Ayuntamiento estatal-Ajuntamiento comunal |
II
¿QUÉ
HACER?
1. Planteamiento
En nuestro primer
encuentro pareció quedar sentado que lo que denominamos revolución
integral es un proceso todavía incipiente, insuficientemente maduro
y que, por tanto, necesita ser elaborado con mayor profundidad. Yo
también lo creo, pero también pienso que esa maduración nunca será
completa, ni del todo real, si es carente de experimentación vital
y de acción política. No es contradictorio seguir reflexionando y
debatiendo acerca de principios y estrategias, al tiempo que
experimentamos formas de organización y estrategias que nos permitan
avanzar, en coherencia con la ética y la integralidad que
proclamamos, afrontando los riesgos que eso conlleva.
Se trata de ser
consecuentes al tiempo que corresponsables en la realidad que está
sucediendo y que nos hemos propuesto transformar. Pienso que en la
actualidad, tanto en el estado español como a escala global, se dan
unas circunstancias óptimas para la propagación de la idea de
revolución integral, porque la deriva autodestructiva de la
globalización neoliberal está propiciando un posicionamiento
personal de base ética y escala universal, que es compartido, aún
de forma difusa, por una masa crítica de personas y movimientos
sociales en todo el mundo.
Se están produciendo por
todas partes multitud de experiencias que intentan explorar vías de
superación del sistema hegemónico, mediante iniciativas de
contestación y rebeldía radical, tanto en el plano personal como en
el colectivo, con las que coincidimos ampliamente en su análisis y
a las que desde nuestra corriente de pensamiento podemos hacer
aportaciones esenciales, superadoras de la mecánica reformista y
reaccionaria acostumbrada desde la izquierda, definitivamente
institucionalizada.
A esa rebelión difusa
podemos aportar una dimensión ética y estética, ecológica y
económica, social y política, personal y social, la dimension
integral para la rebelíón necesaria. Una propuesta de organización
social y ruptura biopolítica dimensionada al desafío civilizatorio
al que nos enfrentamos, a partir del sustrato universal y básico de
autonomía-responsabilidad-soberanía de cada individuo, apuntando
hacia una democracia completa, integral, al autogobierno por
asambleas que es consustancial al propósito de emancipación
personal y social que anunciamos.
Creo que acumulamos herramientas teóricas y experienciales que son
suficientes para iniciar un proceso de organización que será muy
largo, porque no estamos hablando de una organización política,
sino de cómo organizarnos la vida por nosotros y nosotras mismas. De
ponernos a ello, creo que hay que hacerlo en modo preventivo de todo
sectarismo, en el que desembocaremos, creo, si nos empeñamos en
delimitar excesiva y pretenciosamente el plan revolucionario.
Sostengo que éste plan ha de ser una propuesta abierta y vacunada
contra todo vanguardismo sectario. Creo que la propuesta de
revolución integral prenderá sólo si contiene el atractivo de una
vida interesante y practicable, sustentada en valores éticos,
prepolíticos, sí, pero tan concretos como universales, tan
reconocibles como lo son el bien y el mal en la conciencia de
cualquier ser humano.
2.
Propuesta
1.
Promover una declaración unilateral de los principios prepolíticos
que habrán de constituir la futura carta universal de los derechos
y deberes humanos.
Quienes
pensamos
y sentimos la
necesidad
inaplazable de:
-Rescatar
la autonomía, libertad, que otorga sentido y dignidad a la vida
humana, restableciendo la responsabilidad personal que ello conlleva
junto al compromiso del individuo con el devenir de su comunidad como
del conjunto de la sociedad humana.
-Restituir
el equilibrio ecológico que hace posible la existencia, la
diversidad y, en consecuencia, la continuidad de la vida humana.
-Disolver
los Estados, junto a toda forma de totalitarismo, a toda forma de
dominación sobre la existencia humana, erradicar todas las
instituciones que impiden construir la sociedad emancipada y
fraternal en la que queremos vivir.
-Abolir
toda forma de apropiación del Procomún, universal e inalienable,
constituido por los recursos de la Tierra junto con los del
Conocimiento humano.
-Organizar
la convivencia humana en comunidades locales plenamente autónomas y
soberanas, autoconstituidas como democracias inclusivas e
integrales, confederadas en todos los niveles de la escala
territorial a partir del principio de convivencialidad y ayuda mutua.
-Abolir
la forma de esclavitud que es el trabajo asalariado, subvirtiendo
la economía capitalista en economía comunal,
organizadora
de
la producción de
bienes y servicios
como un deber mutuo entre
el individuo
y
la sociedad en que vive.
Quienes
así pensamos y sentimos,
adquirimos
el deber ineludible de contribuir a la revolución integral
2. Iniciar el proceso constituyente de Ajuntamientos comunales
-El
Ajuntamiento comunal es la organización social consecuente con los
principios prepolíticos,éticos, anteriormente enunciados.
-Es
una red social, comunitaria y confederal, que se autoorganiza en modo
simultáneamente global-virtual y local-presencial, integrada por
personas de todas las partes del mundo que se sienten comprometidas
con los valores y principios proclamados en la carta universal de los
derechos y deberes humanos.
-Es
una confederación global de comunidades territoriales, autónomas y
soberanas, autoconstituidas como democracias integrales, en régimen
de autogobierno por asamblea de iguales, que entre sí se reconocen
como individuos soberanos y corresponsables del sistema de
convivencia y de la gestión comunitaria del procomún universal.
-Es
paideia, autoaprendizaje personal y comunitario, abierto y
permanente, dialéctico y siempre perfectible.
-Es
organización con efecto demostrativo, pedagogía revolucionaria que
muestra la viabilidad de la alternativa al orden establecido y al
colapso social previsible.
-Es
una estrategia integral, de confrontación con el sistema dominante,
para lograr su superación en forma radicalmente democrática,
preventiva de toda tentación vanguardista y totalitaria,
diametralmente opuesta al sistema de partidos que es propio de las
falsas democracias “representativas” hoy vigentes.
3. Subsanar los procedimientos asamblearios
convencionales.
Restaurar la calidad democrática del procedimiento asambleario es
una cuestión previa e imprescindible para la puesta en
funcionamiento de las instituciones del autogobierno comunal en el
regimen de democracia integral. Para ello, aquí se propone un método
que pretende la máxima aproximación a su perfección democrática:
-Se considera el autogobierno comunal como un proceso en tres
secuencias: Deliberación-Decisión-Ejecución, precedidas cada una
de ellas por un tiempo personal dedicado a la información y la
reflexión.
-A cada secuencia del proceso le corresponde una institución
popular, funcional y propia: el CONCEJO para la deliberación y
presentación de propuestas de autogobierno, la ASAMBLEA para la toma
de decisiones a partir de las propuestas del concejo; la COOPERATIVA
para la ejecución de lo decidido por la Asamblea.
-Todos los habitantes de un territorio son miembros de la comunidad
(el Ajuntamiento Comunal) y todos los mayores de 14 años son
concejales y miembros de pleno derecho de todas las instituciones del
Ajuntamiento (del Concejo, de la Asamblea y de la Cooperativa del
común). Los miembros del Ajuntamiento que no son concejales (menores
de 14 años y adultos dependientes), pueden participar, con voz pero
sin voto, en todas las instituciones del autogobierno comunal.
4. Aclarar la cuestión territorial y los conceptos de vecindad y
paisanía
La autosuficiencia de recursos materiales y humanos es condición
necesaria para la autonomía económica y, a su vez, ésta lo es
para la soberanía política de toda comunidad. Esto significa que
una comunidad autónoma y soberana lo es en base a la población
(recursos del trabajo y el conocimiento humano) y al territorio
(recursos naturales) en el que transcurre su vida; es decir, depende
de la suficiencia de recursos, materiales e inmateriales. De ahí que
el territorio óptimo-mínimo sea el comarcal, ya que el ámbito
geográfico local, tanto en su extremo mínimo -rural/aldeano- como
en su extremo máximo -urbano/metropolitano- por sí no suponen un
territorio equilibrado en recursos, cuando en uno es predominante la
despoblación y en el otro lo es la carencia de recursos naturales
junto al exceso demográfico; porque la vida, en cualquier tipo y
tamaño de urbe, es inconcebible sin los recursos naturales
necesarios para su sustento vital.
Así pues, el ámbito territorial propio de un Ajuntamiento Comunal
es el comarcal o paísano, de “país”. En este punto conviene
aclarar los conceptos de vecindad y paisanía, para disipar la
confusión al respecto que propicia la actual organización
estatal-territorial. La vecindad es una relación de
convivencia en proximidad -local-, somos vecinos quienes vivimos en
un ámbito próximo que permite la relación personal directa. La
paisanía es una relación personal de convivencia
circunstancial, en un ámbito territorial superior al local, con unas
circunstancias geográficas y culturales compartidas, que originan un
espacio relacional. Nos reconocemos como “vecinos y vecinas”
quienes vivimos en el mismo barrio de una ciudad o en una misma
población pequeña. Nos reconocemos como “paisanos y paisanas”
quienes vivimos en un mismo territorio, en una misma comarca, tanto
si habitamos en una aldea como en una gran ciudad.
Por tanto, el ámbito “paisano”, el del territorio comarcal, es
el idóneo y propio de un Ajuntamiento Comunal.
A partir de la escala territorial-comarcal, es coherente la
organización confederal, en la que cada comunidad autónoma
(Ajuntamiento Comunal) ejerce su autogobierno conservando su plena
soberanía.
5. La organización comunal puede comenzar
ahora
- No basta con la formulación ideal y teórica de la revolución,
hay que involucrarse, mojarse en la experimentación, en su puesta en
práctica, con sentido combativo, permanentemente reflexivo,
dialéctico, perfectivo; en un proceso de autoformación personal y
social que ha de ser propio y consustancial a la revolución
democrática integral. Como
estrategia de confrontación inmediata
y para
la superación
a medio
y largo plazo del
sistema dominante, el
estatal-capitalista.
-Hay que organizar la oposición social y política al sistema desde
la sociedad, con instituciones populares autónomas y
autoconstituidas, no desde el parlamento o desde las organizaciones
partidistas que son propias del sistema dominante.
-Hacer visibles y ejemplares los procedimientos de solidaridad social
y ayuda mutua, de autonomía y soberanía, personal y comunitaria,
económica y social. Y confiar en su efecto demostrativo.
-Hacer pedagogía democrática, de vida en comunidad y democracia
integral será, sin duda, una ventaja estratégica que nos acercará
al objetivo a corto plazo de superar a la caduca izquierda
institucional (economicista, partidista, reformista, clasista y
estatalista) y que, en el largo plazo, deberá conducirnos, paso a
paso, progresivamente, a la disolución definitiva del aparato
institucional (derecha/izquierda) del sistema hoy global y
dominante.
6. Una propuesta táctica para la organización comunal inmediata
-Elaborar, consensuar y proclamar una declaración universal de
principios para la democracia integral, a partir del llamamiento aquí
propuesto.
-Hacer un llamamiento general al Ajuntamiento Comunal, creando una
potente herramienta virtual a tal efecto, acompañada de una
exhaustiva campaña viral de difusión del llamamiento a escala
global.
-Hacer un llamamiento específico a todos los movimientos de la
izquierda social (no a los partidos, ni a las organizaciones de la
izquierda institucionalizada), para la integración de todas las
experiencias comunitarias alternativas (cooperativas integrales,
ecoaldeas, monedas sociales, movimientos de neoruralidad,
decrecentistas, movimiento libertario de base, sindicalismo no
institucional, movimiento ecosocialista, colectivos feministas y
antisexistas, etc) en el proceso constituyente del Ajuntamiento
Comunal, buscando el encaje de dichas experiencias alternativas en la
organización comunal propuesta.
7. Una propuesta metodológica para
el inicio constituyente
-Todas las personas comprometidas con los principios enunciados
forman parte del “censo” comunal.
-Tres personas inscritas en este censo, habitantes de un mismo
territorio, pueden iniciar el proceso constituyente de su
Ajuntamiento Comunal.
-Tres personas del Ajuntamiento Comunal, vecinas del mismo barrio o
pequeña población del territorio, pueden iniciar el proceso
constituyente de su Junta de Vecindad.
-Dos Ajuntamientos Comunales de la misma región pueden iniciar el
proceso constituyente de la Confederación comunal de esa región.
-Se
considera fase constituyente desde el inicio hasta el momento en que
el censo de un Ajuntamiento Comunal llega a superar al censo “legal”
de la institución estatal correspondiente, sea ésta municipal o
comarcal.
8.Propuesta de organigrama para el funcionamiento comunal
*De los Concejos
-Todas las personas inscritas en el Censo comunal de una Vecindad son
concejalas y asamblearias, miembros del Concejo Local y de la
Asamblea Local de su Vecindad.
-Todas las personas inscritas en el Censo Comunal de un territorio
(comarca) son concejalas, asamblearias y cooperativistas, todas ellas
miembros del Concejo Comunal, de la Asamblea Comunal y de la
Cooperativa Comunal de su comunidad territorial.
-Las sesiones de Concejo tienen lugar como sesión múltiple de
agrupaciones voluntarias, integradas por un máximo de cien personas
(limitación de número estimada para que sea posible la deliberación
y participación real de todos sus miembros).
En las sesiones de Concejo Local se delibera y se hacen propuestas de
gobierno en torno a la agenda comunal-local, sometidas a la decisión
posterior de la Asamblea Local.
En las sesiones de Concejo Comunal se delibera y se hacen propuestas
de gobierno en torno a la agenda comunal-territorial.
*De las asambleas
-Todas las asambleas, locales o territoriales, en primera instancia
son sesiones de votación presencial, en las que se votan las
propuestas de los respectivos concejos y se aprueban o deniegan éstas
por grado de consenso previamente acordado. De no ser posible el voto
presencial (por cualquiera de las razones que pudieran impedirlo
-como la excesiva cantidad de miembros de las Asambleas o la carencia
de lugar adecuado o fecha oportuna-, la Asamblea tendrá lugar como
votación telemática, con los mecanismos de control y garantía
democrática necesarios a tal efecto.
*De las Cooperativas
-La Cooperativa comunal es la institución del Ajuntamiento que
ejecuta las medidas de gobierno aprobadas por la Asamblea
territorial.
Se organiza en agrupaciones productivas (“empresas”
autogestionadas), mediante trabajo comunitario, que es deber
obligado para todos los miembros de la comunidad. Su finalidad es la
producción, administración y distribución de todos los bienes y
servicios que constituyen la Renta Comunitaria.
La desconexión de la economía capitalista es el objetivo
prioritario de la Cooperativa para lograr la máxima autonomía
económica de las personas y del Ajuntamiento en su conjunto. Se
trata de traspasar el máximo de recursos, desde la actual economía
capitalista a la economía comunal. Y para ello, desde el momento
inicial de cada nuevo Ajuntamiento, deben ser bien implementadas
nuevas y coherentes formas de habitación, producción y
distribución.
Nuevas formas de habitación. Un modelo
básico de hábitat comunitario debe considerar la vivienda como un
bien de propiedad comunal y uso privado, ya que toda vivienda es un
bien inmueble que usa un bien comunal, que es el suelo. Un modelo
básico de hábitat comunitario debería adaptar el diseño de
“manzana”, integrando infraestructuras y espacios de uso
comunitario, haciendo previsión de las instalaciones necesarias para
el uso y gestión comunitaria, favoreciendo la autonomía básica de
las personas que habitan la manzana en, al menos, tres aspectos
fundamentales: alimentario, energético y servicios de ayuda mutua.
La arquitectura de la vivienda debería responder a las siguientes
principios: a) favorecer la vida comunitaria con respeto de la
privacidad personal-familiar; b) incorporar tanto espacio cultivable
como superficie de suelo es ocupada por cada edificio (un buen modelo
sería el que destinara la planta superior-bajo-cubierta íntegramente
al cultivo de invernadero). Cada vivienda debería incorporar,
además: un sistema autosuficiente de autonomía energética
(complementado comunitariamente) y un espacio para el trabajo privado
(estudio-tienda-taller).
Nuevas formas de producción.
Existen dos tipos
de trabajo, el privado y el comunitario. El primero como un deber
personal de autosuficiencia básica, que se realiza en el ámbito
privado, individual o familiarmente. El trabajo comunitario es el
dedicado a completar la autosuficiencia de bienes básicos de la
comunidad, a la producción de bienes y servicios de excelencia
cultural y social, y a la producción sustentable de excedentes,
destinados al intercambio y la solidaridad con otras comunidades
deficitarias. La renta básica es el resultado del trabajo privado.
La renta comunitaria es el resultado del trabajo social que, al
menos, debiera ocupar la mitad de cada jornada.
Nuevas formas de distribución e intercambio. Durante
los primeros años y mientras perduren las comunidades sometidas al
orden estatal-capitalista, resultará necesario e inevitable el
intercambio comercial con estas comunidades. Para ello es posible
aprovechar la experiencia histórica de las monedas locales, que
permita disponer de una moneda social de uso comunitario, con
equivalencia en el intercambio con las economías capitalistas.
La estrategia de partida consistiría en tener un pie en la economía
capitalista y otro en la economía comunal, para trasvasar recursos
de aquella a ésta, mientras la economía comunal se desarrolla y
consolida. En esta fase será necesario utilizar una cobertura
“legal” que permita sortear el previsible acoso de las
instituciones del sistema capitalista dominante, para lo que
tomaríamos ejemplo de la experiencia, en tal sentido, de las
actuales cooperativas integrales.
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