jueves, 5 de diciembre de 2013

ABANDONAR LA RESISTENCIA, PASAR A LA OFENSIVA


Considerar a la revolución integral como parte “de la resistencia” sería un error estratégico fatal. El lugar de quien “resiste” hemos de atribuirlo al sistema dominante, para el que no podemos imaginar un futuro distinto a su derrota.

La crisis actual nos ha desvelado su implicación en todas las facetas de nuestra vida, mucho más allá de su apariencia exclusivamente económica. La gente que ha sido capaz de identificar los fundamentos del sistema de dominación global en que vivimos, ha empezado a cuestionarlo de manera diferente a como lo hicieron otros movimientos sociales en tiempos pasados, en los que enfocaron su pensamiento y acción en modo reduccionista, con finalidad exclusivamente política y una metodología exclusivamente reformista, persiguiendo el mejoramiento de la calidad de vida de las clases sociales más desfavorecidas, sin cuestionar los fundamentos del sistema de dominación. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

VENCER A LA RESISTENCIA


Por esos vericuetos que nos reserva la vida, llega a mis manos un libro de  Steven Pressfield, reconocido escritor de novelas históricas, que ha hecho un paréntesis en su obra para reflexionar en este libro acerca de las resistencias que nos extravían de nuestro propio camino, de las muchas distracciones y fuerzas que se oponen a que cada persona haga lo que quiere hacer y logre ser quien quiere ser. Y me está siendo muy útil en estos momentos en que yo mismo ando ocupado en parecidos pensamientos, frente a mi principal resistencia, que hoy es la pereza. El libro tiene por título “La guerra del arte” y me parece recomendable leerlo porque, al menos, es seguro que provocará algunas reflexiones importantes, de esas que nos acercan a un mejor conocimiento de nosotros mismos.

Cuando leí: “escribir no es la parte difícil, lo difícil es sentarse a escribir, lo que nos detiene es la Resistencia” , empezó a interesarme, me dije “ésto va por mí”; cuando más adelante leí “la mayoría de nosotros tenemos dos vidas, la vida que vivimos y la vida no vivida dentro de nosotros, entre las dos se encuentra la Resistencia”, entonces me interesó aún más, al ver que además de a mí, el libro iba dirigido al resto del mundo. Reconozco una gran sinceridad y honestidad en los pensamientos que transmite, que me provocan y que valoro por encima de mis profundas discrepancias, asentadas tras concluir la lectura del libro. Y, sobre todo, agradezco a su autor que su esfuerzo me esté siendo útil para construir mi propia teoría sobre la Resistencia. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

VENEZUELA, LA IMPROBABLE REVOLUCIÓN COMUNAL

Asamblea de la Ciudad Comunal Socialista Simón Bolívar,
ubicada en el municipio Páez, en el Estado de Apure

Llevo unos años dándole vueltas a la idea de ciudad comunal, porque pienso que la organización comunal es la propia de la democracia y porque la ciudad, tal y como la conocemos hoy, es la forma de vida de la mayoría de la humanidad, la impuesta como modelo hegemónico para cumplir los fines del sistema de dominación-sumisión, como forma y contenido del sistema de poder estatal-capitalista, por lo que la ciudad contemporánea ha de ser punto de partida obligado, el objeto  para la transformación integral de nuestro futuro modo de vivir en sociedad, el que la estrategia de la revolución habrá de afrontar para, a partir de ella, construir otra forma de vida mejor, una vida con sentido.

En este mismo tiempo, en Venezuela ha cobrado fuerza la estrategia denominada de “construcción del Poder Popular” que, en teoría, supone la disolución progresiva del Estado y su sustitución por ese Poder Popular, organizado comunalmente, como agregación de comunidades territoriales autogobernadas. Los teóricos de la revolución bolivariana, conocida como “socialismo del siglo XXI”, como ya hicieron los teóricos del Partido Comunista de la URSS, suponen que las comunas -como los soviet-  harán prescindible al Estado, al que sustituirán de forma progresiva y natural cuando, en virtud de su propia fortaleza democrática, alcancen el autogobierno o, lo que es lo mismo, la verdadera democracia.

martes, 26 de noviembre de 2013

RUTA DEL CARBÓN DE COCK


El carbón de cock producido en el Valle de Castillería, comarca de la Montaña Palentina, era  transportado en caballerías y carretas hasta la dársena del Canal de Castilla -en Alar del Rey- y luego en barcazas, hasta llegar a los almacenes de Palencia y Valladolid, donde se distribuía para su uso en calefacciones y herrerías.


El camino que seguía el carbón nos remite a la primitiva época de la minería en la Montaña Palentina y, más concretamente, de su cuenca más occidental, la que abarcaba los valles de Castillería, Vergaño, Orbó y Santullán. Eran tiempos anteriores a los ferrocarriles de Alar a Santander y el de La Robla. Este último, de vía estrecha, vendría a enlazar las cuencas leonesas y palentinas, haciendo llegar el carbón a los altos hornos de Vizcaya. El periodo en que, presumiblemente, fue utilizado el itinerario que aquí se describe, fue el comprendido entre 1.838  y 1894, es decir, algo más de medio siglo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA DIFERENCIA ENTRE PUEBLO Y NACIÓN


La clase política confunde y nos confunde intencionadamente con estos dos conceptos que ellos utilizan indistintamente. Pero la diferencia es total, y es clave para comprender por qué la democracia sigue siendo un proyecto a estas alturas de la historia humana. Para ver dicha diferencia es necesario aclarar la que existe entre comunidad real e imaginada. Recurro para ello a David de Ugarte, que define la comunidad real como “un grupo de personas que interactúan entre sí de forma sostenida en el tiempo, reconociéndose una identidad común que proyectan en un hacer juntos”, en contraposición a las “comunidades imaginadas, como la nación, la clase o el género, en las que se reconoce una cualidad, un atributo, con otros a los que sólo se puede imaginar  y a partir de los cuales se pretende que todos los miembros compartan - conscientemente o no- una identidad diferenciada”.

lunes, 18 de noviembre de 2013

ALGUIEN TUVO QUE GANAR LAS ELECCIONES EN CHILE


En la primera vuelta de las elecciones chilenas, la mayoría del padrón, el 51,01%, decidió no ir a votar. Por tanto, con estos resultados  “nadie”  debería  gobernar en Chile. Pues no, no es así, la ley de la partitocracia dice que las elecciones siempre las tiene que ganar "alguien". Así que alguien ha ganado las elecciones a pesar de tener un apoyo popular exiguo, de tan sólo el 22,48 % de los electores. “Alguien” es la señora Bachelet, lo que la permite pasar a la segunda vuelta y, con toda probabilidad, ser la próxima presidenta de Chile, a pesar de contar con tan escaso porcentaje de votos.