En las actuales Cortes reside
la soberanía popular, según dice la Constitución . Teniendo en cuenta que a día de hoy el censo electoral lo
integramos 35.776.615, la cuota de soberanía que nos corresponde a cada ciudadano/a
es de 1/35.776.615.
La tecnología actual nos permite hacer cualquier pago y cualquier movimiento de nuestro dinero en modo telemático, también pagar impuestos,
multas y tramitar múltiples documentos oficiales que precisan de una rigurosa verificación
de la identidad. Si ésto ya es posible, también tiene que serlo algo tan
trascendental como el ejercicio de la soberanía política de la ciudadanía mediante la democracia directa.
Podríamos ejercitar ese derecho, ¿porqué
no?, en cada una de las votaciones que tuvieran
lugar en el Parlamento. Y en el caso de que no quisiéramos hacerlo, se entendería
que el diputado o diputada de las Cortes que correspondiera a nuestra circunscripción, asumiría la representación de nuestra soberanía, ¡pero sólo cuando nosotros renunciáramos a ello!.
Podríamos votar desde cualquier terminal
telemático, tanto privado (teléfono, ordenador) como público, con una interface muy simple que
facilitara al máximo el ejercicio del voto a las personas que tienen
dificultades con el uso de las nuevas tecnologías.
Y si eso es posible en el ámbito
estatal, mucho más intensa podría ser la participación democrática en el ámbito local, donde la ciudadanía podría también participar presencialmente en aquellas
sesiones del gobierno local que fueran
de su interés.
Todo ésto viene a colación de la
iniciativa democracia 4.0, sobre
la que podéis ver el siguiente vídeo:
Y ampliar información en la web
de sus promotores:
La propuesta tiene un
largo recorrido y a buen seguro que será una de las reivindicaciones más
potentes de los próximos meses. Yo la apoyo
en su estricta formulación política, si bien con una reserva personal que considero de calado
trascendental, y es que esta iniciativa presupone el ámbito estatal y que, por tanto, es del
Estado de donde emanan todas las demás instancias de participación democrática (municipales,
provinciales y regionales), cuando el auténtico sentido democrático nos dice
que la arquitectura lógica es precisamente al revés: que es la comunidad local -en la
que básicamente se desarrolla nuestra vida personal y social- la que debe detentar toda la soberanía
por mí compartida, y a partir de ella, en voluntarios acuerdos, deben originarse las federaciones regionales,
nacionales, continentales o mundiales.
...Lo que sucede es que la inercia histórica nos lleva a asumir
las estructuras actuales como si fueran incuestionables, de naturaleza poco
menos que sagrada. Así, pues, la democracia directa no se resuelve sólo con
tecnología 4.0, sino también con una identificación correcta de la soberanía colectiva.
5 comentarios:
El problema no es lo que se puede hacer, tecnológicamente hablando, si no lo que sus señorías quieran hacer con el voto de los ciudadanos... ¿y por qué van a tirar piedras contra su propio tejado cuando disponen de un cheque en blanco para 4 años y pueden pasar olimpicamente de lo que sus representados piensen? ¿quien les va a obligar a cambiar y con qué medios? En Grecia no ha servido de nada la voz de la calle, ¿por qué aquí sí?
-Precisamente por lo que dices es por lo que hay que cambiar el sistema, para que en la fase de democracia 4.0, “sus señorías” sólo tengan la representación de quienes no quieran ejercer el voto directo.
-En la siguiente fase, la de democracia directa, “sus señorías” ya no tendrán ningún poder de representación, serán meros delegados de las decisiones que previamente hayan acordado las asambleas ciudadanas.
-“Sus señorías” no tendrán que cambiar nada –como tú mismo dices, no van a tirar piedras sobre su propio tejado-, seremos los ciudadanos y ciudadanas quienes decidiremos las nuevas leyes por las que se regirá el parlamento y lo haremos pacíficamente, en un proceso que ya está en marcha y que se va a acelerar en los próximos tiempos. Te recuerdo que la crisis del sistema capitalista es de tal magnitud que nos ha conducido a una situación prerevolucionaria.
-Creo que es precipitada tu afirmación de que en Grecia no ha servido para nada la voz de la calle.
-Aquí y en todas partes sirve de mucho la voz de la calle, la lucha, la resistencia… ¿cómo crees que se han conquistado los actuales derechos que todavía tiene la gente?
¿Y cómo se articula ese proceso? Antes o después, le guste o no, el 15 M tendrá que bajar a la arena electoral y entrar en liza.
La lucha es necesaria porque no se tienen más derechos que los que se defienden (dentro y fuera de las urnas). Por eso los ciudadanos estamos como estamos (más domesticados que nunca antes en la historia), y el capital con la excusa de la crisis está practicando la doctrina del shock y cada día nos aprieta un poquito más las tuercas. Los bancos se rescatan y salvan, los trabajadores se hunden.No hay que confundir los deseos con la realidad. Estamos peor que hace 20 años, ¿o tú crees que no? ¿a qué más tenemos que esperar?
*Si el 15M entra en la contienda electoral, creo que nos cargaríamos toda la potencialidad revolucionaria de este movimiento ciudadano.
*No veo otra solución que una estrategia de transición basada en la continuidad de la lucha de resistencia ampliada a todos los frentes y a nivel global, además de que el 15M se vaya transformando paralelamente en un auténtico contrapoder local.
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