El ku(nst) ku(ltur) projekt es el proyecto de arte colectivo y contemporáneo
que impulsan Andrea Milde y Juanjo Sanchez. El primer día de enero celebramos
la llegada del año nuevo con la cuarta
kuku-aktion, en un día gélido, ventoso y con niebla, que no fue suficiente para
estropearnos un magnífico encuentro festivo y creativo junto al andén solitario
del ferrocarril de la FEVE, en Cillamayor, Montaña Palentina. Construimos un
laberinto de fuego sobre un terraplén de escombros de carbón, muy cerca del
depósito de agua de la estación. Recién hecho el laberinto pasó el tren de León
que iba hacia Bilbao. El laberinto era de fuego porque lo hicimos con cerillas,
más de dos mil, pinadas sobre una hilera de barro que seguía el trazo del
laberinto. La niebla humedeció los fósforos y el viento ayudó a que el sendero
no prendiera, aunque por puro pundonor conseguimos hacer una hoguera en la que
se quemaron todos los fósforos, justo a la hora en que llegaba el tren de
Bilbao, con las luces encendidas, camino de León.
Cada uno de los que allí estuvimos había traído una caja
grande de cerillas, libremente decorada, que contenía un pequeño regalo.
Revueltas en un saco, cada cual cogió una caja. A mí me correspondió una que
contenía una pequeña acuarela de un paisaje, junto con un poco de tierra, unas
semillas y un brote de aloe. A quien la hiciera, muchas gracias por su regalo.
Tampoco sé quien recibió mi caja, decorada con el papel de un polvorón de La
Estepa y que contenía eso, un polvorón de palabras dulces, mi versión de un poema-regalo, ¡que
te aprovechen, amigo o amiga, quien quiera que seas!:
Blancos son los campos
Como los blancos prados como el
azúcar blanco
De azúcar son las empinadas
cuestas
Con sus pequeñas rectas con sus revueltas
Blancas como las rayas de las carreteras
De azúcar son las señales
de tráfico y las cunetas
Las pequeñas aldeas y sus ermitas
de azúcar
Son como los paisanos y las
feligresas
De azúcar son como la escarchada fruta
Como los umbríos bosques de helechos
Donde habitan las hadas de regaliz y los ciervos de caramelo
Dulce es la mañana que se
quiebra y se acurruca
Del frío entre algodones y entre las sábanas dulces y entre los dulces
sueños
De azúcar son las estaciones y los andenes y sus relojes
Como los baúles y los billetes de las consignas y de los trenes
Como las dulces piruletas de los ambulantes vendedores
Como la gorra y el bigote de los revisores
Allí donde se fabrican los adioses
Donde se glasean y espolvorean con canela y lagrimones
Envueltos en pañuelos blancos en vano voladores
De azúcar pues con sabor a limón y a fresa
Son los carámbanos que caen de los tejados
De naranja y horchata fresca
Se llenan las eras de dulces hierbas
Llueven aníses y yogures de frambuesa
Chorrean natillas y tocinillos de los cielos
Bollos dulces en grandes cestas que escurren por los aleros
Que colman las hidrográficas cuencas
Sumergidas en una cósmica sopa de almendras
Con todas las provincias subterráneas de los topos de los huertos
Como dulces algodones de feria
Mapamundis las nubes blancas y blanditas de requesón
Terráqueos buñuelos en manos de niñas pequeñas y regordetas
Siderales abisinios de crema las nubes son
Por fin de nata y merengue son también las altas cumbres
Son los roquedos albos los valles
cóncavos de mi patria chica por fin
Son de chocolate por fin los tiernos prados las vacas y sus ubres
Y la comarca entera se ha vuelto suave blandita muy dulce
Por fin
Por eso debe ser que hoy es año nuevo todavía
Que estrenamos el mundo y que por eso estamos aquí
Compartiendo el postre dulce de la vida
Por fin
1 comentario:
Hola Fernan, pues la tuya viajará hasta Noruega y de ahí a Centroamérica, pues la sacó Lea del saco para su compañera Katu que dejó una aquí antes de irse. Ya ves viajera será!!!
Gracias miles por vuestro aguante!!
Nos vemos en la próxima! Andrea
Publicar un comentario