miércoles, 10 de abril de 2019

PENSAMIENTO AUTOMÁTICO Y DESPOBLACIÓN



Me resulta insoportable el discurso dominante en general, también cuando habla de la despoblación rural, convertida en permanente llorera. Yo vivo ahí y lo que veo es una contradicción patológica en ese discurso lastimoso y pedigüeño, que inconscientemente descubre tanto como oculta. En público solicita más gente, pero a solas quiere que no vengan más, porque sospecha que ellos tocarían a menos subvenciones, lo que quiere es más subvenciones que le permitan invertir en un piso de la capital, en educación para sus hijos, para que al menos éstos puedan largarse de este desierto deshabitado, cuanto antes. Esta insoportable pequeña burguesía rural es infinitamente más torpe y perezosa que sus antepasados “paletos”, por mucho que hoy sean indistinguibles de sus homólogos urbanos en vestimenta, costumbres y pensamiento adocenado. No pueden vivir sin la PAC, pero hace tiempo que saben y callan que la PAC no tiene otra finalidad que vaciar los pueblos. Aman su tierra a morir, pero la venden al mejor postor a la primera oportunidad. Les da igual, la vida es corta y el que venga detrás que arree.


Hoy piden lo que ya nadie les puede dar, llegan tarde, lo de la España Vacía les hubiera funcionado en los años del capitalismo ascendente y el Estado del Bienestar, cuando la UE y el Estado repartían lo que no tenían y que ahora les toca pagar a ellos y mañana a sus hijos. Esta pequeña burguesía rural, como todas, piensa y vive en clave exclusivamente economicista, pero no sabe -ni quiere saber- nada de economía. Son gente de orden, bien amaestrada, les da pereza pensar el mundo en el que viven y, como en el twitter, no soportan leer más de tres renglones. Como los besugos, viven en la religiosa creencia de que nadan en un océanomundo inacabable que es cuanto existe, existió y pueda existir, eternamente amén. Que más allá no hay oxígeno...que por algo será que la humana es una especie de besugos. No quieren nombrar al mundo por su verdadero nombre capitalista, les parece una fea y antigua costumbre de tiempos ya superados. Le exigen más orden, más desarrollo y más mercado a un sistema sordo y ciego, que con su exigencia se siente legitimado y estimulado.

Quieren escuelas, pero que los niños los pongan otros. No quieren descendencia, porque eso es caro y ellos quieren disfrutar la vida, ser más libres, preferiblemente a cuenta del Estado, como si fuera mentira que el Estado son ellos y esa cuenta brotara de un sitio sagrado o mágico. Quieren tener más oportunidades, dicen mientras se autoextinguen. Son individualistas solitarios, fueron nostálgicos de la antigua familia extensa y propiamente campesina, la misma que se cargó aquel generalísimo para hacerla funcional a los polígonos industriales, ahora son nostálgicos de aquella familia nuclear encerrada en los pisitos cooperativos y sindicales de las afueras, la que se cargó el liberalismo socialdemócrata para hacernos solitarios definitivos en patológica búsqueda de identidad y felicidad lowcost. No distinguen, su nostalgia es ahistórica, les gusta la historia tal como se la cuentan en la escuela y en la tele, como una colección de cromos, como una transición ejemplar, del 36 al 78 y de ahí al siglo XXI por inercia, de un tirón.

Si son creyentes, lo son por costumbre, no por principios, son medio ateos y medio conservadores, liberales o socialistas a conveniencia, piensan que los males vienen o de la falta de orden o del socialismo-comunismo mal entendido. Son por eso demócratas y socialistas reciclados, constitucionales y tradicionalistas, respetuosos del trabajo honrado, de la ecología y el consumo responsable, del reciclaje de bombillas y de la libertad de mercado, son todos partidarios de un Estado único e igualitario, que defienda por igual, a los pobres de los ricos, como a éstos de aquellos. Exigen una democracia justa (tirando a justita), para qué mas. Y siempre estarán detrás de quien les prometa poner las cosas en “su” sitio -el suyo propio- como Dios manda o, en su defecto, el Tribunal Supremo.

La España Vaciada es el partido “neo” que faltaba, no les bastaba con los que ya hay para todos los gustos: neoliberales, neoprogresistas, neofeministas, neofascistas, neomarxistas, neoecologistas, neonacionalistas...faltaba el partido de los neorruralistas. Lo siento, no lo soporto. Mientras, se suceden académicos seminarios, congresos, manifestaciones y no pocos think-tank (*), todos pensando en la despoblación rural, mareando el cadáver de la misma perdiz, ajenos a la desnuda verdad de la despoblación generalizada, la mental, dando vueltas en círculo en dirección a la nada.

La individualización en masa que produjo la modernidad trae estas consecuencias, nos hemos quedado sin sujeto humano, sin nadie que quiera ver lo que pasa. Hubo una oportunidad que vislumbraron los viejos revolucionarios proletarios que soñaron una clase universal. Pero fue una oportunidad perdida, lo que siguió fue una generalizada rendición al nuevo sujeto universal de la modernidad, el dinero, cuyo pensamiento automático obedece sólo a la ley de su propio automatismo hermafrodita, que se reproduce por sí mismo sin necesidad de pareja, basta que le den cuerda y le dejen seguir existiendo. Convirtió el trabajo humano en mercancía y ésta en valor abstracto y acumulable, su éxito fue imparable, pero no quiere saber más allá del momento, como si ya supiera que su final está inscrito en su propio automatismo sordo y ciego, suicida, abocado al crecimiento sin límites, sentenciado a muerte por su propia voracidad y gigantismo autodestructivo. Necesita convertir en valor (dinero) todo aquello que toca. Se le resistían las mujeres y sus trabajos de reproducción y cuidados. Las mujeres ya fueron integradas, valorizadas como mercancía, al igual que los varones, incluso más baratas y rentables que éstos. La reproducción y los cuidados son su ultima frontera a conquistar, pero está en ello de la única manera que sabe hacerlo: privatizándolos, poniéndolos en el mercado o eliminándolos mediante una autodestructiva guerra de sexos.

El pensamiento automático burgués no puede, ni necesita, distinguir entre sexos ni territorios. Lo mismo que les sucede a los hombres y a las mujeres urbanas les acaba sucediendo -eso sí, un poco más tarde- a los que quedan en los territorios rurales. Aquí ya vimos cómo la vejez se convertía en un rentable y abundante negocio residencial preparatorio de la muerte, igualmente convertida en negocio; las tierras fértiles en industriales factorías de materia prima animal y vegetal, como los antiguos bosques comunales o como las huertas, convertidas en urbanizaciones de fin de semana o terrenos baldíos... y los mejores paisajes en parques naturales, producto turístico o energético.Y ello no quita que todo el territorio pueda ser aprovechado como nicho potencial de futuros negocios extractivos.

Privados de la vieja sustancia de lo humano, sin conciencia propia, desaparecido ese sujeto convivencial, lo que de él queda es lo que somos, una mercancía obsoleta que ya ni para el trabajo sirve, un despojo del aparato productivo capitalista, unos pedigüeños que no cesan de exigir trabajo esclavo, comida basura, casas-chalet baratas, “gratuita” educación estatal, medicinas para todo y una renta universal y cuanto antes. Y a todo ésto lo llamamos “derechos”. No se quiere ver que todos -rurales y urbanos- somos ese despojo de humanidad con el que el capital ya no sabe qué hacer y por eso le encarga a su departamento de personal (el estado) que los controle, los entretenga y cuando ésto no sea posible, los elimine. Eso sí, cuidando las formas.

¿Cuántos idiotas, a estas alturas de los tiempos, todavía siguen pensando que la despoblación rural es un tema especial, que sólo afecta a los antiguos territorios campesinos de las sociedades premodernas?, ¿acaso es más grave y especial ese “tema” que el masivo encerramiento de las masas (igualmente descendientes de campesinos) en monstruosas megaurbes-modelo?, ¿es que ambos “temas” no tratan del mismo problema humano, es que no tienen la misma causa y el mismo final previsto, a pesar de su contraria apariencia?, ¿no está ya en marcha un genocidio global con mil frentes de batalla, que suman más millones de muertos que todas las guerras mundiales juntas?, ¿no es un genocidio la muerte del amor erótico, que las mujeres renuncien a los hijos y los hombres a las mujeres?, ¿acaso pensábais que el colapso sucedería como nos lo cuentan los conspiranoicos o las películas americanas de ciencia-ficción...de repente, en un sólo y catastrófico día del juicio final? Pues no, queridas y queridos, ya está sucediendo poco a poco. Los más jóvenes tenéis para largo, no hace falta que busquéis muy lejos, miradnos y miraros a vosotros mismos.

Una vez más, puedo ver vuestras compasivas sonrisas, como diciendo ¡joder con el optimista! La verdad es que aún espero una improbable reacción, que pueda parar esta barbarie que avanza, pero he alcanzado una edad en la que ya no me acucia la prisa. Creo que no lo haréis por principios, como fuera deseable, que será por pura necesidad de sobrevivir y que si no lo hacéis vosotros lo harán mis nietos. Aunque también os digo que en cualquiera de los casos, me gustaría no perdérmelo. Sólo por eso, a día de hoy sigo siendo un optimista redomado.



(*) Think tank: su traducción literal del inglés es “tanque de pensamiento”, que traducen como “laboratorio de ideas”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, sólo te escribo por si te sientes sólo. Yo sí. Somos una pequeña minoría los que pensamos así. No somos relevantes. Yo, al menos, me siento apabullado al ver la aplastante realidad virtual en la que vivimos. No me puedo abstraer mucho más de esta realidad de lo que lo hago, es como no querer flotar en medio del océano. Yo soy de la generación de la transición, y estuve casi 40 años en una ciudad dormitorio. Me he sacudido todo lo que he podido el hormigón de los zapatos pero no puedo quitármelo todo. Ahora sigo aprendiendo cómo convivir con una parte de la realidad que me apena. Lo has explicado muy bien. Parece que las cosas cambiarán por las malas.
Ya no hay familia extensa. Ya pueden hacernos lo que quieran, no hay que obligarnos, iremos solitos y sonriendo. Mi gran decepción con la izquierda fue el 15M. Ahí me tapé la nariz y levante la tapa del bater para ver lo que cagaba y ver a dónde iba. Y no me gustó. Se suponía que con el bater, todo era limpio, tirabas de la cadena y la mierda desaparecía. En el 15M vi que había una tubería, que esta conducía al alcantarillado y ésta con o sin depuradora a los ríos... Me dije que tenía que hacerme un bater seco. Y, joder lo que cuesta gestionarse la propia mierda. Estoy terminando una casa con estructura de madera y aislamiento de paja que yo mismo estoy poniendo con mucho esfuerzo y algo de ayuda. Pero he tenido que poner los cimientos de hormigón armado. Lo hice yo, sin saber. Pero no pude hacerlos de piedra y cal porque la tarea era enormemente dificultosa. No hay gente que sepa ya de eso. Tube que poner el techo de panel sandwich mal que me pese porque mi realidad económica no me da para tejas. Estoy revocando con barro, arena y mierda de caballo. Así me quito un poco más de cemento de los zapatos. La estufa es de leña, que corto yo todos los años con sierra de arco, a veces con motosierra... Mi pareja no quiere bater seco. Lo entiendo, hay que respetarlo. Pero yo buscaré la manera de poner un recipiente para mí. Llevo meses haciéndolo en un capacho y tan pancho.
Hago lo que puedo, no tengo marcha atrás porque mi conciencia me pesa mucho y ya nos conocemos bien como para engañarla. Pero es un camino muy difícil, sobre todo porque es solitario.

Un abrazo.
Juan Ramón.

margarita dijo...

Hola. Coincido contigo en algunos puntos pero en otros, creo que andas un poco perdido, como cuando dices que " se ha convertido el trabajo en mercancía y dinero". Ayer vi un vídeo de la última conferencia de Antonio Escohotado en Orense. Ultimamente le he cogido el gusto al tema del libre comercio y las explicaciones de por qué el comunismo no funciona, pero, según vislumbraba yo YA ANTES, el igualitarismo en la pobreza con los gerifaltes y los escasos privilegiados que podían comerciar con aquellas sociedades en las que el comercio, el lucro y la propiedad privada no estaban prohibidas, es más antiguo que Matusalén, así que Marx no inventó nada nuevo, o como mucho lo re-inventó cambiando el ideal y el nombre. En la Edad Media, solo el imperio Bizantino y los árabes tenían libre comercio y por tanto una moneda fuerte y deseada mientras que en la otra parte de Europa que no era de esas dos potencias, la moneda había, practicamente desaparecido y se tuvo que volver al trueque.Toda la vida de este hombre ex-comunista, Antonio Escohotado, se basa en saber. " La persona que está dispuesta a saber, está dispuesta a cambiar de idea, está dispuesta a disfrutar cambiando de idea" PD: En Suiza, la única democracia que existe, la sanidad no solo esta "comercializada" en privado, si no que está LIBERALIZADA de la oligarquía farmacéutica ( https://www.lavanguardia.com/economia/20180416/442619704804/goldman-sachs-negocio-curar-enfermedades.html?fbclid=IwAR3PHeJgQaaY9ZIhODCTtwD7Fs4b55TK1CwiO9OmVAAJT3PvVPhiA7k0wvA ) merced a un referéndum para que el paciente ( y cliente) pueda elegir lo que mejor sirva a sus intereses y haya competencia. https://www.youtube.com/watch?v=XAvtpEpu8m4&fbclid=IwAR0UFO4P_IndwfQPsSIvWjGFQfo4ECF-5BNsOK8It4ireoOEy-vvk8SJbDk

nanin dijo...

Buenos días, Juan Ramón. Me ha impresionado tu comentario y aunque conozco la historia de mucha gente solitaria, tú describes ese sentimiento con verdad que me resulta muy cercana. ¿Dónde tienes esa casa?, me gustaría conocerte. Yo vivo en la zona de Aguilar de Campoo.
Un abrazo

nanin dijo...

Hola, Margarita, te lo diré con el máximo respeto: sin conocerme, presupones demasiadas cosas. Me colocas unas adhesiones que sólo se corresponden con tu argumentario. Yo nunca me atrevería a decirte que andas "perdida" por esas democracias "directas" del norte de Europa. Con afecto, un saludo

Anónimo dijo...

Hola Nanin. Direcciones mejor por correo. correoapoyo@gmail.com con mucho gusto te respondo en él. Buen día y un abrazo.

margarita dijo...

Hola Nanin. No quise ofenderte ni mucho menos, pero es que está una ya muy harta de gente a la que parece molestarle que exista el dinero, el lucro, la riqueza, la propiedad privada.... y eso fue lo que puso a Venezuela muchísimo peor de lo que ya estaba con la oligarquía anterior, esa idea, esa mentalidad. Por otra parte, los proyectos autárquicos de los que hablas también me gustan, eso también es tener ideas, emprender, desarrollar y obtener resultados, por supuesto, siempre y cuando se complementen con la libre actividad comercial y su dinero en variadas formas. Con afecto.