explotación y esclavitud que es el trabajo asalariado, su misma práctica de las elecciones y la democracia como juego de propagandas en el que nada tiene que ver lo que se dice con lo que se hace,...pero ésto no debe parecerles esencial sino accesorio.

miércoles, 2 de enero de 2019

FRAGMENTAR LA REALIDAD Y ELIMINAR EL CONTEXTO: EL ORDEN POSMODERNO

 
FOTO: TOMÁS RAMÍREZ LABROUSSE
Hay un modo sencillo de alterar la comprensión de la realidad, sólo hay que tomar una parte de la misma, una imagen separada del contexto, de modo que el fragmento así aislado pierda todo su significado. En “El prejuicio psiquiátrico” lo explicaba muy bien Giorgio Antonucci (1933 Lucca – 2017 Florencia). Rompiendo la unidad del contexto, queda un fragmento mudo, incapaz de comunicar su historia. Es precisamente su relación con el contexto lo que justifica su existencia y sin esa relación la imagen se vuelve deformable y manipulable a voluntad del observador. Y ponía un ejemplo:

“...la foto de un hombre o una mujer lanzándose por una ventana será la imagen de una persona con problemas psiquiátricos que, de repente, cumple un gesto incomprensible, in-sensato, si encuadramos exclusivamente a la persona asomándose a la ventana, o de ella cayendo. Sin embargo, si ampliáramos el campo visual para alcanzar una visión de conjunto, incluyendo los elementos que rodean a la persona, podríamos ver, por ejemplo, una fila de furgonetas de la policía, en equipo de guerra, a punto de desahuciar a la persona en cuestión, que ya no puede pagar el alquiler debido a que el edificio ha sido comprado por un fondo de inversión, que seguramente no paga impuestos, o bien por un banco rescatado con dinero público: conocer el contexto, por lo tanto, devuelve sentido al acto. Le devuelve la palabra, la capacidad de comunicar, le restituye lo que no se le había permitido expresar, mutilándolo.
El motivo real que explica el acto, en el hipotético caso en cuestión, es la situación de desprotección en lo que concierne a los elementos básicos necesarios para la vida, por ejemplo un hogar, que muchas personas experimentan en nuestra época, así como el problema concreto de la creciente iniquidad en la distribución de los recursos: dos fundamentos de la economía neoliberal. El conocimiento de los hechos concretos, las partes faltantes de la imagen, hace que los supuestos problemas psiquiátricos se derritan como nieve al sol.
La psiquiatría es el acto de eliminar el contexto, el recorte manipulador que silencia el poder desestabilizador de la fotografía. La psiquiatría no escucha, no quiere escuchar, no quiere conocer. Considera el fragmento, en general un comportamiento en apariencia injustificado o una idea en abierto contraste con las convenciones sociales o el moralismo, y lo silencia, sin interés por el complejo entretejido de relaciones, emociones, silencios, sentimientos, vicisitudes, caídas, desvíos, disenso, rebelión, desorientación, a veces muy complejo y difícil de entender, que la fotografía proporciona a un atento observador. De esta manera impide la comprensión de la historia y elimina a la persona”.