martes, 1 de marzo de 2016

ES IMPOSIBLE Y LO SABEMOS


Hoy es imposible un gobierno que favorezca a las clases populares más allá de lo que, forzados por las circunstancias, pudieran hacerlo el Partido Popular o Ciudadanos. El capitalismo no se lo puede permitir. Fue imposible en nuestro remoto pasado republicano y lo es en el presente monárquico. Sigue siendo imposible porque el contexto de fondo sigue siendo hoy el mismo de entonces, seguimos viviendo en un orden político totalitario y todopoderoso, ahora hegemónico y dominante a escala global. Podemos llamarlo como queramos,  pero sigue siendo Capitalismo Parlamentario.

Ahora, esa vía hacia el poder es incluso más imposible que en ocasiones precedentes, como lo evidencia el ejemplo de Grecia. Cuando en 1936 ganó las elecciones el Frente Popular -con un programa reformista y socialdemócrata, no más avanzado que el del PSOE actual-, el sistema  lo impidió con un levantamiento militar del ejército de la República, a costa de una guerra fratricida y con la consecuencia de cientos de miles de muertos...daños colaterales. Hoy la oportunidad es aún menor y lo sabe cualquiera que haya dedicado algo de tiempo a la reflexión sobre la realidad de nuestro tiempo y a analizar nuestra propia experiencia histórico-politica. Hoy sabemos que un triunfo electoral de cualquier coalición que se parezca a un Frente Popular -aunque sea reformista y socialdemócrata-, es TOTALMENTE  imposible con la Banca europea y los ejércitos de la OTAN en contra de cualquier experimento neocapitalista de la izquierda. Esa derecha genuina sabe que eso sería un capitalismo “flojo”, inconveniente para estos momentos, un quiero y no puedo, de progresismo light, que sólo funcionó en tiempos de bonanza económica y de grandes tasas de beneficio. 

domingo, 28 de febrero de 2016

DE OLVIDOS Y VIDAS PARALELAS: EL TREN DE LA ROBLA Y EL VIEJO CAMINO A COMPOSTELA

El ferrocarril de La Robla es la línea de vía estrecha más larga de Europa Occidental, con 335 km, que discurren entre Bilbao (Vizcaya) y La Robla (León).Fue inaugurado el 11 de agosto de 1894 con el objetivo principal de acercar la producción carbonífera de las cuencas mineras leonesa y palentina a la poderosa industria siderúrgica de Vizcaya. En 1972 la sociedad entró en quiebra y la empresa pública FEVE se hizo cargo de la línea. Bajo su gestión la situación no sólo no mejoró, sino que sus resultados empeoraron extraordinariamente. En 1991 cesó su utilización para el tráfico de pasajeros —restringido solo al de mercancías—, pero, gracias a distintos convenios con la Administración pública, en 2003 se reanudaron distintos servicios entre León y Bilbao. Su recorrido atraviesa las provincias de León, Palencia, Cantabria, Burgos y Vizcaya, y es considerado uno de los ferrocarriles más emblemáticos de España.

jueves, 25 de febrero de 2016

LA LÍNEA ROJA







La declaración universal  de los bienes comunes y la democracia integral

Me refiero a la necesidad de una declaración unilateral, porque es impensable que las élites dominantes que controlan la sociedad a través de la economía y la política, puedan algún día  favorecer esta declaración, más bien todo lo contrario. 

Los bienes comunes y la democracia participativa no dejan de ser eufemismos en boca de la izquierda sistémica; fuegos fatuos, un ardid estratégico para mantener en las masas la ilusión utópica de “la igualdad” y “lo público”, que caracteriza al pensamiento reformista de esa izquierda, en su progresiva deriva adaptativa al orden dominante, estatal-capitalista. Esta aspiración abstracta y utópica, de apariencia “justiciera”, sigue siendo rentable para la clase dirigente alineada en la izquierda del sistema. Todavía permite el acceso a una cuota variable de poder. En función de la coyuntura histórica, sí, subordinadamente, sí, pero sin perder la cercanía del Poder, siempre a resguardo de la intemperie, siempre cerca del sol que más calienta. 

viernes, 5 de febrero de 2016

POR EL PLENO EMPLEO, OTRO CLIMA ES POSIBLE

Autor de la imagen: Bankys

En algo más  de dos siglos de existencia, la ideología capitalista ha demostrado en la práctica, sobradamente, su extremismo radical y utópico. La experiencia histórica ha puesto en evidencia su  promesa de progreso y su objetiva falsedad. Bajo el imperio del capitalismo el mundo avanza, sí, pero hacia un precipicio que ya presentimos como inevitable e inminente.
 
Según el imaginario capitalista, en este mismo y único mundo real caben dos mundos. Dos mundos  separados por un espejo, un artefacto que  proporciona una visión   inversa de la realidad, confundida ésta con la imagen reflejada. Y sobre esta confusión elemental, la religión capitalista edifica su fe en el progreso, su Más Allá socialdemócrata, su prometido Estado de Bienestar anticipado a esta vida, podemos verlo: un hipermercado  en cada esquina, donde tirar de Visa a discreción, mientras las máquinas trabajan y cotizan para nosotros, para pagarnos una magnífica renta básica, una pensión de por vida.

domingo, 31 de enero de 2016

LA IZQUIERDA EN CRISIS, BAJO EL SINDROME DE ESTOCOLMO.


Ilustración de Pawel Kuczynsky

Sobre el “efecto bloom”: en los videojuegos actuales el uso de la luz está muy extendido, así como los objetos tridimensionales; un programador puede hacer que un foco de luz en el fondo de la imagen ilumine una determinada textura y dejar en la penumbra a otras, pero objeto y luz no llegan a interactuar como lo harían en la realidad, porque mantienen sus contornos perfectamente definidos, y la luz no llega a invadir al objeto. Pero la lente de una cámara no enfoca perfectamente, y con una luminosidad intensa dejará ver sus imperfecciones. Esto es, el brillo iluminará más allá de los límites del objeto, creando un halo a su alrededor y difuminando sus bordes junto con los de la luz, creando LA ILUSIÓN DE QUE EL FOCO ES MÁS LUMINOSO DE LO QUE ES EN REALIDAD (explicación de www.ecetia.com/2009/05/que-es-bloom-effect )


 
Sostengo que es el deslumbramiento ante los efectos del progreso tecnológico lo que mantiene atrapada a la izquierda en las redes de la modernidad capitalista y en su aparato de dominación. La crisis no es del capitalismo, sino de la izquierda capitalista. Mediante el empleo de luminosidad artificial se logra generar una forma de ilusión por la que todo objeto así iluminado es percibido como real. Esta distorsión elemental ya no necesita ser ocultada porque forma parte de la propia ideología tecnológica, de su identidad ontológica y cuasimágica. Ha sido creada una “realidad” radicalmente nueva, no basada en el objeto mismo sino en su iluminación, es la mística bloom, una vacua sacralización del progreso tecnológico, que impregna todo el aire que respiramos, a derecha e izquierda, arriba y abajo.

lunes, 25 de enero de 2016

ANTROPOCIDIO, POR, SOBRE, ANTROPOCENO



Pesebre, fotografía de Gabriel Muro

Existe un enorme potencial -hoy anquilosado- de capacidad creativa, de relación con el otro, de amor y solidaridad. En el mundo tanático que habitamos, hay grandes reserva de Eros. La reducción de lo humano a relaciones mercantiles es un fenómeno criminal que casi tendríamos que llamar antropocidio: por eso, hay razones específicamente existenciales y morales para acabar con el capitalismo. Lo humano, el abanico de las posibilidades humanas, es un espacio apenas explorado y sin embargo gravemente amenazado: igual que la biosfera, ese vulnerable mundo natural que habitamos. La responsabilidad de todos y cada uno, cada una, es tratar de detener esa catástrofe antropológica, ese antropocidio. Y sabemos que el tiempo apremia”.

Jorge Riechman, Cuaderno de Notas, 2015. http://tratarde.org/recupero-estas-notas-previas



Se habla del Antropoceno como nueva época geológica de la Tierra, se dice que pudimos haber iniciado esta época a mediados del siglo pasado, cuando se hizo masivo el consumo de plásticos y hormigón, lo dicen algunas revistas científicas como Science a partir de sesudas investigaciones. Se trataría de un proceso de acumulación destructiva, sedimentada en estratos geológicos, según la lógica lineal, cuantitativa e historicista, que es propia de la moderna idea de “progreso”, para la que sus efectos destructivos deben ser asumidos como “costes”, ventajosamente compensados por los beneficios derivados del progreso.

Pero yo creo que todo ésto viene de más atrás, que el evidente antropoceno no es sino consecuencia del tapado antropocidio, programado desde la modernidad occidental - industrialista, capitalista y estatalista-, a partir de su despliegue colonial del siglo XIX, hasta configurarse como la “globalización” que hoy conocemos, caracterizada por su máxima expansión, por su máxima concentración de poder y, por tanto, por su máxima capacidad de dominación.