LA BONDAD OCULTA
(Como primera virtud y principio de la revolución necesaria)
Se
habla mucho de la búsqueda del amor, de la verdad y de la felicidad,
como motores de la vida humana, pero muy poco se habla de la bondad.
En el contexto de la cultura dominante, la bondad tiene mala prensa;
intencionadamente, se dice de las buenas personas que son tontas;
con mala intención, se quiere desprestigiar la bondad, ocultarla o
nombrarla despectivamente como “buenismo.” Pero yo creo que la
bondad es la virtud primera, porque presupone amor, verdad y proporciona
felicidad. Es virtud superior e incluyente de todas las demás, es
la virtud revolucionaria por excelencia.
La
verdad, el amor y la felicidad pueden resultar principios
reaccionarios si son manejados por el poder
adoctrinador de las élites. Así, la verdad, el amor y la felicidad
son empleados para movilizar al individuo hacia su propia y exclusiva
satisfacción, en ajustada concordancia con la cultura individualista, nihilista y hedonista, propia del pensamiento
neoliberal, dominante en la sociedad contemporánea.