domingo, 11 de abril de 2021

SIN MIEDO, CON-CIENCIA Y EMPATÍA



Bandera, de Mikhail Zlatkovsky


La empatía es un signo de madurez del individuo humano, durante la época de crianza los niños tardan algunos años en operar con empatía. Hay un experimento que conocí cuando estudiaba pedagogía con el que ésto se mostraba evidente: situemos a dos niños pequeños frente a frente, separados por una mesa con una mampara pequeña y opaca en medio, que no les impida la visión del otro pero que tape el objeto que cada uno tiene delante; preguntemos a cada uno de ellos qué objeto cree que ve el otro y comprobaremos que ambos piensan que el otro ve lo mismo que él, ignoran que la posición del otro es diferente a la suya y que eso implica una visión diferente. Si ésto les siguiera sucediendo en la vida adulta, estaríamos hablando de una enfermedad que llamaríamos infantilismo. Pues eso es, crónica inmadurez en la edad adulta, incapacidad para ponerse en el lugar del prójimo, ignorando su singularidad, su individualidad.

Por otra parte, desde hace muchos años vengo pensando que en aquellos momentos en que los individuos sentimos la vida como algo fallido, el meollo de tal sentimiento es, precisamente, la falta de lo que yo denomino “empatía general básica”, ese ponerse en el lugar del otro, que no es sino básico amor al prójimo,  pero que también podríamos decir “de individual conciencia de especie”, porque la conciencia es necesariamente individual, es una facultad, algo exclusivo del ser singular, ya que las sociedades - más aún las masas - por sí carecen de conciencia.

Esto del amor al prójimo parece, en principio, algo ambiguo: ¿amar al próximo pero no al lejano?, ¿a los iguales y no a los diferentes?, ¿amar solo a mi círculo de conocidos, amigos, vecinos y parientes?...sin duda que necesita una explicación. Pienso que la humanidad toma cuerpo, se hace concreta y material en el prójimo, en esa pequeña parte de la humanidad con la que me relaciono y convivo en un mismo territorio, compartiendo lugar y tiempo de vida en un mismo trozo de la Tierra común, eso que llamamos nuestro “país” (de paisaje). Pues bien, cuando un individuo siente más fallida su existencia es cuando no percibe aprecio en su trato con los demás; y lo siente incluso más que cuando tiene hambre o frío... “nadie me tiene en cuenta” se dice a sí mismo, con un dolor que le deprime y le supera, del que o bien se hace culpable o bien lo proyecta como culpa ajena de esos prójimos que le maltratan o que, como poco, le ignoran.

Pues bien, si uno repasa nuestra evolución histórica, verá que ésta apunta en la actualidad a un futuro más incierto e imprevisible que nunca, porque nunca antes había sucedido esta dependencia humana del contexto global, nunca hubo tanto aislamiento del individuo respecto de la comunidad en la que transcurre su existencia, nunca tanta falta de empatía y comunidad. Ahora, ante las grandes amenazas globales que atenazan la existencia humana - como el calentamiento global, la devastación de la biodiversidad, el agotamiento de los recursos naturales, el colapso económico y demográfico, etc-, el individuo no se siente partícipe de las causas y, sin embargo, por todos los medios se apela a su empatía y a su conciencia de especie. Se espera de él que no piense solo en sí mismo, ni solo a corto plazo, se espera que se haga cargo de la situación global, de la crisis existencial por la que pasa la especie humana en su conjunto. Pero ésto no lo puede comprender y, por tanto, no lo puede hacer este individuo que durante los últimos siglos ha sido enseñado y acostumbrado a pensar y actuar a corto plazo, obedeciendo a su más primario, reaccionario, instinto de supervivencia. No puede hacerlo este individuo cuyas relaciones sociales, otrora de convivencia y proximidad, fueron mediadas, intervenidas y finalmente sustituidas por impuestas entidades abstractas, como el Estado y el Mercado, que le han proporcionado un ficticio ideal de comunidad, un ilusorio y abstracto Bien Común, reducido a la idea de “Nación” como sucedánea comunidad, de súbditos y productores-consumidores-contribuyentes. “Mercado libre y Hacienda somos todos”, se dice.

En su aislamiento y soledad, este mayoritario individuo medio se siente aislado, desconcertado y confuso; es un ser crónicamente débil e irresponsable, básicamente asocial, acongojado y miedoso, un desconfiado compulsivo, ansioso deseante de certezas, seguridades y fuertes liderazgos, más bien jefaturas. En definitiva, es el producto perfecto, la pieza perfectamente apta para componer el nuevo orden social que se ha dado en llamar Nueva Normalidad, ese puzzle neofascista que estamos viendo expandirse y conformarse a escala global, emergiendo como crisálida de su propia podredumbre. Otra vez el burdo espectáculo de su camuflaje populista, su gregaria y milagrosa solución elitista diseñada por “expertos”, cada vez menos humanitaria, menos científica y cada vez más bruta.

He llegado a la conclusión de que en la maltrecha conciencia del individuo medio contemporáneo ha quedado descartada la empatía, la conciencia de especie o como lo queramos llamar, no sólo porque su falta de práctica se ha naturalizado y normalizado, sino también porque este individuo ha empezado a aceptar la lógica eugenésica y transhumana que sigue a los datos y previsiones de un rápido colapso sistémico. No lo dice, pero sí lo piensa, su instinto primario interpreta que para la futura existencia individual será mejor un mundo con menos humanos y que así, en el reparto le tocará más mundo a cada individuo. Despoblar el mundo se ha convertido en horizonte obligado para las élites dirigentes como para las masas contagiadas de fascismo... perverso, sí, pero para las masas educadas en el miedo al prójimo y al futuro, resulta creíble, lógico y hasta “científico”.

Ahora sí podemos decir que es la hora de los justos, de quienes todavía conserven conciencia y empatía, amor al prójimo y conciencia comunitaria, pensamiento humanitario, realmente democrático y científico. Y quienes usan el espantajo del fascismo como disculpa ya no pueden seguir simulando “antifascismo”, sea republicano o proletario, mientras fortalecen por detrás a la bestia madre del fascismo, la estatal y mercantil. Pronto se verán obligados a elegir: 1) entre arrimar su culo al sol que más calienta. 2) reiniciar la misma Historia para llegar al mismo sitio en el que ya estamos, o 3) sumarse a la revolución democrática integral que está en marcha, desde una combativa red global, de solidarias asambleas comunales, de mujeres y hombres igualmente libres. Desde las catacumbas y a la intemperie y, ahora sí, sin banderas ni fronteras, sin jefes ni gobernantes, sin propietarios ni mercaderes.

No creo en una futura sociedad perfecta, ni creo que ninguna sociedad del pasado lo fuera. Pienso que el conflicto es natural a la vida en sociedad, pero también pienso que las naturales diferencias humanas - las físicas, intelectuales, de salud, belleza e inteligencia - ya son muchas y suficientes y que es contrario a toda razón que haya artificiales diferencias, a mayores e impuestas, y que éstas se agranden y perpetúen mediante gregarias estructuras de dominación, que nos conducen a la irrelevancia del ser propiamente humano...solo súbditos perfectamente intercambiables e prescindibles, carentes de empatía y comunidad, como cualquier máquina. Pues eso es el fascismo, ese Orden con destino a la Nada. Piensen, ¿en qué se queda el fascismo si le privamos del Estado que lo amamanta?

Practiquen una mínima empatía con las élites dominantes, pónganse en su mente y lugar por un instante, ¿ven lo que ellas ven?: un mundo que las sobrepasa, unas masas que no paran de multiplicarse, a las que ya no podrán tener ocupadas ni darles comida, ni educación, ni medicina, un subsidio, ni siquiera una mínima renta básica...¿cómo gobernarlas y darles satisfacción sin renunciar al beneficio capitalista y, por tanto, sin suicidio de las élites gobernantes, expuestas a merced de esas masas ignorantes, que solo piensan en consumir y consumir hasta ocupar su lugar?...¿cómo no van a recurrir al fascismo para restaurar el Orden y, a ser posible, con la complicidad de una buena parte de esas masas?, ¿cómo no promover guerras y pandemias que vayan reduciendo la población a límites "manejables", “ecológicos”, “sostenibles”? 

No hay mejor antídoto contra el fascismo que ponerse en su mente y lugar. Desconecten, no le den publicidad, no le hagan frente a la bestia en su terreno, desconecten, sin miedo, construyan comunidades de ayuda mutua y autodefensa, rescaten los antiguos comunales e inventen otros nuevos, verdaderas democracias, sin permiso, no tengan miedo, que sin nuestro trabajo nada vale su poder ni su dinero, no tengan miedo, que tenemos trabajo de sobra, sin miedo tenga cada mujer al menos dos hijos, para que deje de haber más abuelos que nietos, sin miedo, que habrá mundo de sobra para las futuras generaciones según vayamos recuperando la vida en comunidad, en la medida que logremos rescatar la Tierra y nos ocupemos de cuidarla...pero tendrá que ser pronto, porque el margen es ya muy estrecho. Sé que sucederá porque no hay otra opción, ninguna otra oportunidad, porque futuro solo hay uno.


domingo, 21 de marzo de 2021

HOY, DÍA MUNDIAL DE LA (G)RIMA

 

Sabrás que tú y yo somos coetáneos trocitos de la piel que envuelve el planeta y que, de confirmarse este dato, ambos salimos de un mismo parto, prematuro para  la joven edad de la Tierra, tan sólo cuatro mil quinientos millones de años, pues sí, resulta que tú y yo (no me digas cómo, si como piel o como bacteria) tenemos una misma procedencia materna y que, en todo caso, venimos de las estrellas.Te diré, sin embargo, que tengo una mala noticia, que ni esa cáscara habitada, ni el fuego que la crió,  ni siquiera son definitivos; así que, menos aún lo son nuestros dos trocitos de vida. Que igual que hubo un tiempo en que nada existía, otro habrá en que tampoco. Pues parece ser que todo lo que es no será, porque arrastra consigo esa carga,  pues tiene fecha de caducidad y  ese es el precio a pagar.

La cáscara de piel que llamamos biosfera es una capa muy fina, un mínimo solar donde habita todo bicho viviente, con ánima o sin ella, animal o vegetal, un osado bichito que tuvo el impulso de prosperar en aguas calientes estancadas y copular en cualquier sitio, sobre rocas y arenas, entre cubitos de hielo, fumarolas volcánicas, a lomos del aire, incluso de sus...piros. Que allí nadan, bucean, andan, reptan, tropiezan, sueñan y vuelan, allí se comen y se multiplican los unos con los otros, promiscuamente, los bichitos, sin orden ni preferencia. Parece muy grande la Tierra pero no creas que lo es tanto, ten en cuenta que a lo ancho tiene solo el radio de una esfera y que a lo alto sólo mide la ínfima distancia que separa a las nubes de las ballenas.

No hagas caso de disparatadas teorías que cuentan cómo fue la Evolución...que si acabaremos siendo mamíferos depredadores y asociales, que si híbridas criaturas biomecánicas, con pellejo de latón y corazón a pilas, que si medio bestias o medio sagradas...solo porque un día comimos monos muertos, o por hacer el amor en el hondo silencio de las cuevas, solo porque fuimos vegetales a futuro, girasoles quietos que viven solo mientras giran al son que dice el sol de turno...que no, que no, que solo son cuentos, historias para pasar el rato las tardes de tormenta y que a la noche los niños se duerman.

Sé que por ahí corre una fake new con mucho éxito, anunciando el siguiente fin del mundo para justo ese mismo día en que se agoten créditos y petróleos. Pero no puede ser, no, porque  ya se acabaron hace tiempo, el mismo día que se secaron los bosques, ¿o es que ya no sabemos de nde venían créditos y petróleos, sino de los árboles viejos muertos y luego podridos, sumergidos al fondo de océanos, lagunas, ríos, bajo el fango de afluentes negocios y otros charcos?

Se acabaron aquel día petróleos y créditos  sin que hiciéramos caso ni a indicios ni a evidencias. Se estaban secando igual los bosques que los coches a motor, las fábricas que echaban humo igual que las tiendas todoacién. Y también las de los chinos, todas se secaron, sucedió, sólo que lo supimos demasiado tarde. Lo del crédito final viene de bien antíguo y aunque le calculemos solo tres siglos, resulta que ya lo decían los más arcaicos libros, que nos hablaban de la urgencia y necesidad, de expulsar a los mercaderes del templo. Fue aquel siglo en que el dinero-moneda transmutó en virus-mercancía, una cepa extremadamente contagiosa, de préstamo, alquiler y compraventa, pero eso sí, agotado antes de nacer. Y fue por la misma causa que seca las selvas, sumergida su razón en el mismo fango, codicioso, petrolífero, crediticio.

Pero a qué mundo me refiero si sospecho que el anuncio del Final no es más que un aviso más, otro “que viene el lobo”. Por eso que convenga ir concretando, si es la rústica materia que rellena los vacíos del universo o es la sofisticada memoria empleada en borrar olvidos. ¿Qué nombramos, pues, cuando decimos “mundo”? Algo sí sabemos seguro, que hasta los dinosaurios tuvieron su final y que de aquellos fósiles estos polvos, que brotarán mundos nuevamente innovadores de aquellos barros, árboles y bestias hechos papilla y así podrá inaugurarse otra vez cada otro mundo nuevo y sucesivo...y luego otro y otro, ya sin dinosaurios ni homossapiens, para empezar cada vez un mismo final, igualmente nuevo, verde y sostenible, uno emprendedor, bien moderno y primitivo. 

Voy acabando y también te digo que este resumen es más bien provisional y que si hay tantas leyes para lo mismo, seguro que la buena está en desuso. Una ley general del universo y otra quiero yo para la vida en particular, una ley opuesta a la geológica entropía, estatalocenos y capitalocenos que desmenuzan el mundo como si fuera azucarillo. A medida que se aísla y expande, la vida se come a la vida y con ello se reproduce y así vive mientras sigue muriendo. La vida replica su propia contradicción de ángel caído, contra sí misma, sumisa y abandonada a la ley general de la materia, bursátil. E irresponsable de sí, ase piensa: inerte, desapercibida e intrascendente como un breve lapsus. El mundo se extiende cuando el tiempo se comprime, ambos atrapados en ese mismo embudo, ley fatal de la materia. Así se acorta y se extingue la vida, así, privada de empatía y comunidad, por su menguado valor, por su propio anonimato. 

Te diré lo que pienso ahora mismo: ¡a la mierda el Día Mundial de la Poesía!...¿pero qué gran bobada es la celebración de este día?, si a nadie le importa ya la poesía, si lo sustancial hoy es la rima, el PIB de cada cual, lo que su trabajo cotiza en Bolsa y ande yo caliente que se ría la gente. Que se ría, que para eso es el día de la rima, no de la poesía.


jueves, 18 de marzo de 2021

A PROPÓSITO DEL PROLOGO DE KARLOS LUCKAS


Karlos Luckas es Enrique Alvarez Carrillo y viceversa. Le estoy muy agradecido por el prólogo que ha escrito para mi libro “2020, hay andancio”, recientemente editado por Potlatch y publicado por Bubok. Este es el enlace a dicho prólogo:

https://karlosluckas.blogspot.com/2021/03/prologo-al-libro-de-anton-dke-2020-hay.html

En ese texto hace valiosas aportaciones de gran calado estratégico, que me incitan a proseguir en el esfuerzo de profundizar en mi propia visión, para llegar a articularla como propuesta con dirección estratégica. Hasta ahora, me he limitado a enunciar esbozos, porque eso son, básicamente, los artículos reunidos en este libro, como en los artículos que vengo publicando desde 2010 en este blog. Ahora el reto al que me incita Karlos Luckas en su prólogo consiste en una tarea para la que, probablemente, yo no esté suficientemente preparado, y no es falsa modestia sino  autoconocimiento de mis propias limitaciones. Pero lo voy a intentar y, de hecho, para eso ya trabajo en el próximo libro.

Entiendo las urgencias que acucian a mucha gente deseosa de activismo, pero no hay que caer en el apresuramiento; por  la propia experiencia histórica, sabemos que la impaciencia nos lleva a perdernos por las ramas, “entrando al cebo” en una dinámica acción-reacción en la que acabamos gastando nuestras energías en cuestiones parciales y momentáneas que solo sirven para ir acumulando fracasos, porque "no van al grano", es decir, a combatir el sistema, no para ponerle parches, sino para destruirlo y sentar los precedentes de una sociedad y un tiempo nuevos. Y eso sólo es posible, y sólo merece la pena, si además de por qué, sabemos para qué y cómo hacerlo.

Los hechos están acelerando la decadencia y debilidad de todos los posicionamientos presuntamente alternativos, fundamentalmente proletaristas, en sus versiones marxistas, anarquistas, nacionalistas, ecologistas y feministas, al tiempo que se va fortaleciendo la deriva totalitaria del orden hoy dominante en su dirección autodestructiva y de perfil nítidamente eugenista/ecofascista. Y eso hace que el emergente paradigma de transformación integral se vaya quedando solo frente al orden dominante. Es cuestión de tiempo que sepamos articular los principios, las estrategias y las tácticas necesarias para afrontar el próximo y apasionante tiempo - necesariamente revolucionario- en el que  tocará librar la fase decisiva de esta batalla en la que estamos, que pronto será cuerpo a cuerpo y que, por ahora, es sólo una batalla de las ideas, o por el “relato”, como dicen los politólogos mediáticos.

Blog de Enrique Alvarez Carrillo:

https://karlosluckas.blogspot.com/

Libros:

http://www.potlatch-ediciones.com/

https://www.bubok.es/autores/KarlosLuckas


sábado, 13 de marzo de 2021

PUBLICADO "2020, HAY ANDANCIO"

 


 

Editado por POTLATCH y publicado por BUBOK, con prólogo de Enrique Alvarez Carrillo, acaba de salir a la calle el libro que reúne mis textos publicados en este blog a lo largo del pasado año. A todos, gracias por meterme en estos líos. 


jueves, 11 de marzo de 2021

DE LO KE LE SUZEDIO A DON KIJOTE KON UNOS KABREROS

 

Discurso a los cabreros”. Tapiz sobre la obra El Quijote, fabricado en la Real Fábrica de Nápoles (s.XVIII)

 

Sí, ya sé que a casi nadie le interesa la defensa de las lenguas maternas. Soy consciente de lo quijotesco que eso es hoy en día, cuando está siendo arrasada la riquísima diversidad cultural de los pueblos de Europa y del mundo, gracias a la pasividad social con que es asumida la invasión de las culturas locales como consecuencia del imperio económico y cultural de los EEUU. Veremos qué pasa en los próximos años, cuando culmine el relevo que ya está en marcha, del liderazgo geopolítico, a favor de China. La minoría consciente de la situación de las lenguas maternas, incluso tenemos que soportar benevolentes risitas, cuando para la comunicación internacional proponemos el uso de una lengua neutra, anacional, como el esperanto.

Hace unos cuantos días publiqué un artículo titulado “De la Zeka a la Meka y Biceversa”, que puede verse en este enlace: https://blognanin.blogspot.com/2021/02/de-la-zeka-la-meka-y-bizebersa.html

En ese texto intentaba reflexionar acerca de la mucha mejora que permite la lengua castellana, mal llamada "español". Una de estas mejoras podría consistir en resolver sus grandes irregularidades, una de las cuales es la de tener letras consonantes cuya norma de escritura es ambigua y confusa, no se corresponde con la pronunciación, baste como ejemplo la consonante c, que puede pronunciarse con sonido de k o z dependiendo de  la vocal que la acompañe (así, suena k en caza y z en cena). No es tan cierto lo que decimos del castellano en el sentido de que es una lengua fácil de aprender por su regularidad, podría serlo, pero no lo es; y  no se debe a que tenga una estructura tan rígida que no admita cambios en las normas de uso. No hay más que ver la facilidad con que la sociedad y la Academia incorporan cientos de palabras y pronunciaciones procedentes de la lengua del imperio.

A continuación va una muestra de lo que digo, un texto cuya forma escrita se corresponde con la hablada:

Kapítulo XI. De lo ke le suzedió a don Kijote kon unos kabreros  (ekstrakto del libro “El injenioso idalgo don Kijote de la Manha”, de Miguel de Zerbantes)

No entendían los kabreros akeya jerigonza de eskuderos i de kabayeros andantes, i no azían otra kosa ke komer i kayar, i mirar a sus uéspedes, ke, kon muho donaire i gana, embaulaban tasajo komo el puño. Akabado el serbizio de karne, tendieron sobre las zaleas gran kantidad de beyotas abeyanadas, i juntamente pusieron un medio keso, más duro ke si fuera eho de argamasa. No estaba, en esto, ozioso el kuerno, porke andaba a la rredonda tan a menudo (ya yeno, ya bazío, komo arkaduz de noria) ke kon fazilidad bació un zake de dos ke estaban de manifiesto. Después ke don Kijote ubo bien satisfeho su estómago, tomó un puño de bellotas en la mano, i, mirándolas atentamente, soltó la boz a semejantes rrazones:

— Dihosa edad i siglos dihosos akéyos a kien los antiguos pusieron nombre de dorados, i no porke en eyos el oro, ke en esta nuestra edad de ierro tanto se estima, se alkanzase en akeya benturosa sin fatiga alguna, sino porke entonzes los ke en eya bibían ijnoraban estas dos palabras de tuyo i mío. Eran en akella santa edad todas las kosas komunes; a nadie le era nezesario, para alkanzar su ordinario sustento, tomar otro trabajo ke alzar la mano i alkanzarle de las rrobustas enzinas, ke liberalmente les estaban konbidando kon su dulze i sazonado fruto. 

Las klaras fuentes i korrientes rríos, en majnífika abundanzia, sabrosas i transparentes aguas les ofrezían. En las kiebras de las peñas i en lo ueko de los árboles formaban su repúblika las solízitas i diskretas abejas, ofreziendo a kualkiera mano, sin interés alguno, la fértil koseha de su dulzísimo trabajo. Los balientes alkornokes despedían de sí, sin otro artifizio ke el de su kortesía, sus anhas i libianas kortezas, kon ke se komenzaron a kubrir las kasas, sobre rrústikas estakas sustentadas, no más ke para defensa de las inklemenzias del zielo. Todo era paz entonzes, todo amistad, todo konkordia; aún no se había atrebido la pesada rreja del corbo arado a abrir ni bisitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, ke eya, sin ser forzada, ofrezía, por todas las partes de su fértil i espazioso seno, lo ke pudiese artar, sustentar i deleitar a los ijos que entonzes la poseían. 

Entonzes sí ke andaban las simples i ermosas zagalejas de baye en baye i de otero en otero, en trenza i en cabeyo, sin más bestidos de akeyos ke eran menester para kubrir onestamente lo ke la onestidad kiere i a kerido siempre ke se kubra; i no eran sus adornos de los ke aora se usan, a kien la púrpura de Tiro i la por tantos modos martirizada seda enkarezen, sino de algunas ojas berdes de lampazos i yedra entretejidas, kon lo ke kizá iban tan pomposas i kompuestas komo ban agora nuestras kortesanas kon las rraras i peregrinas inbenziones ke la kuriosidad oziosa les a mostrado. Entonzes se dekoraban los konzetos amorosos del alma simple i senziyamente, del mesmo modo i manera ke eya los konzebía, sin buscar artifizioso rrodeo de palabras para enkarezerlos. No abía la fraude, el engaño ni la malizia mezkládose kon la berdad i yaneza. La justizia se estaba en sus proprios términos, sin ke la osasen turbar ni ofender los del fabor i los del interese, ke tanto aora la menoskaban, turban i persigen. 

La lei del enkaje aún no se abía sentado en el entendimiento del juez, porke entonzes no abía ké juzgar, ni kién fuese juzgado. Las donzeyas i la onestidad andaban, komo tengo diho, por dondekiera, sola i señora, sin temor ke la ajena desenboltura i lascibo intento le menoskabasen, i su perdizión nazía de su gusto i propria boluntad. I agora, en estos nuestros detestables siglos, no está segura ninguna, aunke la okulte i zierre otro nuebo laberinto komo el de Kreta; porke ayí, por los reskizios o por el aire, kon el zelo de la maldita solizitud, se les entra la amorosa pestilenzia i les aze dar kon todo su rekojimiento al traste. Para kuya seguridad, andando más los tiempos i kreziendo más la malizia, se instituyó la orden de los kabayeros andantes, para defender las donzellas, amparar las biudas i socorrer a los uérfanos i a los menesterosos. Desta orden soi yo, ermanos kabreros, a kien agradezko el gasaje i buen akojimiento ke azéis a mí i a mi eskudero; ke, aunke por lei natural están todos los ke biben obligados a faborezer a los kabayeros andantes, todabía, por saber ke sin saber bosotros esta obligazión me akojistes i rregalastes, es rrazón ke, kon la boluntad a mí posible, os agradezka la buestra.

Toda esta larga arenga —ke se pudiera mui bien eskusar— dijo nuestro kabayero porke las beyotas ke le dieron le trujeron a la memoria la edad dorada i antojósele azer akel inútil rrazonamiento a los kabreros, ke, sin rrespondeye palabra, embobados i suspensos, le estubieron eskuhando. Sanho, asimesmo, cayaba i komía beyotas, i bisitaba mui a menudo el segundo zake, ke, porke se enfriase el bino, le tenían kolgado de un alkornoke.