"Tres por Dos" (collage digital de A. Dké) | |
En el orbe capitalista, la enfermedad y la guerra son mucho más rentables que la salud y la paz, por eso que dicho orden mundial necesite una buena guerra cada poco, o al menos una pandemia, porque ya van quedando pocos “nichos” de negocio que sean más rentables que la enfermedad o la guerra.
No hay espacio o actividad humana que no sea vista por los “expertos” científicos-economistas como potencial nicho de negocio. Da igual lo que sea: beneficencia, ayuda humanitaria, prostitución, religión, drogas, ciencia, universidades, farmacéuticas, ecología, turismo, feminismo, comunicaciones, transportes, depresión, tecnología, redes sociales...todo, Todo es un nicho de negocio. Resulta que al marketing lo estábamos llamando “política”, y “democracia” a la ingeniería social del nuevo orden corporativo en ciernes, el del neocapitalismo tecnofeudal.
Me suben a más de cien las pulsaciones, cada vez que oigo decir estos días, a los “expertos en geopolítica”, que hay que rearmar a la desunida Unión Europea, porque la americana USA se desentiende de nuestra defensa -o sea, de la defensa de la UE- ante la amenaza de la europea Federación Rusa...no puede darse una organización (UE) ni una posición más estúpidas.
Una buena referencia para situarse en una posición mínimamente inteligente, es ponerse en las antípodas de los estatales y privados “institutos de inteligencia”, caso del Real Instituto Juan Sebastián Elcano, el think-tank financiado y dependiente del Estado español, que de sí mismo dice ser “líder en estudios internacionales y estratégicos, y un centro de pensamiento de referencia en Europa y en el mundo”. Pues digan lo que digan los de ese y todos los think-tank, todos los media privado/estatales, el estercolero asocial de las redes, todas las organizaciones paraestatales, como partidos, sindicatos, oenegés y ceoes, incluida la Conferencia Episcopal, el Real Madrid o el mismísimo Cristo que resucitara...en estos momentos lo que yo defiendo es UN ACUERDO GENERAL DE DESARME TOTAL Y CUANTO ANTES: un inmediato desmantelamiento de los Ejércitos, el reciclaje de todo el armamento y la reconversión civil de la industria militar. Lo defiendo por ser ésta la posición que me parece menos estúpida, la que parte de suponer que para la humanidad en general la paz es mejor negocio que la guerra. Me refiero, claro está, a su mayor parte: a esa humanidad que no vive de los trabajos, la enfermedad o la muerte ajena.
Ninguna otra estrategia sería más económica, más democrática o más ecológica. Pero no soy tan ingenuo, ni tan estúpido como para esperar del Poder un gesto de auténtica inteligencia estratégica, menos aún cuando vivimos un momento histórico en que la mayoria de la sociedad que trabaja, enferma y muere por ajenas banderas y ajenas cuentas corrientes, ha sido bien domesticada en más de dos siglos estatales, de Escuela y Empresa, y por eso seguirá, no me cabe duda, la inercia histórica puramente reaccionaria, la que conduce al Rearme Nuclear de Europa y a la creación de un ejército europeo...¡qué buena ocasión perdida para salir de aquella OTAN en la que los pueblos del estado español fueron metidos por obra y antojo del dicharachero y gracioso Felipe González.
Se está preparando un frente UE contra Rusia como en tiempos del comunismo ruso (aquel que, por cierto, salvara a Europa de las garras de Hitler)...pero, sucede que no siendo un frente “anticomunista” (¿porque Putin no es comunista, no?), entonces, ¿cómo denominarlo, si no es estúpidamente, a este frente de la UE capitalista, contra la Rusia no menos europea, ni menos capitalista?
Pues ahí se les pudo ver, en Bruselas, ayer mismo, a los representantes de los Estados monárquicos y republicanos afiliados a la UE y a la OTAN: dándole paternales palmaditas en la espalda a Zelenski, todos tan contentos con su gran proyecto de alianza militar en ciernes (un negocio de nada menos que 800.000 millones de euros), al mismo tiempo que estaban matándose soldados a sueldo, a uno y otro lado del frente de guerra, al servicio de generales, empresas y estados enemigos igualmente capitalistas. ¡Hay que ver qué mágicamente aparece el dinero para lo que se quiere!, en este caso la guerra.
Por el solar ibérico, lo veremos muy pronto: carcas-peperos y progres-socialdemócratas, todos estúpidamente unidos en la misma causa liberal y patriótica. Lo único bueno de todo ésto es que siendo este sistema constitutivamente autodestructivo, ya está en su fase terminal, por lo que tiene los días contados el estúpido sistema de capitalismo estatal-público-privado que impera en este mundo-parque-temático-capitalista, que eso es lo que es este mundo: básicamente estúpido.
El sistema está condenado a su propia extinción, porque en esencia es sistemáticamente estúpido, ya que no puede decirse otra cosa de un Orden social fundado sobre principios tan estúpidos como los de "morir matando" o “construir tirando piedras al propio tejado”, tan parecidos al principio de la selección natural -en versión darwinista- que sitúa a nuestra especie en el mismo contexto zoológico que nos condena a la extinción, más pronto que tarde, ese mismo principio que devuelve a nuestra especie a la casilla de salida de la Evolución, recuerden: aquellas manadas de primates chillones y violentos deambulando por la sabana africana, enzarzados en una continua lucha de clases y castas, por el dominio territorial y genético, ay, aquellos primitivos primates que iban para humanos, que todavía no sabían HABLAR.
Pues hacia allí vamos, en medio de un patriótico ardor guerrero, capitalistas contra capitalistas, ejércitos de estúpidos primates combatientes en un campo de espejos, estúpidamente determinados cada uno a exterminar al prójimo como a sí mismo, por ser éste su principal enemigo.
Sucederá por razón (científica) de su propia y acientífica teoría capitalista: 1.Lo primero: si agotas la fertilidad de la tierra, acabarás comiendo tierra. 2.Lo segundo: si te dedicas a domesticar humanos, puede sucederte: a) que éstos acaben siendo tan estúpidos y faltos de creatividad que llegue un momento en que te serán inservibles, incluso como criados; b) que acaben por rebelarse y salvajemente te coman por los pies; y c) que acaben imitándote, sea por contagio o por envidia de clase, con lo que haciéndose capitalistas como tú igualmente estúpidos, acabarán como tú, matándose a sí mismos, a bombazos y aranceles, en cruentas batallas mercantiles y militares.
Preparando la estúpida posmodernidad en que vivimos, las élites de estúpidos han logrado reducir el mundo a un desértico paisaje bipolar, único y al tiempo relativo, lo que resulta cierta y definitivamente estúpido. Solo dos bandos, ambos fratricidas, capitalistas liberales o capitalistas estatales, pseudodemocracias parlamentarias o pseudodemocracias de partido único. Y no deja de ser chusco el auge del pensamiento auxiliar- relativista, todo para evitar el más mínimo compromiso moral, y para disponer de todas las opciones, del bien y del mal, y que nuestras personales existencias emulen, como poco, la variedad de consumo de la que disponemos en los hipermercados, y tener una vida a la medida, sin tener que pringarnos las manos... y que todo sea cierto o todo verdad, lo uno, lo otro y lo contrario, porque eso de “nada es verdadero, porque todo es relativo”...además de una estupidez mayúscula es una excelente excusa para no andar por ahí perdiendo el tiempo en buscar la verdad.
No se puede negar que haya sociedades más ignorantes que otras, y no me refiero solo al conocimiento científico, sino también a una básica con-ciencia ética y moral. Seguirá atascado este mundo en su estúpida posmodernidad si no defendemos el derecho de personas y pueblos a no ser violentados, y si no confundimos este derecho con el “derecho a la ignorancia”.
Tras el estúpido relativismo posmoderno, además de una estúpida “moda intelectual” hay un interés político implícito: el relativismo otorga poder político, porque permite que la realidad pueda ser determinada por la Autoridad Correspondiente “a demanda de los consumidores”. También en los mercados electorales.
Un historiador y economista italiano, Carlo Maria Cipolla, escribió sobre las leyes fundamentales de la estupidez humana. Así, redujo el comportamiento estúpido a cuatro estereotipos en función de la relación coste/beneficio. 1. El malvado: te fastidia a ti y él se beneficia. 2. El incauto: trata de beneficiarse él, pero le suele salir mal y te beneficia a ti sin quererlo. 3. El inteligente: beneficia a los dos, y 4. El idiota: te perjudica a ti y, encima, o no saca provecho o se perjudica a sí mismo. En su estudio de la estupidez, C.M.Cipolla destacó cuatro leyes a tener en cuenta:
1. Siempre e inevitablemente, cada uno de nosotros (estúpidos o no) subestimamos el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.
2. La probabilidad de que una persona cualquiera sea estúpida es independiente de cualquier otra característica que tenga esa misma persona.
3. Una persona estúpida es alguien que causa un daño a otra persona o grupo de personas, sin obtener al mismo tiempo un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.
4. Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas, olvidando constantemente que, en cualquier momento, lugar y circunstancia, asociarse con individuos estúpidos, infaliblemente deviene en un costosísimo error.
Cierto que la mayor parte de individuos estúpidos causan daños limitados, pero hay bastantes que llegan a ocasionar daños terribles, a individuos concretos y a comunidades enteras. Una persona estúpida tiene una capacidad de hacer daño que depende de dos principales factores: uno genético (es indudable que hay un gen de la estupidez que se hereda) y otro factor depende de la posición de poder que el estúpido ocupe en la sociedad. La más exquisita élite de individuos fundamentalmente estúpidos, se encuentra integrada, a mi entender, por militares, burócratas, empresarios y políticos (tanto de a pie como jefes de Estado), cuya capacidad de hacer daño al prójimo es proporcional a su poder sobre individuos y sociedades.
Debido al comportamiento errático de todo individuo estúpido y siendo imprevisibles sus acciones y reacciones, solo es seguro que quien se fíe de un estúpido lo más probable es que acabe arruinado y destruido, a consecuencia de su estupidez (pues imagínese en el caso de estúpidos con poder). Y si no, véase la actual situación de Preguerra europea, la que ahora mismo están preparando en Bruselas. La pacifica, hispitalaria y ecológica Europa, la de los derechos humanos, reino y república de la democracia liberal y del ecologismo antinuclear, la acomplejada Europa que ahora se pone a silbar, mirando a otra parte, ante el genocidio del pueblo palestino, acomplejada por su pasado como campo nacional-socialista de exterminio...esta Europa capitalista que en un alarde de máxima estupidez mancomunada, se dispone a convertir a Donald Trump, sumo sacerdote del Imperio Estúpido, en el más reconocido pacifista de la Historia y más famoso Premio Nobel de la Paz, junto a Putin…¡manda huevos!
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