Mejor sería incorporar asturianismos que perfeccionen el castellano, en vez de anglicismos que lo degraden...mejor sería utilizar el esperanto para hacer igualitaria la comunicación internacional...y para salvar al asturiano y al castellano.
Si digo “todos”, este adjetivo es masculino plural excluyente, no integra a las mujeres aunque esa fuera mi intención. Si digo “los hombres” o “los humanos” me pasa lo mismo y si lo sustituyo por “la humanidad”, aunque sea femenino resulta más incluyente. Pero echando mano del asturiano podría decir “todes” en perfecto neutro incluyente. Y si no quiero decir la humanidad, puedo sustituir esta palabra por su equivalente “les humanes”, en el neutro plural de la igualitaria fala asturiana. Si digo “todas las personas”, resulta incluyente porque “personas” no excluye a los hombres aunque sea femenino plural; pero aún podría mejorar si dijéramos “todes las personas”; en este caso sería innecesario el uso del neutro asturiano “persones”, si bien tampoco supondría ningún problema al no existir en castellano el concepto “personos”. El uso más inclusivo de “todos y todas” no quita que sea lamentable la carencia en castellano del neutro incluyente, un neutro que sirva para el conjunto de ambos géneros. Así, todas las ballenas son femeninas y todos los elefantes son masculinos. Pero podemos recurrir a la inspiración que nos brinda el asturiano como solución intermedia y casera para disponer de un género neutro en castellano asturianizado: todes, nosotres, humanes, ballenes y elefantes...porque al igual que usamos “pobres y torpes” en neutro castellano de siempre, ¿porqué no hacerlo con “riques y espabilades”?...¿porqué nos hemos acostumbrado a decir “las médicas” y no podemos hacerlo con “les médiques” cuando queremos referirnos al conjunto de hombres y mujeres profesionales de la medicina?, ¿porqué podemos estropear el castellano con la incorporación de anglicismos como futing o fitnes y no podemos mejorarlo con la incorporación de asturianismos?