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miércoles, 26 de marzo de 2025

NUNCA ESTUVE EN DAMASCO, SOLO AQUEL INSTANTE

 

                                              Foto de Escandar Algeet junto a la portada de uno de sus libros (“Ojala joder”, publicado en 2015 por la editorial “Ya lo dijo Casimiro Parker”) 

 

 "Nunca sobran las palabras (ni las personas) para soñar con un camino sin miedos" 

Hace unos días estuve en la biblioteca pública de Aguilar de Campoo para escuchar el recital poético de Escandar Algeet, de padre sirio y madre palentina, poeta nacido en la ciudad de Palencia, en 1984, por eso que me parezca todavía joven, cuando yo  por entonces ya era padre de dos niños de nueve y ocho años, vecino provisional del Barrio España de Valladolid y que hasta entonces nunca se me había pasado por la cabeza la idea de vivir en esa pequeña y remota provincia románica del solar ibérico. 

Escandar necesita un sombrero para salir a escena y recitar sus poemas y no verse desnudo, por eso, aunque puede que me equivoque, elige esa imagen de bohemio a punto de coger una borrachera en el bar de tu barrio un rato antes de contarte sus penas. 

Algunas veces la vida nos aleja de nuestra vida y, ese momento, aparece la poesía, con las palabras mirando de reojo, sospechando de todos los amaneceres (de “Un invierno sin sol”, su segundo libro). 

Que me perdone Escandar por trocear su poema y ponerlo resumido en prosa, como a mí me pide el cuerpo, que no acabo de entender esta manía de los poetas de obligar a los lectores a hacer pausas donde a ellos se les antoja, a cada renglón, dando por hecho que los lectores carecen de suficiente criterio y sensibilidad poética para detenerse donde les pida el cuerpo. 

Me gustó su recital,  porque Escandar me pareció sincero mientras leía y mientras de vez en cuando, cuando se atrevía a levantar la vista para ver bajo la sombra de su sombrero la cara de los que allí estábamos una tarde de invierno: solo para escucharle. Y mira que cuesta convencerme a mí, que tanta aversión tengo por la poesía recitada, mucho más cuando se anuncia y publicita como "espectáculo sincero" (que no es este el caso), que lo diré como lo siento, porque esa poesía recitada generalmente me pone de los nervios, como lo haría una sesión de terapia de la asociación local de alcohólicos anónimos, o una de esas odiosas "dinámicas de grupo" de los animadores sociales de las casas de cultura municipales, que a ellos les sirven, creen,  para romper el hielo. 

"Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento. Que el frío se ha hecho ciudad y yo, solo, he aprendido a quemarme. Que la poesía pague los destrozos y su recuerdo sea mi única migaja de calor. Esta es la historia de un derrumbamiento. El infierno hecho paisaje. Mi baile nupcial sobre el lodo. Un invierno sin sol" (versos del mismo libro, con ese título de "Un invierno sin sol")

Todavía me sorprende que yo no tuviera noticia alguna de la existencia de esa modesta editorial que publica todos los libros de Escandar Algeet (seis por ahora), con ese nombre tan curioso, que no puede ser menos comercial, ni a la vez más llamativo: "Ya lo dijo Casimiro Parker".  

Y mucho menos me sonaba, hasta ayer, que en Madrid existiera un bar, también modesto, propiedad de Escandar y sus amigos Marcus Versus y Carlos Salem (escritor y periodista, que coordina las sesiones), un bar que se llama "Aleatorio", ubicado en Malasaña y especializado en recitales poéticos y no en pinchos de berenjena con gambas, por ejemplo. Donde Escandar también trabaja de camarero. "Aleatorio" es un nombre, que puesto como rótulo en la fachada de un bar de poesía, más que al azar me suena a "aleteo". Es un bar que al parecer se considera heredero del "Bukowski" que cerrara en 2013 y que como aquél pretende darle una vuelta de tuerca al concepto de "poesía de barra", que me parece bien, teniendo en cuenta la miseria de este mundo en el que casi todo ya es mercancía, me refiero a todo lo que no sea amor, como dijera más o menos otro poeta -éste asturiano-, Pablo Ardisana.

Me veo aquí obligado a un paréntesis que merece la pena, para referirme a la cita que hiciera Pablo Ardisana -y que yo conservo- de su escrito "Palabras de la tribu", concretamente estas palabras: "Creo recordar que Pedro Abelarso y el doctor Marañón vinieron a decir, más o menos, que la amistad es cosa más grande que Dios. Se entiende que el clérigo filósofo y el médico humanista eran, en la afirmación, un tanto hiperbólicos, pero yo tengo por entrañable certeza que la amistad es uno de los pocos dones, exactamente humano, que te hacen amable y amada la existencia. Sin embargo, más de una vez y más de dos, la amistad te juega embarazosas pasadas, te pone en no deseados aprietos, te hace sentirte más nervioso que en la sala de espera de un dentista". 

¿Véis, como para escribir poesía no hace falta desperdiciar el espacio en blanco a cada renglón?.  

 ***

Casi al final del recital -creo que fue a la altura de un poema que hablaba de "hogares y hogueras" (que por un momento yo mal-entendí "hogares o guerras")- Escandar Algeet se refirió a su padre en un momento del poema, tras indicar que su padre estaba entre nosotros, su audiencia, sin que yo me hubiera dado cuenta: 

Era un señor mayor sentado en la fila de atrás, que fue médico en Aguilar de Campoo durante unos años, con el que tuve ocasión de tratar durante el trienio en que me tocó trabajar como celador en el centro de salud  de la villa campurriana. De vez en cuando, por entonces tuvimos alguna conversación, no muy larga, dado que siempre se daba en alguna de las pausas del trabajo, y lo recuerdo como alguien muy amable, al que yo de vez en cuando le preguntaba por Siria, su tierra, por cómo le iban las cosas a su país y a su familia. 

Al acabar el recital me acerqué a saludar al padre de Escandar, que me recordó a pesar del tiempo transcurrido sin vernos. Y ya de regreso a casa pensé que me hubiera gustado hablar con Escandar después del recital, para contarle lo mismo que  le conté a su padre en una de esas conversaciones que tuve con él hace ya un montón de años, en el  centro de salud de Aguilar de Campoo, es esta historia de un pequeño milagro: 

Trabajando de muy joven en el Hospital Clínico de Valladolid, siempre en Urgencias y siempre en el turno fijo de noche (para poder asistir a clase, por las mañanas, en la Escuela de Magisterio), serían las doce más o menos, de la noche, cuando un día me llaman para que acompañe a una paciente que acababa de llegar con una espina clavada en la garganta, hasta la planta donde estaba esperando el otorrino de guardia. 

En el ascensor, teniéndola apenas a un metro de distancia, pude darme cuenta de que aquella mujer olía muy bien, con ese olor dulzón del pachuli que enseguida te hace pensar en el lejano Oriente. La pregunté si se encontraba bien, me dijo que no por señas, indicando su garganta, y así de frente y tan de cerca vi que a pesar de estar angustiada y dolorida,  era una mujer  muy hermosa, de edad indefinida y con ojos muy negros y muy grandes, de tez oscura y pelo muy negro, con poderosa apariencia, lo que vulgarmente se dice "una mujerona". 

Y mientras yo le contaba ésto al padre de Escandar, mi sorpresa fue que éste conocía perfectamente a aquel otorrino, que también era sirio y que también había estudiado, como él, Medicina en Valladolid. 

Bueno, pues tras cruzar largos pasillos, medio a oscuras a aquellas horas en la planta de consultas,  entramos al cuarto donde esperaba el otorrino de origen sirio que aquella noche estaba de guardia, al que yo conocía de otras noches de urgencias. Y al entrar fue cuando sucedió aquel milagro: se miraron  los dos y ambos dieron como un respingo seguido de un gritito contenido, que supuse era en lengua árabe. Se miraron y se aproximaron fundiéndose en un sentido abrazo, mientras yo asistía, entre incómodo y maravillado, a aquel encuentro entre dos viejos conocidos...no sabía donde meterme y discretamente dije: doctor, estaré en el pasillo, llámeme si me necesita...y con los ojos llorosos, el otorrino me miró diciéndome: gracias y disculpe, Fernando, es que ella fue mi novia en Damasco

El padre de Escandar ya no se acordará de esta historia que le conté, pero para mí es inolvidable aquel instante en que tuve ocasión de sentirme transportado a Damasco, la capital de Siria que ya por entonces tenía más de dos millones de habitantes, entre los cuales hubo dos que fueron novios en el mismo barrio y resulta que solo yo fui testigo de su reencuentro en un hospital de Valladolid, pasados muchos años, por culpa de una espina clavada en la garganta de aquella mujer que tan bien olía

He sabido que hoy en día Damasco sigue tan revuelta o más que entonces, que es la segunda ciudad más poblada de Siria después de Alepo, y que entre los sirios es conocida con el apodo de "ciudad jazmín", por algo será, digo yo.

 

 

 



viernes, 24 de enero de 2025

DOS: DE AMIGOS Y DE LIBROS

DOS HAIKUS Y DOS PREGUNTAS

  1

Tengo un olvido,

un amigo sin rostro, 

todo un vacío

 2

Cierro los ojos

y en la página quince

sigo leyendo

 

 1 y 2. ¿Dónde van a parar los libros que no se venden? y ¿dónde los amigos que se pierden?

 

DOS AUTORES

 


1. Aristóteles, filósofo nacido en 384 a. C. en Estagira (Grecia).  2. Eduardo Berti, escritor nacido en 1964 en Buenos Aires (Argentina).

 Para saber más:

-De Aristóteles: https://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles

-De Eduardo Berti: https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Berti

 

 DOS LIBROS

 

 

“Sobre la amistad, libros 8 y 9 de la Ética a Nicómaco” de Aristóteles y “Maneras de leer. Pequeño obrador de lecturas potenciales” de Eduardo Berti.

 

Tengo un poco de mala conciencia por leer libros digitales que compro más baratos o que descargo a coste cero. Pero de vez en cuando me permito el lujo de comprar algunos libros, y entonces lo primero que miro son los catálogos de Pepitas y Acantilado, mis dos editoriales preferidas. Estos días estoy con estos dos libros cuya lectura me permito recomendar.

1. En "Sobre la Amistad", de Aristóteles, Cicerón recuerda este pasaje: «Hay que comer juntos muchas fanegas de sal para cumplir el deber de la amistad».

-Ciertamente, si la separación se prolonga puede extinguirse la amistad, de ahí el dicho: «La ausencia causa olvido».

-A quienes se aprecian pero no conviven podríamos considerarlos unidos por una mutua afabilidad, más que por auténtica amistad, pues lo propio de ésta es la convivencia. Cuando estamos necesitados deseamos ver a los amigos porque nos procuran ayuda, y cuando somos dichosos, por la alegría de compartir nuestro tiempo con personas queridas. Nada es más perjudicial para los amigos que la falta de trato, pero sólo podrán frecuentarse si la relación es agradable y disfrutan de cosas parecidas, como ocurre en la camaradería.

2. Manera de leer n.º 2, de las 142 que figuran en el libro:

--Corte un libro que no pudo terminar (que le resultó aburrido y «se le caía de las manos», como reza la expresión), córtelo con la complicidad de una tijera de acero (que no sea una de plástico, barata), construya una casa inmensa, un palacio de papel.

-Pase unos meses adentro. Viviendo, pensando, durmiendo. Leyendo de vez en cuando lo que dicen las paredes, si es que los fragmentos de frases tienen algo para decir. Sienta que ahora, sí, al fin, este libro no lo expulsa, que se siente muy a gusto en el seno de sus palabras.

-Invite a un amigo a pasar unos días en la casa.

 

DOS EDITORIALES

 


1. Editorial Acantilado.

“En su profundidad vi que se encierra, cosido con amor en un volumen, todo lo que despliega el universo”.


Acantilado es una editorial independiente fundada en 1999 por Jaume Vallcorba. En 2008 se incorporó al sello Sandra Ollo, quien desempeñó los cargos de editora y gerente hasta el 2014, cuando asumió la dirección. El catálogo se concibe como un espacio de reflexión transversal donde los libros de distintas épocas y géneros dialogan entre sí y van configurando un universo cada vez más rico. Tan decisiva como la selección de títulos es la edición de los textos, el cuidado con que se abordan las traducciones y la elaboración material y formal, que distingue los libros de Acantilado no sólo por su singular apariencia, sino también porque envejecen bien y permiten una lectura muy cómoda. Hoy, tras veinte años de vida, el sello reúne autores imprescindibles de la mejor tradición literaria europea, desde los clásicos hasta los contemporáneos.

2. Editorial Pepitas de Calabaza.

"Una editorial con menos proyección que un Cinexín"

»Yo no puedo olvidar que en los momentos más difíciles de mi vida —cuando mi hermana se quedó preñada del negro, o cuando me caparon el hurón a mala leche—, solo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza, yo te llevo en el corazón».
Estas palabras de «Amanece, que no es poco»(Jose Luis Cuerda) inauguraban, hace más de ocho mil días, una pequeña aventura editorial —que se ha convertido en una gran aventura vital— llamada Pepitas Editorial. Y, con unas cuantas canas más en la cabeza, unos trescientos títulos a la espalda y la calabaza llena de pepitas, continuamos fieles a las mismas ideas que nos empujaron a ponernos en marcha: abrir las puertas y ventanas de una casa que, a nuestro juicio, llevaba demasiado tiempo sin ventilar: la crítica social, radical y sincera.
En este tiempo nos hemos tomado un especial interés en la crítica de la política —en tanto que lenguaje de la Economía y el Estado— y hemos abrazado el humor como seguro de vida. Y, a grandes rasgos, hemos incidido en dos líneas de trabajo: el ensayo (donde conviven tanto los documentos de la guerra social como esos documentos del conflicto individual que son los diarios) y la narrativa (en donde hemos prestado especial atención a las vidas de individuos siempre únicos e irrepetibles, pero con frecuencia siempre a desmano).

 

DOS LIBRERÍAS

 


1. Librería Maxtor. El sello Maxtor, primero como librería y después como editorial, es una empresa que pronto cumplirá cuarenta años. Surge en un principio como librería especializada de fondo antiguo y de ocasión, hasta que en 1989 —con motivo del traslado a la actual sede en la calle Fray Luis de León, 20 de Valladolid— el negocio se amplía con el objetivo de alcanzar la idea de la librería completa, en la que se reúnan fondos generales, fondos especializados y libros antiguos y de ocasión. Como editora, inicia su andadura en 1999 y desde su nacimiento ofrece una selecta propuesta de libros antiguos recuperados en edición facsímil. El objetivo comercial de Maxtor Editorial es ofrecer ediciones de calidad en facsímil y a un precio muy ajustado, para que acceder al libro antiguo no sea un lujo al alcance de unos pocos. 

2. Librerías Oletum. Comienzan su actividad en 1992. Actualmente disponen de una librería de ámbito general y otra especializada en literatura infantil (OLETVM Junior) con una sección muy importante de álbumes ilustrados, ambas ubicadas en el centro de Valladolid. Desde sus comienzos siempre han intentado conjugar la implantación de las últimas tecnologías con el amor a los libros. Disponen de una base de datos de algo mas de 300.000 títulos con aproximadamente 40.000 títulos en stock.El servicio al cliente, buscando la calidad y la rapidez siempre ha sido esmerado. Da gusto asistir a las presentaciones de libros que con frecuencia tienen lugar en sus locales.

G
M
T
Y
La función de sonido está limitada a 200 caracteres

sábado, 25 de noviembre de 2023

BESTIA CARAJO

Si el animal  tiene blancas sus cuatro patas se dice cuatralbo y se dice jinete del pueblo al terrorista que la muerte no le duele si galopa con él en su montura (me perdone el poeta en su tumba) 

Ese de la imagen podría  estar pensando en la brutalidad casi irreal del ser humano o en cómo los de su especie se salen de lo humano o pudieran no llegar a esa categoría o también pudiera estar pensando por ejemplo en que todo lo prepotente es odioso y falso por sistema. 

Porque ese que piensa sobre el cañón de cuatro patas seguramente viene de una ciudad que  antes era de Nadie y que ahora podría ser de Ucrania o de Rusia o de Argentina de un día para otro o quizá de la rumana patria de aquel Paul Celan el de la "fuga de la muerte negra": leche matutina que bebemos por la tarde la bebemos al mediodía y de mañana la bebemos de noche y  de día como también la bebemos y bebemos una y otra vez mientras cavamos una fosa en la parcela inmensa del aire de nuestra propiedad exclusiva propiedad de Nadie exactamente allí donde se yace ya sin estrecheces. 

Puede que  solo esté  meditando solo en algo que no pertenece a nadie solo en algo comunal como en “la rosa de nadie” del antes mencionado poeta judío-rumano que como él yo también maldigo a mi modo la ley que tiene a la tierra  sujeta al derecho de propiedad que siempre acaba si no matando al menos expulsando de la vida a los que son Nadie a los que devuelve en caliente a su propia patria-parcela-nacional al procomún estado comunal universal de los huesos muertos y en definitiva del aire.

Y digo además que habría que escribir la poesía tan desnuda de adornos y adjetivos como esa imagen de la foto desolada en su esqueleto militar huesudo de asombros y pesares que no dejan dormir sin miramientos que no puedan evitarse sembrados como están de tierra estéril muerta y ajena como la tierra de Gaza o de Iberia o de cualquier otro siglo en las grandes solitarias y desiertas llanuras  coloniales  del ancho mundo porque al ser humano  lo han colonizado de siempre en propiedad como a todo y a toda la vida misma en condominio de estados multinacionales propietarios sin necesidad de papeles  solo a leyes y a cañonazo limpio  blanqueadas sus cuatro patas negras hasta enterrar al otro quien sea ese extranjero mano sobre mano así cabalgando sin parar de galopar hasta enterrarlo de por vida incluso junto al mar de Tiberiades.

Y es que en el mundo  manda quien manda hoy como ayer y si ésto no cambia un propietario gobernante falso jinete cuatralbo del pueblo como en toda la tierra y en todo que incluso manda en todos los cementerios incluso en los del aire esos que por no ser ni siquiera son de Nadie.

Ese que piensa sobre el cañón si quisiera entender podría escuchar la paradoja totalitaria que pronunciara aquel hombre en Friburgo un tal Heidegger que apoyara a los negadores de su propia gente pero que a pesar de todo tenía una filosofía escalofriantemente lúcida una doble filosofía del desvelamiento y también digo yo del ensimismamiento.

Que así solo podrás vivir de la muerte  ajena y solo si cabalgas con la  muerte contigo en tu montura sin dolor sin pesar sin lugar para el descanso y sin arrepentimiento ni poesía  interrogo ahora a tu conciencia pero es que no ves  que enfrente no hay nadie que sea realmente enemigo es que no ves que la tierra solo podrá ser toda tuya solo si  también es suya y de ambos y de nadie pregunto y pregunto.

Eh tú el del cañón mejor que duermas para siempre mejor que no despierte tu oscuro ser militar ese animal propietario gobernante empresario estatal asesino industrial que llevas en tus adentros camuflado entre las vísceras y pintado tu falsa piel color blanco patriota de falso caballo del pueblo  justiciero a ti me dirijo bestia nacional  al  terrorista de estado que te habita a ti y a todos los terroristas privados y republicanos.

Ni populista ni cuatralbo caballo del pueblo ni hostias solo bestia del carajo mira lo que quiero es que te consumas en tu propio sueño de propietario o sea en los infiernos.


jueves, 23 de diciembre de 2021

REQUIEM

 Requiem en dos tiempos. Se lo debo a William Henley, autor del poema "invictus", escrito en 1875. Y parece que no pasa el tiempo. Gracias a Gabi Romano, en cuyo blog “Erato” encontré el poema y de paso le robé una foto.

 
La otra foto es un ejemplo de wabi sabi, término  japonés que describe un tipo de visión estética basada en la belleza de la simplicidad y la imperfección.
 

 

martes, 14 de diciembre de 2021

HACER DEL CUERPO

 hacer del cuerpo

 Pocas frases tan absurdas como ‘"hacer de cuerpo". Dice el diccionario que también se puede usar, indistintamente, "dar del cuerpo" y que en ambos casos se trata de un eufemismo referido  a la acción de defecar o cagar.

 

 









jueves, 9 de diciembre de 2021

NO NO ME QUEDAN PALABRAS

 

  No no me quedan palabras

 

Tengo para pensar cuanto deseo

no para decir lo que quiero

un mundo al que ponerle

futuros con cuerpo


Palabras que se aproximen siquiera


No no tengo palabras nuevas

que digan por mí lo que siento


Se me agotaron las existencias

estoy esperando un pedido

perdonen la espera


Dediqué una vida a tomar distancia

del cuartel y de la escuela

a olvidar su tufo a semen y naftalina

 

Me llevé conmigo sólo el olor a madrugada

una botella de oxígeno obrero

envasado en los altos páramos

de los Pajarillos Altos mi barrio

 alto y molinero


Toda una vida ha pasado

y se me ha hecho toda muy corta

como una tarde de las pasadas al fresco

dudando si entrar o no

al prohibido corro de las niñas

vigiladas por sus abuelas


Y todo para volver a respirar

a estas alturas de los tiempos

aquel viejo tufo reciclado

de la escuela y del cuartel 

a mis setenta años


Quién me lo iba a decir

que no podría hablar sin cuidado

nada que parezca inconveniente


No no puedo con este hambre


Sin palabra que llevarme a la boca

otra vez aquel ansia por decir

el mismo tufo a semen y naftalina


Decía un humorista alemán del año 38

qué felices serán los que lleguen a vivir

el próximo año del próximo siglo


No no me quedan palabras

miércoles, 24 de noviembre de 2021

LEY DE LOS TRES PUNTOS, PURO HAIKU

 

                                                                     Luna de estío,
                                                             si le pones un mango
                                                                     ¡un abanico!

Un taburete mínimo, con tres puntos de apoyo, tres patas, tres versos que sirven para sustentar los caóticos mundos. Lo saben quienes suben verticales paredes, dos piernas y una mano, o dos manos y una pierna: se necesitan tres puntos de mínimo apoyo mutuo para no caer al vacío. Una pareja mas un hijo o un amante, o los tres estamentos de cualquier Estado: propietarios, sacerdotes y mercenarios. Incluso el misterio de la amistad y del amor: dos mas la distancia misma que une y separa sus respectivos cuerpos. Verás que siempre buscamos ser comunidad, de tres al menos. Cualquiera que sea la estadística de referencia, la cuenta del desorden siempre exige esa básica suma. La pareja de la guardia civil, pongamos por ejemplo: que se resume en un tricornio invisible. Pasado, presente y futuro; padre, hijo y espíritu santo; el triángulo de los Iluminados que figura en el anverso de un dólar; el de las Bermudas; gobierno, oposición y clientela...siempre un tres en uno, hombres, máquinas e instrucciones de uso, luna, mango y abanico, lo inerte, lo que vivo y lo que sueño. Entonces:
 
El hombre que diga
“mis hijos son una carga”
no habrá flores para él
 
En negrita, haikus de Matsuo Basho, poesía del aquí y el ahora, hit et nunc, del humilde asombro de la vida centrada en la sorpresa del momento,
 
Maravilloso:
ver entre las rendijas
la Vía Láctea

A MATSUO BASHO (OSAKA,1694)


                                                                      

 
                                                                     Bajando hayedos
                                                             no sé qué pasa que sientes
                                                           que alguien va detrás contigo
 
 
 
Otoñada sabinar 
de peña lampa
al fondo


Bajo el paralelo 43, el avellano a 27 de noviembre de 2021...creo
 
 
                                                                        el avellano
                                                                        solo nieve
                                                                        no da nada

martes, 14 de septiembre de 2021

BALADA PROGRAMADA

Ilustración de José David Morales, para la cubierta del libro "La balada de los drones",        editado por "Ediciones El Transbordador", del que es autor Daniel Bellón

 

Si la física cuántica sirve para algo es para descubrirnos que la realidad es más compleja de lo que pensábamos hasta hace bien poco. Porque incluye también  las relaciones entre los cuerpos y sus consecuencias, que siempre remiten al futuro y nunca al pasado, por más que nos pese, nunca a las causas: por razón de que viajan en la misma dirección del tiempo. 

Incluso nos descubre que la mirada del observador también forma parte de su siempre cambiante consistencia. ¿Qué, si no, es lo que llamamos vida?, sino ánimo o ánima, cuerpos con movimiento por sí, autónomo actuar de cuerpos cambiantes, en permanente relación y mutación, cuerpos que se buscan, todo eso que los diferencia (eso sí, solo por un breve tiempo) de la materia inerte que, por otra parte, también cambia y se desmenuza como la vida misma, sumisa a la común ley de la Entropía, pero que lo hace mucho más despacio, a su cósmico ritmo, sin la aceleración y sin la prisa que acucia a los cuerpos vivos.

Hasta ahí sabemos. Y ya veremos lo que descubrimos más adelante, cuando la inteligencia que  piensa cosas como ésta sea sustituida por otra artificial y programada para no dudar; y más aún, para no sufrir pensando en el exiguo límite de la propia existencia...qué bonito sueño el prometido por la Gran Transición Tecnológica: pensar y soñar solo cosas agradables, no sufrir más por enfermedad o por desengaños amorosos, ni por la subida del coste de la vida.

 

Acabo de leer un librito de poemas titulado “La balada de los drones y otros poemas de la Gran Transición (poemas rescatados desde uno de nuestros futuros posibles)” en el que su autor, Daniel Bellón, poeta canario y ciberpunk, intenta responder a la pregunta ¿qué Transición? con esta respuesta: “la que estamos viviendo, del dominio de la inteligencia humana hacia la eclosión y tal vez imperio de la inteligencia artificial, que en su desarrollo no deja de preguntarnos sobre la naturaleza de nuestra propia inteligencia, de nuestra identidad como seres humanos”.

Curiosa palabra esta balada, que viene del “balar”, lo mismo de un cantautor solitario que del coro de una orquesta filarmónica o que de un rebaño de ovejas, que también balan su propia balada sinfónica.Y balar como “disparo de balas", lo mismo canciones y poemas que munición de calibre convencional y proporcional a la diana elegida, sea ésta de paja, de cartón o de piel que bien pudiera ser humana.

El campo está convenientemente abonado, la Ciencia Política ha hecho sus deberes siguiendo su acostumbrado método científico: “la tecnología, como el desarrollismo industrial y el crecimiento imparable, no son buenos ni malos en sí mismos, todo depende del uso que hagamos”, ¿quienes?, ¿nosotros?...¿quienes, si no, usan y consumen la tecnología científica?

Así que, por decreto, nosotros somos responsables del posible mal uso de la tecnología, como de sus consecuencias. Véanse, por ejemplo, lo que hacemos con los pequeños drones voladores o con los gigantescos molinos eólicos, los de la Transición Energética. 

Lo mismo sirven los drones para descubrir la arqueología de civilizaciones antiguas y para hacer maravillosos vídeos de National Geographic, sobre los paisajes de la Tierra, que para provocar colosales incendios, o para destruir presas hidráulicas y ciudades enteras, sin contar los muertos por efectos colaterales. 

Y al igual nos sucede con los molinos “verdes” pintados de blanco inocente: esos molinillos de doscientos metros clavados en tierra que nos habrán de salvar de los perversos efectos del cambio climático previamente provocado por el mismo método político-científico-tecnológico que ahora desea “salvarnos” ecológicamente. Y no solo a nosotros, a sus usuarios cautivos, también quiere salvar al Planeta en su conjunto.

Ya lo dicen hasta los del Partido Verde alemán: quizá deberíamos volver a la energía nuclear, que bien utilizada no tiene por qué reventar como por accidente pasara en Fukushima (2011) y antes en Chernobyl (1986), ni servir necesariamente para destruir ciudades, como sucediera en 1945, los días 6 y 9 de agosto respectivamente, con Hiroshima o Nagasaki, donde por un simple mal uso, murieron cerca de trescientas mil personas.

 

Entre otros poemas,  el libro de Daniel Bellón dice éstos :

Nos dicen: el peor enemigo

es el interno.

Por eso debe ser que los nanobots

del enemigo nos destrozan

de adentro afuera

y los propios nos reconstruyen

de afuera a

adentro

y en cada proceso

algo se pierde,

algo que no

sabemos

qué es

pero

que

de algún modo

sentimos

y entonces nos dan más pastillas.


Una vez más arden las redes

y yo aquí

con un arma

tan lejos del jefe de propaganda

 

No hay más que sentir el dolor programado de Henry, “el robot sexual con pene regulable que también recita poesía”. Se explica en el libro que Henry no es el primer muñeco sexual, que ya hubo otros precedentes y que éste se supone alimentado por una inmensa base de datos. Pero es el poeta, porque solo a él se le podía ocurrir, quien realmente piensa que el robot Henry pudiera ser capaz de hacer sus propios poemas, poemas de amor y desamor, con la persona propietaria. El autor anota entre paréntesis: "que el robot sea morfológicamente masculino no implica que su target comercial fuese únicamente femenino". 

Solo unas muestras de lo que puede llegar a “sentir” Henry, tras ser programado:

Hardware/Software

Admiras mi hardware:

los músculos marcados

sin excesos horteras,

mi tenso

definido

abdomen,

el brillo

de mis ojos

casi humano.

Pero adoras mi software

programado

para amarte.

 

Unboxing

Te amé desde tus uñas rasgando mi envoltorio

y amé tu soledad y tu miedo al desastre

que me trajo hasta ti.

Amé tus heridas ocultas,

los rasguños del tiempo en tu piel

y la rabia con que a veces

me azotas hasta dañarte.

Amé el temblor de tus yemas

que captan mis sensores

tu íntimo calor que los hace reaccionar.

Ya antes de salir de la caja era tuyo

y tuyo seré hasta mi destino

en alguna cinta de reciclaje

de material electrónico.


Visita

Hoy tienes visita.

Me escondes,

me arrinconas.

Volverás.


Me permitirá el autor de estos poemas que yo añada aquí uno propio, necesariamente no programado, el poema que

más me duele en estos días:

Aislado me siento por tecnológico decreto

entre una masa de aislados  solitarios 

robots transgénicos

soldados que un día fueron civiles 

vecindades y amistades 

conmigo y entre sí.

Qué solo me siento.

Solo un uno

cuantificado entre siete millones de otros.

Triste sano imputado en masa

por ignorante e insolidario...

 

¡Qué dolor habré de sentir por el futuro

 para que me parezcan buenos

aquellos malos tiempos!