Apenas tenemos noticias del Kurdistán, el territorio atravesado por los ríos
Tigris y Eufrates, la Mesopotamia, cuna de civilizaciones, territorio fértil
como ninguno, cuyo nombre es hoy ocultado y borrado del mapa. Un territorio
ocupado desde hace muchos siglos por el pueblo kurdo, por 40 millones de habitantes
ignorados hoy por los medios de comunicación de Oriente y Occidente, un silencio
que tiene origen simple: el abundante petróleo allí existente. La llamada “comunidad
internacional” repartió ese territorio en cuatro países: Turquía (190.000 km2),
Irán ( 125.000 km2), Irak ( 65.000 km2) y Siria (12.000 km2). Está en el
corazón geográfico de Oriente Medio, en el ojo del huracán, en medio del
tablero de ajedrez en el que todo el mundo sabe que se juega la gran partida
geopolítica-militar de nuestro tiempo. Muchos de sus habitantes fueron forzados
al exilio, sólo en Alemania viven un millón de kurdos.
viernes, 3 de enero de 2014
martes, 17 de diciembre de 2013
EN ESTADO DE MODORRA
Soldados alemanes muertos por congelación |
Lo se por propia experiencia. Al borde de la
congelación, una cordada de alpinistas siente sueño. Levantarse y caminar supone un inmenso esfuerzo, que parece infinitamente superior al de
acurrucarse y dejarse morir. Resulta tentadora esa modorra que les facilita
el tránsito a la muerte. Podrían abandonarse a ese estado, antes que ellos muchos así lo hicieron. Pero también podrían optar por rebelarse a ese destino. Algunos lo
hicieron contra toda lógica o estadística. Recurrieron a una fuerza interior que les impulsó a levantarse, a
caminar y, probablemente, eso les permitió seguir viviendo. Es una fuerza inmensamente positiva, ajena a las leyes por las que se rige la materia, que
se opone a la entropía desde el interior del sujeto y nos hace pensar en una
dimensión integral del caos, que sólo puede ser enfrentado por una fuerza contraria y de igual dimensión, por una revolución
integral.
jueves, 5 de diciembre de 2013
ABANDONAR LA RESISTENCIA, PASAR A LA OFENSIVA
Considerar a la
revolución integral como parte “de la resistencia” sería un error estratégico
fatal. El lugar de quien “resiste” hemos de atribuirlo al sistema dominante,
para el que no podemos imaginar un futuro distinto a su derrota.
La
crisis actual nos ha desvelado su implicación en todas las facetas de nuestra vida,
mucho más allá de su apariencia exclusivamente económica. La gente que ha sido
capaz de identificar los fundamentos del sistema de dominación global en que
vivimos, ha empezado a cuestionarlo de manera diferente a como lo hicieron
otros movimientos sociales en tiempos pasados, en los que enfocaron su
pensamiento y acción en modo reduccionista, con finalidad exclusivamente
política y una metodología exclusivamente reformista, persiguiendo el
mejoramiento de la calidad de vida de las clases sociales más desfavorecidas,
sin cuestionar los fundamentos del sistema de dominación.
domingo, 1 de diciembre de 2013
VENCER A LA RESISTENCIA
Por
esos vericuetos que nos reserva la vida, llega a mis manos un libro de Steven Pressfield, reconocido escritor de
novelas históricas, que ha hecho un paréntesis en su obra para reflexionar en
este libro acerca de las resistencias que nos extravían de nuestro propio
camino, de las muchas distracciones y fuerzas que se oponen a que cada persona haga
lo que quiere hacer y logre ser quien quiere ser. Y me está siendo muy útil en
estos momentos en que yo mismo ando ocupado en parecidos pensamientos, frente a
mi principal resistencia, que hoy es la pereza. El libro tiene por título “La
guerra del arte” y me parece recomendable leerlo porque, al menos, es seguro
que provocará algunas reflexiones importantes, de esas que nos acercan a un
mejor conocimiento de nosotros mismos.
Cuando
leí: “escribir no es la parte difícil, lo
difícil es sentarse a escribir, lo que nos detiene es la Resistencia” , empezó
a interesarme, me dije “ésto va por mí”; cuando más adelante leí “la mayoría de
nosotros tenemos dos vidas, la vida que vivimos y la vida no vivida dentro de
nosotros, entre las dos se encuentra la Resistencia”, entonces me interesó aún
más, al ver que además de a mí, el libro iba dirigido al resto del mundo.
Reconozco una gran sinceridad y honestidad en los pensamientos que transmite, que
me provocan y que valoro por encima de mis profundas discrepancias, asentadas
tras concluir la lectura del libro. Y, sobre todo, agradezco a su autor que su
esfuerzo me esté siendo útil para construir mi propia teoría sobre la
Resistencia.
viernes, 29 de noviembre de 2013
VENEZUELA, LA IMPROBABLE REVOLUCIÓN COMUNAL
Asamblea de la Ciudad Comunal Socialista Simón Bolívar, ubicada en el municipio Páez, en el Estado de Apure |
Llevo
unos años dándole vueltas a la idea de ciudad comunal, porque pienso que la
organización comunal es la propia de la democracia y porque la ciudad, tal y
como la conocemos hoy, es la forma de vida de la mayoría de la humanidad, la impuesta como modelo hegemónico para cumplir los fines del sistema de dominación-sumisión, como forma y
contenido del sistema de poder estatal-capitalista, por lo que la ciudad contemporánea ha de ser punto de partida obligado, el objeto para la transformación
integral de nuestro futuro modo de vivir en sociedad, el que la estrategia de la revolución habrá de afrontar para, a partir de
ella, construir otra forma de vida mejor, una vida con sentido.
En
este mismo tiempo, en Venezuela ha cobrado fuerza la estrategia denominada de “construcción
del Poder Popular” que, en teoría, supone la disolución progresiva del Estado y
su sustitución por ese Poder Popular, organizado comunalmente, como agregación
de comunidades territoriales autogobernadas. Los teóricos de la revolución
bolivariana, conocida como “socialismo del siglo XXI”, como ya hicieron los
teóricos del Partido Comunista de la URSS, suponen que las comunas -como los
soviet- harán prescindible al Estado, al
que sustituirán de forma progresiva y natural cuando, en virtud de su propia
fortaleza democrática, alcancen el autogobierno o, lo que es lo mismo, la verdadera democracia.
martes, 26 de noviembre de 2013
RUTA DEL CARBÓN DE COCK
El carbón de cock producido en el Valle de
Castillería, comarca de la Montaña Palentina, era transportado en caballerías y carretas hasta
la dársena del Canal de Castilla -en Alar del Rey- y luego en barcazas, hasta
llegar a los almacenes de Palencia y Valladolid, donde se distribuía para su
uso en calefacciones y herrerías.
El camino que seguía el carbón nos remite a la
primitiva época de la minería en la Montaña Palentina y, más concretamente, de
su cuenca más occidental, la que abarcaba los valles de Castillería, Vergaño,
Orbó y Santullán. Eran tiempos anteriores a los ferrocarriles de Alar a
Santander y el de La Robla. Este último, de vía estrecha, vendría a enlazar las
cuencas leonesas y palentinas, haciendo llegar el carbón a los altos hornos de
Vizcaya. El periodo en que, presumiblemente, fue utilizado el itinerario que
aquí se describe, fue el comprendido entre
1.838 y 1894, es decir, algo más de
medio siglo.
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