viernes, 1 de abril de 2016

PARA QUE PRENDA LA REVOLUCIÓN INTEGRAL (Parte 2)

Ayuntamiento estatal-Ajuntamiento comunal

II

¿QUÉ HACER?


 
1. Planteamiento

En nuestro primer encuentro pareció quedar sentado que lo que denominamos revolución integral es un proceso todavía incipiente, insuficientemente maduro y que, por tanto, necesita ser elaborado con mayor profundidad. Yo también lo creo, pero también pienso que esa maduración nunca será completa, ni del todo real, si es carente de experimentación vital y de acción política. No es contradictorio seguir reflexionando y debatiendo acerca de principios y estrategias, al tiempo que experimentamos formas de organización y estrategias que nos permitan avanzar, en coherencia con la ética y la integralidad que proclamamos, afrontando los riesgos que eso conlleva.

Se trata de ser consecuentes al tiempo que corresponsables en la realidad que está sucediendo y que nos hemos propuesto transformar. Pienso que en la actualidad, tanto en el estado español como a escala global, se dan unas circunstancias óptimas para la propagación de la idea de revolución integral, porque la deriva autodestructiva de la globalización neoliberal está propiciando un posicionamiento personal de base ética y escala universal, que es compartido, aún de forma difusa, por una masa crítica de personas y movimientos sociales en todo el mundo.


Se están produciendo por todas partes multitud de experiencias que intentan explorar vías de superación del sistema hegemónico, mediante iniciativas de contestación y rebeldía radical, tanto en el plano personal como en el colectivo, con las que coincidimos ampliamente en su análisis y a las que desde nuestra corriente de pensamiento podemos hacer aportaciones esenciales, superadoras de la mecánica reformista y reaccionaria acostumbrada desde la izquierda, definitivamente institucionalizada.

A esa rebelión difusa podemos aportar una dimensión ética y estética, ecológica y económica, social y política, personal y social, la dimension integral para la rebelíón necesaria. Una propuesta de organización social y ruptura biopolítica dimensionada al desafío civilizatorio al que nos enfrentamos, a partir del sustrato universal y básico de autonomía-responsabilidad-soberanía de cada individuo, apuntando hacia una democracia completa, integral, al autogobierno por asambleas que es consustancial al propósito de emancipación personal y social que anunciamos.

Creo que acumulamos herramientas teóricas y experienciales que son suficientes para iniciar un proceso de organización que será muy largo, porque no estamos hablando de una organización política, sino de cómo organizarnos la vida por nosotros y nosotras mismas. De ponernos a ello, creo que hay que hacerlo en modo preventivo de todo sectarismo, en el que desembocaremos, creo, si nos empeñamos en delimitar excesiva y pretenciosamente el plan revolucionario. Sostengo que éste plan ha de ser una propuesta abierta y vacunada contra todo vanguardismo sectario. Creo que la propuesta de revolución integral prenderá sólo si contiene el atractivo de una vida interesante y practicable, sustentada en valores éticos, prepolíticos, sí, pero tan concretos como universales, tan reconocibles como lo son el bien y el mal en la conciencia de cualquier ser humano.


2. Propuesta

1. Promover una declaración unilateral de los principios prepolíticos que habrán de constituir la futura carta universal de los derechos y deberes humanos.

Quienes pensamos y sentimos la necesidad inaplazable de:
-Rescatar la autonomía, libertad, que otorga sentido y dignidad a la vida humana, restableciendo la responsabilidad personal que ello conlleva junto al compromiso del individuo con el devenir de su comunidad como del conjunto de la sociedad humana.

-Restituir el equilibrio ecológico que hace posible la existencia, la diversidad y, en consecuencia, la continuidad de la vida humana.

-Disolver los Estados, junto a toda forma de totalitarismo, a toda forma de dominación sobre la existencia humana, erradicar todas las instituciones que impiden construir la sociedad emancipada y fraternal en la que queremos vivir.

-Abolir toda forma de apropiación del Procomún, universal e inalienable, constituido por los recursos de la Tierra junto con los del Conocimiento humano.

-Organizar la convivencia humana en comunidades locales plenamente autónomas y soberanas, autoconstituidas como democracias inclusivas e integrales, confederadas en todos los niveles de la escala territorial a partir del principio de convivencialidad y ayuda mutua.

-Abolir la forma de esclavitud que es el trabajo asalariado, subvirtiendo la economía capitalista en economía comunal, organizadora de la producción de bienes y servicios como un deber mutuo entre el individuo y la sociedad en que vive.

Quienes así pensamos y sentimos,
adquirimos el deber ineludible de contribuir a la revolución integral 

2. Iniciar el proceso constituyente de Ajuntamientos comunales

-El Ajuntamiento comunal es la organización social consecuente con los principios prepolíticos,éticos, anteriormente enunciados.
-Es una red social, comunitaria y confederal, que se autoorganiza en modo simultáneamente global-virtual y local-presencial, integrada por personas de todas las partes del mundo que se sienten comprometidas con los valores y principios proclamados en la carta universal de los derechos y deberes humanos.
-Es una confederación global de comunidades territoriales, autónomas y soberanas, autoconstituidas como democracias integrales, en régimen de autogobierno por asamblea de iguales, que entre sí se reconocen como individuos soberanos y corresponsables del sistema de convivencia y de la gestión comunitaria del procomún universal.
-Es paideia, autoaprendizaje personal y comunitario, abierto y permanente, dialéctico y siempre perfectible.
-Es organización con efecto demostrativo, pedagogía revolucionaria que muestra la viabilidad de la alternativa al orden establecido y al colapso social previsible.
-Es una estrategia integral, de confrontación con el sistema dominante, para lograr su superación en forma radicalmente democrática, preventiva de toda tentación vanguardista y totalitaria, diametralmente opuesta al sistema de partidos que es propio de las falsas democracias “representativas” hoy vigentes.

3. Subsanar los procedimientos asamblearios convencionales.

Restaurar la calidad democrática del procedimiento asambleario es una cuestión previa e imprescindible para la puesta en funcionamiento de las instituciones del autogobierno comunal en el regimen de democracia integral. Para ello, aquí se propone un método que pretende la máxima aproximación a su perfección democrática:

-Se considera el autogobierno comunal como un proceso en tres secuencias: Deliberación-Decisión-Ejecución, precedidas cada una de ellas por un tiempo personal dedicado a la información y la reflexión.
-A cada secuencia del proceso le corresponde una institución popular, funcional y propia: el CONCEJO para la deliberación y presentación de propuestas de autogobierno, la ASAMBLEA para la toma de decisiones a partir de las propuestas del concejo; la COOPERATIVA para la ejecución de lo decidido por la Asamblea.
-Todos los habitantes de un territorio son miembros de la comunidad (el Ajuntamiento Comunal) y todos los mayores de 14 años son concejales y miembros de pleno derecho de todas las instituciones del Ajuntamiento (del Concejo, de la Asamblea y de la Cooperativa del común). Los miembros del Ajuntamiento que no son concejales (menores de 14 años y adultos dependientes), pueden participar, con voz pero sin voto, en todas las instituciones del autogobierno comunal.






4. Aclarar la cuestión territorial y los conceptos de vecindad y paisanía

La autosuficiencia de recursos materiales y humanos es condición necesaria para la autonomía económica y, a su vez, ésta lo es para la soberanía política de toda comunidad. Esto significa que una comunidad autónoma y soberana lo es en base a la población (recursos del trabajo y el conocimiento humano) y al territorio (recursos naturales) en el que transcurre su vida; es decir, depende de la suficiencia de recursos, materiales e inmateriales. De ahí que el territorio óptimo-mínimo sea el comarcal, ya que el ámbito geográfico local, tanto en su extremo mínimo -rural/aldeano- como en su extremo máximo -urbano/metropolitano- por sí no suponen un territorio equilibrado en recursos, cuando en uno es predominante la despoblación y en el otro lo es la carencia de recursos naturales junto al exceso demográfico; porque la vida, en cualquier tipo y tamaño de urbe, es inconcebible sin los recursos naturales necesarios para su sustento vital.

Así pues, el ámbito territorial propio de un Ajuntamiento Comunal es el comarcal o paísano, de “país”. En este punto conviene aclarar los conceptos de vecindad y paisanía, para disipar la confusión al respecto que propicia la actual organización estatal-territorial. La vecindad es una relación de convivencia en proximidad -local-, somos vecinos quienes vivimos en un ámbito próximo que permite la relación personal directa. La paisanía es una relación personal de convivencia circunstancial, en un ámbito territorial superior al local, con unas circunstancias geográficas y culturales compartidas, que originan un espacio relacional. Nos reconocemos como “vecinos y vecinas” quienes vivimos en el mismo barrio de una ciudad o en una misma población pequeña. Nos reconocemos como “paisanos y paisanas” quienes vivimos en un mismo territorio, en una misma comarca, tanto si habitamos en una aldea como en una gran ciudad.
Por tanto, el ámbito “paisano”, el del territorio comarcal, es el idóneo y propio de un Ajuntamiento Comunal.
A partir de la escala territorial-comarcal, es coherente la organización confederal, en la que cada comunidad autónoma (Ajuntamiento Comunal) ejerce su autogobierno conservando su plena soberanía.

5. La organización comunal puede comenzar ahora

- No basta con la formulación ideal y teórica de la revolución, hay que involucrarse, mojarse en la experimentación, en su puesta en práctica, con sentido combativo, permanentemente reflexivo, dialéctico, perfectivo; en un proceso de autoformación personal y social que ha de ser propio y consustancial a la revolución democrática integral. Como estrategia de confrontación inmediata y para la superación a medio y largo plazo del sistema dominante, el estatal-capitalista.

-Hay que organizar la oposición social y política al sistema desde la sociedad, con instituciones populares autónomas y autoconstituidas, no desde el parlamento o desde las organizaciones partidistas que son propias del sistema dominante.

-Hacer visibles y ejemplares los procedimientos de solidaridad social y ayuda mutua, de autonomía y soberanía, personal y comunitaria, económica y social. Y confiar en su efecto demostrativo.

-Hacer pedagogía democrática, de vida en comunidad y democracia integral será, sin duda, una ventaja estratégica que nos acercará al objetivo a corto plazo de superar a la caduca izquierda institucional (economicista, partidista, reformista, clasista y estatalista) y que, en el largo plazo, deberá conducirnos, paso a paso, progresivamente, a la disolución definitiva del aparato institucional (derecha/izquierda) del sistema hoy global y dominante.


6. Una propuesta táctica para la organización comunal inmediata

-Elaborar, consensuar y proclamar una declaración universal de principios para la democracia integral, a partir del llamamiento aquí propuesto.
-Hacer un llamamiento general al Ajuntamiento Comunal, creando una potente herramienta virtual a tal efecto, acompañada de una exhaustiva campaña viral de difusión del llamamiento a escala global.
-Hacer un llamamiento específico a todos los movimientos de la izquierda social (no a los partidos, ni a las organizaciones de la izquierda institucionalizada), para la integración de todas las experiencias comunitarias alternativas (cooperativas integrales, ecoaldeas, monedas sociales, movimientos de neoruralidad, decrecentistas, movimiento libertario de base, sindicalismo no institucional, movimiento ecosocialista, colectivos feministas y antisexistas, etc) en el proceso constituyente del Ajuntamiento Comunal, buscando el encaje de dichas experiencias alternativas en la organización comunal propuesta.

7. Una propuesta metodológica para el inicio constituyente

-Todas las personas comprometidas con los principios enunciados forman parte del “censo” comunal.
-Tres personas inscritas en este censo, habitantes de un mismo territorio, pueden iniciar el proceso constituyente de su Ajuntamiento Comunal.
-Tres personas del Ajuntamiento Comunal, vecinas del mismo barrio o pequeña población del territorio, pueden iniciar el proceso constituyente de su Junta de Vecindad.
-Dos Ajuntamientos Comunales de la misma región pueden iniciar el proceso constituyente de la Confederación comunal de esa región.
-Se considera fase constituyente desde el inicio hasta el momento en que el censo de un Ajuntamiento Comunal llega a superar al censo “legal” de la institución estatal correspondiente, sea ésta municipal o comarcal.




8.Propuesta de organigrama para el funcionamiento comunal

*De los Concejos

-Todas las personas inscritas en el Censo comunal de una Vecindad son concejalas y asamblearias, miembros del Concejo Local y de la Asamblea Local de su Vecindad.
-Todas las personas inscritas en el Censo Comunal de un territorio (comarca) son concejalas, asamblearias y cooperativistas, todas ellas miembros del Concejo Comunal, de la Asamblea Comunal y de la Cooperativa Comunal de su comunidad territorial.
-Las sesiones de Concejo tienen lugar como sesión múltiple de agrupaciones voluntarias, integradas por un máximo de cien personas (limitación de número estimada para que sea posible la deliberación y participación real de todos sus miembros).
En las sesiones de Concejo Local se delibera y se hacen propuestas de gobierno en torno a la agenda comunal-local, sometidas a la decisión posterior de la Asamblea Local.
En las sesiones de Concejo Comunal se delibera y se hacen propuestas de gobierno en torno a la agenda comunal-territorial.

*De las asambleas

-Todas las asambleas, locales o territoriales, en primera instancia son sesiones de votación presencial, en las que se votan las propuestas de los respectivos concejos y se aprueban o deniegan éstas por grado de consenso previamente acordado. De no ser posible el voto presencial (por cualquiera de las razones que pudieran impedirlo -como la excesiva cantidad de miembros de las Asambleas o la carencia de lugar adecuado o fecha oportuna-, la Asamblea tendrá lugar como votación telemática, con los mecanismos de control y garantía democrática necesarios a tal efecto.

*De las Cooperativas

-La Cooperativa comunal es la institución del Ajuntamiento que ejecuta las medidas de gobierno aprobadas por la Asamblea territorial.
Se organiza en agrupaciones productivas (“empresas” autogestionadas), mediante trabajo comunitario, que es deber obligado para todos los miembros de la comunidad. Su finalidad es la producción, administración y distribución de todos los bienes y servicios que constituyen la Renta Comunitaria.

La desconexión de la economía capitalista es el objetivo prioritario de la Cooperativa para lograr la máxima autonomía económica de las personas y del Ajuntamiento en su conjunto. Se trata de traspasar el máximo de recursos, desde la actual economía capitalista a la economía comunal. Y para ello, desde el momento inicial de cada nuevo Ajuntamiento, deben ser bien implementadas nuevas y coherentes formas de habitación, producción y distribución.

Nuevas formas de habitación. Un modelo básico de hábitat comunitario debe considerar la vivienda como un bien de propiedad comunal y uso privado, ya que toda vivienda es un bien inmueble que usa un bien comunal, que es el suelo. Un modelo básico de hábitat comunitario debería adaptar el diseño de “manzana”, integrando infraestructuras y espacios de uso comunitario, haciendo previsión de las instalaciones necesarias para el uso y gestión comunitaria, favoreciendo la autonomía básica de las personas que habitan la manzana en, al menos, tres aspectos fundamentales: alimentario, energético y servicios de ayuda mutua.
La arquitectura de la vivienda debería responder a las siguientes principios: a) favorecer la vida comunitaria con respeto de la privacidad personal-familiar; b) incorporar tanto espacio cultivable como superficie de suelo es ocupada por cada edificio (un buen modelo sería el que destinara la planta superior-bajo-cubierta íntegramente al cultivo de invernadero). Cada vivienda debería incorporar, además: un sistema autosuficiente de autonomía energética (complementado comunitariamente) y un espacio para el trabajo privado (estudio-tienda-taller).

Nuevas formas de producción. Existen dos tipos de trabajo, el privado y el comunitario. El primero como un deber personal de autosuficiencia básica, que se realiza en el ámbito privado, individual o familiarmente. El trabajo comunitario es el dedicado a completar la autosuficiencia de bienes básicos de la comunidad, a la producción de bienes y servicios de excelencia cultural y social, y a la producción sustentable de excedentes, destinados al intercambio y la solidaridad con otras comunidades deficitarias. La renta básica es el resultado del trabajo privado. La renta comunitaria es el resultado del trabajo social que, al menos, debiera ocupar la mitad de cada jornada.

Nuevas formas de distribución e intercambio. Durante los primeros años y mientras perduren las comunidades sometidas al orden estatal-capitalista, resultará necesario e inevitable el intercambio comercial con estas comunidades. Para ello es posible aprovechar la experiencia histórica de las monedas locales, que permita disponer de una moneda social de uso comunitario, con equivalencia en el intercambio con las economías capitalistas.
La estrategia de partida consistiría en tener un pie en la economía capitalista y otro en la economía comunal, para trasvasar recursos de aquella a ésta, mientras la economía comunal se desarrolla y consolida. En esta fase será necesario utilizar una cobertura “legal” que permita sortear el previsible acoso de las instituciones del sistema capitalista dominante, para lo que tomaríamos ejemplo de la experiencia, en tal sentido, de las actuales cooperativas integrales.

 

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