Apuntes sobre el imperialismo del siglo XXI.
Contribución a
la crítica del marxista postmoderno.
Artículo de Angeles Díez, publicado en www.insurgente.org de 22-08-2018
“Cree el aldeano
vanidoso que el mundo entero es su aldea y que no sabía de la pelea
de los cometas en el cielo que van por el aire dormido engullendo
mundos”. (José Martí, Nuestra América)
A principios del siglo XXI
habían caído los países del Este, Estados Unidos, a pesar de ser
el país más endeudado del planeta, se convertía en la única
potencia hegemónica gracias a sus más de 800 bases militares
repartidas por todo el mundo, a un presupuesto militar que superaba
la suma del presupuesto militar del resto de los países, al control
del dólar como divisa de las transacciones internacionales; pero
sobre todo, gracias a su hegemonía cultural e ideológica conseguida
con el monopolio y control de las industrias culturales y las
corporaciones mediáticas.
Sin embargo, ese paraíso de
poder incontestable anunciaba su declive en el terreno económico
político, una descomposición social interna sin precedentes, y una
pérdida creciente de la influencia en lo que siempre ha considerado
su patio trasero latinoamericano. Definitivamente, hoy, Estados
Unidos ha perdido su capacidad para dirigir el mundo.
La potencia que ha liderado
la expansión capitalista está en caída libre lo cual la hace
especialmente peligrosa. Existe, no obstante, un campo en el que
sigue manteniendo su hegemonía,
el campo cultural e ideológico.
Aquí parece estar ganado la contienda. Como en la película de las
hermanas Wachowski, The Matrix, los guardianes del simulacro se
ocupan de hacer desaparecer toda evidencia del verdadero rostro del
capitalismo y nos mantienen en una servidumbre
voluntaria(1) nutriendo de energía
a la maquinaria que nos somete.
No trataré en este artículo
de las contradicciones que se producen en el seno del capitalismo
sino cómo y por qué y sobre todo quienes son algunos de estos
guardianes de la matriz que se ocupan, consciente o
inconscientemente, de apuntalar el capitalismo y la civilización
occidental, en evidente crisis e incapaz ya de resolver las mínimas
condiciones de subsistencia para las dos terceras partes de la
humanidad, incluidos gran parte de sus ciudadanos.