Póster de la campaña que en EEUU impulsa el regreso de la ley Glass-Steagall, derrogada en 1999 |
La
crisis de 1929 en los EEUU provocó el pánico a perder los ahorros, se produjo una retirada masiva de depósitos
de los bancos y, como consecuencia, quebraron numerosas entidades financieras. La Glass-Steagall es
la denominación por la que se conoce la Ley Banking Act de los
Estados Unidos , que entró en
vigor el 16 de junio de 1933, introduciendo reformas bancarias para controlar
la especulación; su característica principal era la separación entre la banca
de depósito y la banca de
inversión. Esta ley tenía el objetivo de evitar que se volviera a producir una
situación como la de 1929. Fue promulgada
a la llegada al poder de Franklin D. Roosevelt, quien llegó a decir: “Prefiero
rescatar a los que producen alimentos que a los que producen miseria”. Sus puntos principales eran: 1º. Total
separación entre la banca de depósito y la banca de inversión y la bolsa.
2º. Creación de un sistema bancario conformado por bancos nacionales, estatales
y locales. La ley Anti-monopolio impedía la competencia desleal entre ellas.
3º. Los banqueros fueron vetados de participar en los consejos de
administración de las empresas industriales, comerciales y de servicios. La ley
fue derogada el 12 de noviembre de 1999 .
Desde ese momento los bancos comerciales pudieron tomar más riesgos, ya que
eran al mismo tiempo bancos comerciales y de inversión. Esta relajación de la
regulación ha sido uno de los orígenes de la crisis financiera iniciada en 2007.
Pues
bien, las oligarquías actualmente dominantes, tanto en Europa como en los EEUU, están tan íntimamente vinculadas al poder financiero que ni siquiera son capaces de aplicar los propios
remedios que el capitalismo utilizó con
éxito en sus anteriores crisis. Una solución como la de la ley Glass-Steagall es reclamada con urgencia casi desesperada por amplios
sectores políticos, tanto desde el bando republicano como del demócrata, ante
el fundamentado temor de que el derrumbre europeo arrastre a los EEUU.
El
economista político Lyndon LaRouche es el máximo defensor de la ley
Glass-Steagall; se trata de un polémico y reconocido intelectual, que
ha disputado siete veces la candidatura a la presidencia de los EEUU desde las
filas del Partido Demócrata. El pasado mes de mayo hizo público un llamamiento
urgente, que situaba a España en el centro del huracán: “El momento de la
Glass-Steagall es ahora: el derrumbe
español puede arrastrar a todo el sistema trasatlántico”. Este es un extracto
de su desesperado llamamiento:
“Al final de la tarde del viernes, el gobierno
español reveló que el costo de rescatar al banco Bankia, que fue nacionalizado
el 9 de mayo, le costará ahora a los contribuyentes españoles cerca de 24 mil
millones de euros, y quizá más. Muchos otros bancos españoles enfrentan el
derrumbe inminente o
el rescate; las
regiones autónomas de España, que cargan sus propias deudas gigantescas, están todas en
bancarrota y desesperadas por su rescate”...
"El ritmo del derrumbe es mayor ahora que el
ritmo de los intentos para sobrepasarlo. Eso significa, en esencia, que todo el
sistema europeo, en su forma presente, está en proceso de una degeneración
sin remedio.”.
…"Por lo tanto, estamos en una situación
nueva, y la única solución en Europa es la Glass-Steagall, o el equivalente a
la Glass-Steagall, sin ninguna cortapisa. La Glass-Steagall tal cual. ¡Nada de
rescates! ¡Ninguno! En otras palabras, se tiene que derrumbar todo el sistema del
euro. Pero se tiene que derrumbar de la manera correcta; tiene que ser un
derrumbe voluntario, que es como un proceso a la Glass-Steagall. Esto significa
el fin del euro, el sistema del euro está a punto de terminar,
¡porque no se le puede sostener!”.
…”Si se
tiene que salvar
algo, hay que salvar lo esencial. Bueno, lo esencial es
eliminar todo lo que cae en la categoría del rescate financiero. ¿Cómo
lo eliminas?, muy sencillo:
GlassSteagall, todo lo que no sea fungible en términos de las categorías de
la Glass-Steagall, ¡no se paga!
Pero tampoco queda como
impago, simplemente no se paga.
No somos responsables de rescatar los
juegos de azar,
no tenemos la responsabilidad de pagar las deudas de
juego”.
…"Solo hay una solución: La solución es ¡deshacerse de la enfermedad ilegítima,
la hiperinflación!. ¡No
se paguen esas deudas! ¡No las
eliminen, ¡solo no las paguen! Se las declara fuera de la economía, fuera de la
responsabilidad del gobierno: ya
no podemos darnos
el lujo de sostenerles, por lo
tanto, van a tener que hallar
otros remedios por su cuenta. Ahí es donde están. Tenía que llegar y
llegó".
En España, como en toda
Europa, ni siquiera la izquierda estatista se ha planteado seriamente la opción
de no pagar la deuda de los bancos. Y, sin embargo, es la única opción ahora posible,
aunque signifique un aparente balón de oxígeno para el capitalismo; porque la
otra opción, la del rescate financiero, incrementará la deuda en una espiral
que conduce directamente al derrumbe total del sistema en el plazo de unos
pocos meses, probablemente antes de finalizar este año 2012. Si ello
significara el fin del capitalismo y el paso a un sistema alternativo y
verdaderamente democrático, no sería mala opción, pero sabemos que no será así,
sabemos que el derrumbe caótico del sistema significará miseria y sufrimiento
para quienes no tienen la capacidad ni los recursos para resistir, que es la
mayoría de la sociedad, los trabajadores, y lo que es peor, sabemos cuál va a
ser la respuesta de las oligarquías financiero-políticas, de Europa y EEUU, en
caso de que se produzca el derrumbre. Será su “solución” tradicional, la de la
guerra, la misma solución que también emplearon otras veces, en anteriores
crisis capitalistas.
También de ello se hace eco Lyndon La Rouche, alarmado por
una obviedad ante la que la mayor parte de la sociedad parece cerrar los ojos; porque esa “solución” bélica ya está en marcha y tiene su previsto escenario en oriente medio, mediante la invasión de Siria e Irán, en un conflicto que se
extenderá inmediatamente como guerra mundial, una guerra termonuclear. Tiene
toda la lógica del sistema, es lo que podemos esperar, es su forma de reiniciarse
a sí mismo en las crisis.
Por tanto, la única
alternativa racional y urgente es, para
empezar, la de no pagar la deuda e, inmediatamente, derribar ordenadamente el
sistema euro, recuperar las monedas nacionales, congelar los precios y nacionalizar los bancos supervivientes. Para
el derrumbe definitivo del sistema capitalista habrá que esperar algo más, tendrá que ser un derrumbe ordenado, protagonizado por una sociedad
políticamente consciente. Este no es el
momento, éste es el momento de la Glass-Steagall.
2 comentarios:
Hay muchas posibilidades de accion. Sin embargo a mi solo me quedan las lagrimas. Que mierda de mundo es este! Morir o poner bombas. No veo otra alternativa. Sin embargo n hare nada de eso y la tristeza seguira llenando cada vez mas nuestras vidas
Simplemente indicar que la ley Glass-Stegall fue derrogada por Bill Clinton.
Presidente de los Estados Unidos desde el 20 de enero de 1993 hasta el 20 de enero de 2001. Y el PD tan tranquilo.
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