Un anarquista que
tira piedras contra su propio tejado podrá creerse más anarquista que nadie, pero en mi pueblo le
llamarán tonto.
Hay
anarquismos para todos los gustos, elijan ustedes: anarcosindicalismo, anarcomunicipalismo,
anarcopunkismo, anarcocapitalismo, anarcocomunismo, ciberanarquismo, anarquismo
de derechas, de izquierdas, estatalista, neoliberal, criptofascista, cristiano,
friqui, primitivista, moderno y postmoderno…la expresión “vivimos en un mundo
anárquico” se ha popularizado, es tan utilizada por los que padecen el sistema
de dominación vigente como por aquellos que lo disfrutan; el mundo es hoy
básicamente interpretado como desorden, un sin gobierno a la deriva, ¡una auténtica
anarquía!, lo que justifica todo afán por el supremo bien común que es el orden.
Esta
universal confusión no debería molestar a nadie, excepto a los anarquistas.