domingo, 4 de diciembre de 2016

UNA ERMITA QUE NO ES, AL FINAL DE UNA TROCHA IMPOSIBLE




Hace muchos años, tomando un café en Fuencaliente y mirando al horizonte alto de Las Loras, vimos una construcción in-sólita; dijimos: un día tenemos que subir allí, parece una ermita, es un misterio...y ese día fue ayer. Tomamos el camino desde el coqueto parque de Quintanas de Valdelucio, donde hay un arbolario ilustrado, un estanque, un jardín con paseos que miran a su monumental iglesia renacentista, un cementerio moderno y unos bancos para reposar bajo nidos de cigüeñas ausentes. Tomando altura, traspasamos la raya que separa el sol de la sombra, una raya definitiva que te mete de repente en la realidad del invierno, un frío de mil demonios, cuando a sólo unos metros disfrutábamos el calorcito del sol en pleno diciembre. Subimos sorteando brezos hasta alcanzar el pie de los cantiles y dar allí con una trocha imposible, que trepa burlando el vacío, buscando la ermita que resulta ser una nave agrícola abandonada, decorada por dentro con grafitis surrealistas y una ventana que mira hacia los páramos de Sargentes, erizados de molinos eólicos. Transitando por abajo del Valle parece que aquello es lo más alto, pero no, llegando arriba descubres que hay más altos, que la lora continúa por allí, prolongándose hacia arriba, en altísimos campos de siembra, en valles escondidos encajonados entre peñas. Bajamos por el inmenso valle colgado, poblado de encinas en las laderas tumbadas a la solana, un larguísimo valle colgado y ciego -paralelo al Valdelucio-, que se hunde poco a poco en caóticas peñas cuando se acerca al pueblo de Ribas, peñas que vemos plegarse poco a poco, hasta alcanzar la verticalidad absoluta, cuarteadas y rotas por el paso del tiempo y por las heladas de muchos, muchísimos inviernos como éste. Al paso, aparecen un buitre fisgón que nos mira desde los cantiles y dos tractores laboriosos que rompen el silencio, adiós, buenas tardes.











 
  
 
 
 



 
  


 
 
 
 
 











1 comentario:

Loam dijo...

¡Vaya rasca que debe hacer por esos lares! Hermosas fotos.

Salud