A
poco tiempo de las elecciones europeas surge PODEMOS, la iniciativa que
pretende aglutinar la dividida potencia electoral de la izquierda, al tiempo
que recoger los restos del 15M, para sumar un gran frente progresista.
No
es una propuesta antisistema, nace desde el sistema y pretende prosperar en el marco
del sistema, como mucho para reformarlo. Su objetivo estratégico es preparar el
asalto electoral posterior, para intentar llegar al gobierno en las próximas elecciones
generales.
No discuto que pueda ser una estrategia positiva a tal fin. Incluso
no discuto que, de conseguirlo, pueda servir para frenar algo la continuada
agresión económica que padecen las capas sociales más perjudicadas por la
crisis. Pero, a los efectos del objetivo emancipador hoy necesario, es una
intentona que nace fallida en su origen porque nace de la crítica a los
efectos de la crisis y no a sus complejas causas-raíces y a las instituciones
que las reproducen: el capitalismo y el estado. Por ejemplo, ¿hace suyo PODEMOS
el objetivo emancipador y universal de abolir el trabajo asalariado?...no, porque
saben que su adoctrinada audiencia suspira por un puesto de trabajo asalariado
y ellos van a convencerles de que ese es su primer objetivo. Esa es su
contradicción irresoluble. Y así NO PODEMOS.