Ayuntamiento estatal-Ajuntamiento comunal |
II
¿QUÉ
HACER?
1. Planteamiento
En nuestro primer
encuentro pareció quedar sentado que lo que denominamos revolución
integral es un proceso todavía incipiente, insuficientemente maduro
y que, por tanto, necesita ser elaborado con mayor profundidad. Yo
también lo creo, pero también pienso que esa maduración nunca será
completa, ni del todo real, si es carente de experimentación vital
y de acción política. No es contradictorio seguir reflexionando y
debatiendo acerca de principios y estrategias, al tiempo que
experimentamos formas de organización y estrategias que nos permitan
avanzar, en coherencia con la ética y la integralidad que
proclamamos, afrontando los riesgos que eso conlleva.
Se trata de ser
consecuentes al tiempo que corresponsables en la realidad que está
sucediendo y que nos hemos propuesto transformar. Pienso que en la
actualidad, tanto en el estado español como a escala global, se dan
unas circunstancias óptimas para la propagación de la idea de
revolución integral, porque la deriva autodestructiva de la
globalización neoliberal está propiciando un posicionamiento
personal de base ética y escala universal, que es compartido, aún
de forma difusa, por una masa crítica de personas y movimientos
sociales en todo el mundo.