Pensar en un mundo mejor
implica necesariamente desear otra
economía, verdaderamente sustentable: ecológica e inclusiva. En el camino
hacia ese objetivo, estamos emplazados a
ensayar nuevas y alternativas formas de
organización económica que apunten en esa
dirección. En estos últimos años,
coincidiendo con la expansión global de la sociedad de la información y la
comunicación, y gracias a las herramientas tecnológicas que la hacen
posible, estamos asistiendo a la emergencia de
numerosas iniciativas orientadas hacia esa meta, en muchas partes del
mundo. Y una de las más interesantes es el movimiento de consumo colaborativo
(co-laborar), que ya en su propio nombre señala el sentido que lo define. Por estos territorios nuestros
hemos hecho algunos ensayos, como el del
Banco de Tiempo Huebra, sobre el diseño de una moneda local y complementaria,
la ”huebra”, como unidad de cambio (1 huebra=1 hora de tiempo) en un sistema
cerrado de intercambio de bienes y servicios. Y actualmente, está iniciándose
un proyecto de “Cesta Verde”, como red local de consumidores de alimentos
producidos ecológicamente. Creo que en ámbitos urbanos con mucha población y
muy concentrada, son viables los proyectos especializados de actividades económicas
alternativas, dedicados al consumo ecológico, a mercadillos de trueque, a compartir coches, a intercambiar casas de vacaciones, bancos de tiempo, cooperativas
de crédito, etc; pero en zonas rurales, con
población escasa y dispersa, creo que es más conveniente organizar
proyectos que reunan distintas actividades, lo más ligadas a la
situación específica de los habitantes del
medio rural y creo, además, que cualquier proyecto de este tipo tendría
más posibilidades de consolidación si se apoya en redes sociales ya
preexistentes en el territorio –grupos y asociaciones- y si se
diseña un sistema de funcionamiento con una potente plataforma tecnológica, aprovechando la virtualidad de internet para crear una
amplia red territorial y para realizar
una gestión eficiente, junto con la planificación de actividades presenciales, que permitan la generación de
conocimiento y lazos personales, como: mercadillos, jornadas de formación,
encuentros festivos, conciertos, exposiciones, etc…De ahí que sea tan
importante un buen diseño previo, bien fundamentado y lo más ampliamente
participado que sea posible.
Creo que actualmente, proyectos como “Huebra” y la “Cesta Verde”, podrían confluir en una única red social, que incluyera distintas actividades -culturales y económicas- alternativas, contando con una potente plataforma tecnológica como herramienta de información, formación, comunicación y gestión. Animo a pensar en ello y a proponer ideas al respecto.
Y mientras tanto, sugiero echar una ojeada a algunas de las más exitosas iniciativas de consumo colaborativo que se están desarrollando en la actualidad; los recientes cambios en el panorama económico han provocado la intensificación de las actividades de intercambio que, desde mercados enormes como eBay y Craigslist, a los sectores emergentes, como Zopa, Swaptree y Zipcar, está alterando los anticuados modos de negocio y están reinventando no sólo lo que consumimos sino, sobre todo, la manera en que consumimos. Crecen enormemente en importancia y utilización estas nuevas compañías y organizaciones, que están redefiniendo cómo se intercambian bienes y servicios en áreas tan diversas como las finanzas, los viajes, la agricultura, la tecnología, la educación, la vivienda o el transporte.
Creo que actualmente, proyectos como “Huebra” y la “Cesta Verde”, podrían confluir en una única red social, que incluyera distintas actividades -culturales y económicas- alternativas, contando con una potente plataforma tecnológica como herramienta de información, formación, comunicación y gestión. Animo a pensar en ello y a proponer ideas al respecto.
Y mientras tanto, sugiero echar una ojeada a algunas de las más exitosas iniciativas de consumo colaborativo que se están desarrollando en la actualidad; los recientes cambios en el panorama económico han provocado la intensificación de las actividades de intercambio que, desde mercados enormes como eBay y Craigslist, a los sectores emergentes, como Zopa, Swaptree y Zipcar, está alterando los anticuados modos de negocio y están reinventando no sólo lo que consumimos sino, sobre todo, la manera en que consumimos. Crecen enormemente en importancia y utilización estas nuevas compañías y organizaciones, que están redefiniendo cómo se intercambian bienes y servicios en áreas tan diversas como las finanzas, los viajes, la agricultura, la tecnología, la educación, la vivienda o el transporte.
Rachel Botsman, es co-autora del libro Lo que es mío es tuyo: el auge del consumo de
colaboración . Ella es una innovadora social que escribe, consulta, y habla sobre el
poder de la colaboración y el intercambio a través de las tecnologías de red, y
sobre cómo todo ello va a transformar el modo en que vivimos. Es fundadora
de CCLab, una incubadora de innovación que trabaja con nuevas empresas, grandes
y pequeñas, y con gobiernos locales, para ofrecer soluciones innovadoras basadas
en la idea de consumo colaborativo. Rachel Botsman afirma que "estamos
empezando a experimentar cómo millones de pequeñas contribuciones se pueden
acumular para crear un nuevo tipo de riqueza, donde el comercio y la comunidad
se encuentran." Para ampliar
información sobre consumo colaborativo,
recomiendo ver:
1.Vídeo-conferencia de RAQUEL BOTSMAN traducida al castellano.
Raquel Botsman |
2. LANDSHARE
es una red social que comparten tierras para el cultivo ecológico de alimentos.
3. ZOPA es una plataforma dedicada al préstamo directo de dinero, entre
personas, sin bancos ni intermediarios.
4. FREECYCLE
reune a más de ocho millones de personas
asociadas y organizadas en cerca de cinco mil grupos locales, dedicados a reciclar cosas usadas que se intercambian
gratuitamente.
5. ZIPCAR es
una empresa dedicada a gestionar un sistema de alquiler compartido de coches en
ciudades, como alternativa más económica y ecológica a la masiva propiedad
individual.
6. AIRBNB
es una plataforma que conecta a aquellas personas que tienen un espacio de
sobra en su casa con aquellas que buscan
un lugar donde quedarse por un tiempo.
7. UN BANCO DE TIEMPO,
para ver qué son y cómo funcionan estas
organizaciones locales de intercambio y autoayuda.
8. ECOGERMEN, una cooperativa con el objetivo de promover la producción y el consumo de
productos ecológicos, artesanales y de comercio justo, que en su producción y
distribución sean respetuosos con el medio ambiente.
2 comentarios:
Hola,
Un articulo muy interesante !
Gracias por poner de relieve algunos ejemplos españoles de consumo colaborativo tambien. Seguro hay algunos similares a los Zipcar, Freecycle... pero no solemos conocerlos porque son nuevos. Dede que empecé a estudiar la envergadura del movimiento de consumo colaborativo en Francia, he encontrado a mas de 50 ejemplos de empresas y organizaciones. Es muy importante que estas entiendan que forman parte de un movimiento que va màs allà de su propia actividad creo !
Un saludo,
Antonin
Gracias, Antonin, por tus amables palabras. Y por la oportunidad de conocer tu sitio web, que seguiré con atención.
Salud.
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