La Democracia es el proyecto de la Marea |
La Marea de Mareas es mucho más que una manifestación
multitudinaria, mucho más importante de lo que podría deducirse de su propio
éxito de participación. Antes del 23
F decían desde Madrilonia que “la
Marea ha ganado su legitimidad por la fuerza de su choque contra las rocas que
el gobierno zombi de Mariano Rajoy ha ido poniendo en el camino”, que la fuerza
de su movimiento ha actuado como un enorme polo de atracción, con su potencia
dirigida en una doble dirección: 1) en la que permitía la incorporación de
colectivos de todo tipo, haciendo un efecto llamada a redes más amplias y 2) en
la que levantaba el propio mito de la Marea de Mareas. Eso es lo que ha
permitido abrir un marco de posibilidad y de necesidad, lo que nos ha
permitido, a partir de la singularidad de cada lucha, encontrarnos en un anhelo
común: el fin de la agresión capitalista y la caída del gobierno.
Su convocatoria ha desbordado a las organizaciones políticas y
sindicales, que han visto como sus bases compartían la convocatoria sin
necesidad alguna de permiso. Estamos completamente de acuerdo con esa opinión
de Madrilonia, sobre todo cuando se afirma que la convocatoria apela, por
encima de todo, a un proyecto democrático y que “la pregunta que queda en el
aire es ¿cómo pasamos del tiempo del evento al tiempo del proceso? ¿Cómo
hacemos para que la Marea arrastre y genere sedimento, para que no sea sólo
espuma, para que tras su paso no queden «cuatro lapas» como decía un
cargo del PP? ¿Cómo tumbamos al gobierno y al sistema actual de partidos y
avanzamos en el proceso democrático que ya está, irremediablemente, encima de
la mesa?...” en definitiva: ¿y después de la Marea, qué?