Anticipaba en un post
anterior que la estrategia de la nueva ruralidad pasa necesariamente por un
doble objetivo de cirugía reconstructiva: el empoderamiento individual de
los ciudadanos y el empoderamiento de las comunidades locales. Para comprender
la necesidad de una estrategia tan radical es necesario visualizar bien la radicalidad de la realidad que padecemos. Hemos llegado a una miseria
individual y colectiva que los seres humanos no nos merecemos; en algún momento
de nuestra evolución debió producirse el pecado original que nos ha traído
hasta aquí, a un mundo de individuos fragmentados y débiles, cuyas vidas
dependen de otros individuos a los que venden su fuerza de trabajo y su
inteligencia productiva para poder subsistir, que han aceptado con sumisión la
desposesión sistemática de los recursos
naturales y comunitarios, que han
entregado su soberanía de individuos libres a una casta financiera-política que
decide por ellos, que han permitido que haya florecido un sistema económico
mortalmente tóxico y caótico, en el que una ficción de conveniencia, el dinero, se ha convertido en producto
principal y donde el crédito es la
industria preferente, la que monopoliza toda la actividad económica, por delante de
los alimentos y de las cosas reales, las necesarias para la vida humana, haciendo
que ésta sea inestable y precaria. Y todo ello en un momento de nuestra
evolución en el que hemos logrado un desarrollo tecnológico que podría
favorecer, como nunca, la erradicación definitiva de la pobreza y la desigualdad,
en vez de estar dedicado a la producción de infinitas chorradas innovadoras y
superfluas con las que abarrotamos las
estanterías de los supermercados, al tiempo que agotamos los recursos naturales
necesarios para la supervivencia de la vida humana.
sábado, 3 de diciembre de 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
EN LA GRANJA GLOBAL NO SE HABLA DE FELICIDAD
La sociedad abierta de la Granja Global |
En
1854, John Stuart Mill hizo una
valoración de la felicidad que otorgaba a ésta una dimensión filosófica como
“única, cierta y definida regla de conducta o norma de moralidad”; pero
advertía de la necesidad previa de tener en consideración tanto su cantidad
como su cualidad, concluyendo que a menor cantidad de una clase más alta de
felicidad, es preferible una mayor cantidad de una clase más baja, teniendo en
cuenta que la determinación del grado de
cualidad queda establecida por la preferencia de quienes tienen conocimiento de
las dos”. Ahí es nada…y para explicarlo, ponía un ejemplo muy claro: “Sócrates
preferiría ser un Sócrates insatisfecho antes que un cerdo satisfecho; el cerdo
probablemente no; pero el cerdo sólo conoce un lado de la cuestión, mientras
que Sócrates conoce ambos.”
Tengo
la certeza de que las élites económicas y políticas manejan estas ciencias como útiles herramientas para la más eficiente gestión del
mundo, al que consideran una granja global,
en la que ellos, los socráticos granjeros, se esfuerzan por criar cerditos estabulados,
con la religiosa y democrática esperanza de que muchos de ellos, los más
competitivos, llegarán a redimirse en cuanto comprendan cual de los dos lados
es el mejor.
sábado, 26 de noviembre de 2011
HACIA UNA RENOVADA NOCIÓN DE RURALIDAD
Arrastramos
una noción de lo rural que no se
corresponde con la realidad. En esa anticuada visión a la que me refiero, lo
rural se concibe como territorio ocupado por sectores de población dependientes
de la producción agropecuaria, al tiempo que es percibido en permanente contraste
con lo urbano, caracterizado éste como territorio ocupado por poblaciones vinculadas
a las actividades industriales y a los
servicios. Esa noción pertenece a un
pasado que se corresponde con la fenecida época de la revolución industrial,
previa al auge y expansión universal del
actual capitalismo financiero, que ha globalizado la economía y la
cultura, que ha industrializado la agricultura y la ganadería, que ha deslocalizado
los sistemas productivos y arrollado las culturas locales, en un proceso de
empobrecimiento generalizado de la biodiversidad. Junto con la destrucción acelerada de los recursos naturales, que constituyen
la base material del sistema productivo,
el capitalismo financiero ha arrasado también la diversidad
cultural asentada durante siglos en un
largo proceso de producción y
transmisión de conocimiento y saber hacer, generado en los territorios locales,
esencialmente rurales.
Situados
en la actualidad y comprendida su
barbarie implícita, podemos empezar a imaginar
una nueva ruralidad, ni marginal, ni contrapuesta a lo urbano, sino
constituyente de una misma realidad, con problemas esenciales que no son sino
la otra cara de la misma moneda. Territorios rurales que son inviables por su
carencia de capital humano (la despoblación) y territorios urbanos que son inviables por la situación
contraria, de sobrepoblación. Conviene recordar que el año 2008 ha marcado una línea
histórica a nivel de la evolución humana, pues ha sido el año en que la
población urbana ha superado a la rural, considerado el mundo en su conjunto.
martes, 15 de noviembre de 2011
PARA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
Ya
sabemos lo que sucederá el 20N, todo el mundo lo sabe, lo dicen las encuestas y,
por tanto, sucederá. Vivimos en un país en el que a casi nadie le interesa la
política, una encuesta reciente del CIS (Centro de Investigaciones
Sociológicas) afirma que el 66,7 % de los españoles muestra un interés nulo por
la política, sólo a un 25,4% le interesa bastante y a un 7,6% le interesa
mucho. A raíz de estos datos, podría pensarse
que la mayoría de los españoles, en buena lógica, no deberían ir a votar
el 20N. Pues no, la lógica salta por los aires cuando en la misma encuesta, el
83% manifiesta su voluntad de ir a las urnas, a pesar de que la mayor parte no tiene ningún interés y crea que da lo mismo quien gane las elecciones. Esta contradicción nos lleva a una primera
conclusión muy grave: en la actualidad, elecciones y democracia son términos mutuamente extraños y desvinculados.
sábado, 12 de noviembre de 2011
#OPERACIÓN 20N - ANONYMOUS
El vídeo de Anonymous dedicado a la operación 20N me ha ayudado a cambiar mi actitud personal respecto de las elecciones. Es cierto que lo que me pide el cuerpo es abstenerme. Por darme el gustazo de hacer lo que realmente me apetece, que es mostrar mi radical rechazo al sistema capitalista y a su falsa democracia. Sigo creyendo que una abstención mayoritaria sería lo justo y lo mejor, porque sería el modo de deslegitimar completamente el sistema, provocando un cambio radical, pero lo cierto es que a día de hoy es impensable que pudiera producirse una abstención masiva, superior al 50% del censo electoral. Todavía es pronto.
Queda mucha crisis por delante y las condiciones todavía no son propicias para ello, aunque la aceleración de los acontecimientos nos esté acercando a esa situación.
Estoy convencido de que la campaña 20N de Anonymus va a ser mayoritariamente seguida por el movimiento 15M. Consiste en elegir entre dos opciones: 1ª Votar a un partido minoritario, 2ª Votar nulo. Para quienes no nos sintamos representados por nadie, ésta última opción es la mejor, porque no perjudica a los partidos minoritarios, ni ayuda al bipartido PPSOE.
jueves, 10 de noviembre de 2011
ME MUERO DE RISA
Hace una semana que no paro de toser, aquejado por un
catarro criminal que me tiene encerrado
en casa, convertido en un caudaloso manantial
de mocos, cansado de no hacer nada y
agotado por el dolor de
agujetas que la tos me produce en los
músculos del abdomen y la barriga. No recuerdo cuándo, pero la última vez que
tuve un dolor parecido fue por algo
bien diferente, provocado por un ataque de risa de esos que te dejan el cuerpo extenuado pero, al tiempo, tan ricamente.
El hilo de las cosas me ha llevado a esta reflexión, porque aprovechando el obligado retiro, estoy leyendo numerosos textos sobre el procomún (1) y, entre los
mismos abundan los que señalan a Antonio Lafuente, investigador del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en el área de estudios de la
ciencia, como persona de
referencia en materia del procomún en España. Pues bien, en 2009 A.L intervino en el Festival Internacional de Zemos98, dedicado a la Educación
Expandida, con una conferencia acerca de la risa, en la que hacía
una sorprendente reflexión
antropológica, que asociaba risa y comunidad, definiendo la risa como “elemento subversivo y de
conocimiento expansivo”. Así pues, con nostalgia de aquel ataque de risa -que, efectivamente, fue plenamente comunitaria, feliz y transgresora-, os dejo
aquí el enlace a la reseña de aquella intervención de A. L.,
junto con un vídeo de risa, muy recomendable en estos tiempos de crisis y catarros, pero también de comunidad y esperanza.
ANTONIO LAFUENTE: LA RISA BURLA EL SABER EXPERTO Y ABRE CÓDIGOS OCULTOS
(1) En palabras de A. Lafuente,
“procomún es la nueva manera de expresar una idea muy antígua: que algunos
bienes pertenecen a todos, y que forman una comunidad de recursos que debe ser
activamente protegida y gestionada por el bien común. El procomún lo forman las
cosas que heredamos y creamos conjuntamente y que esperamos legar a las
generaciones futuras. Al procomún pertenecen los dones de la naturaleza, como
el aire, el agua, los océanos, la vida salvaje y los desiertos, y también los
activos compartidos, como Internet, el espacio radioeléctrico empleado en las
emisiones y las tierras comunales. El procomún incluye nuestras creaciones
sociales compartidas: bibliotecas, parques, espacios públicos, además de la
investigación científica, las obras de creación y el conocimiento público que
hemos acumulado durante siglos”.
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