miércoles, 10 de octubre de 2018

BIOÉTICA: ¿ECOLOGISMO VERSUS ANIMALISMO?



Recurro a un texto de Jorge Riechman, con el que me identifico y que considero interesante para quienes andamos reflexionando acerca de nuestra ética humana en relación a la naturaleza de la que somos parte:
"Una utopía ética desmadrada: la intervención animalista positiva en la naturaleza"
El artículo completo, publicado en la revista Perspectivas Bioéticas de la Universidad de Barcelona, es descargable desde este enlace:

http://revistes.ub.edu/index.php/RBD/article/view/22282/24130


Resumen

"Podemos reconocer la importancia de las totalidades y los sistemas (ser holistas) en lo ontológico, y mantener no obstante el individualismo moral: son las vidas de los organismos individuales las que cuentan moralmente. Especies y ecosistemas tienen sólo un valor moral derivado. Nos importan, moralmente, los centros de sintiencia y consciencia que llamamos individuos. Pero en la naturaleza son sobre todo las totalidades las que cuentan... Aunque nuestra mejor teoría moral sea individualista, sucede que, ontológicamente, los individuos cuentan poco ―¡la realidad es sistémica, evolutiva y relacional! Nuestra mejor ontología no será individualista. (Se basará, más bien, en sistemas complejos adaptativos). No entender esto explica, creo, buena parte de los desencuentros entre animalismo y ecologismo. Necesitamos desarrollar ideas no fosilistas de liberación (humana y animal). La propuesta de una intervención animalista positiva generalizada en la naturaleza me parece una utopía ética desmadrada (fuera de madre, de la Madre Tierra en este caso: Gaia/Gea)".  
Jorge Riechman


Extracto

-La naturaleza no es lo no humano: es el todo del que lo humano forma parte. “Somos una pauta material particular de flujo de energía, con una larga historia y una función natural. Nuestra naturaleza esencial tiene más que ver con el cosmos y sus leyes que con Roma (o cualquier otra sociedad humana) y sus reglas” (*) Vernos en esta perspectiva cósmica y gaiana resulta saludable

-“Experimentar la naturaleza permite valorar la singularidad y la diversidad de las formas vivas. En una observación atenta y continua de la naturaleza el dualismo entre sujeto y objeto termina desapareciendo. Las fronteras del ‘yo’ se ensanchan ayudándonos a experimentar una íntima sensación de unidad con algo que nos sobrepasa. Aumenta la empatía con todo lo vivo, la conciencia de sus interrelaciones.
Conjugada con un trabajo interior y paulatino esta experiencia permite el desarrollo del ‘Yo-ecológico’, que, conforme al principio general de la interdependencia de los seres vivos, comprende que la realización de su potencial inherente está íntimamente conectada a la de los demás. No se trata, por tanto, de la realización de los deseos e inquietudes personales desde una perspectiva egotista, sino de una profundización y extensión del ‘yo’ en la que participan todos los seres vivos, y de las que el cuidado, el respeto y el amor se derivan como consecuencias naturales. El altruismo deja de ser entonces un deber moral para convertirse en la expresión de un destino conscientemente compartido.” (**)

(*) “La termodinámica de la vida”, de Schneider y Sagan.
(**) “La obra de Arne Naess, rica en elementos para la transformación cultural”, de Elisa Iglesias.

 

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