domingo, 3 de agosto de 2014

LOS CONCEJOS DEL REGIMEN

La democracia es lo de menos
Cuando se anunció la intención del gobierno español de suprimir las entidades locales menores a través de su nueva ley de “Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local”, se produjo una reacción más mediática que popular,  fundada en una cierta alarma ante la pérdida de autonomía local que dicha ley suponía; se denunciaba el propósito gubernamental de liquidar definitivamente los últimos comunales y el último residuo de democracia participativa bajo el pretexto de reducir gastos y mejorar la eficiencia de las administraciones locales. Parecía lógico defender entonces la continuidad de las Juntas Vecinales y Concejos, el único vestigio de  autonomía local y  participación democrática.

En León, donde perviven más de dos mil juntas vecinales, se constituyó una Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, que fue el germen de una Federación Nacional de Entidades Locales Menores, en la que actualmente están integradas también las correspondientes federaciones de Galicia, Asturias, Cantabria y Andalucia, junto a la asociación provincial de Alava. Sin necesidad de un apoyo popular que fuera más allá del imprescindible “adorno democrático”, el objetivo de esta Federación nacional - evitar la supresión-parece conseguido a día de hoy, no por dicho adorno sino por la negociación entre PP y PSOE.

martes, 29 de julio de 2014

¿UNA EXTRAÑA ELECCIÓN?




Hace unos pocos días, unos cuantos amigos tuvimos el privilegio de visionar en Aguilar de Campoo el último documental de Carmen Comadrán (Tierravoz Comunicación), comentado por ella misma antes de la presentación pública de éste, su primer largo. Su título es “La extraña elección” y su argumento está construido sobre  varias historias de gente urbana que en un momento crítico de sus vidas han decidido hacer un cambio radical para establecerse un una zona rural,  en algunos casos muy alejada de su ciudad,  incluso de su país de origen. Son historias vitales que me resultan muy próximas, porque de alguna forma hablan de mi propia historia y porque, además, durante unos cuantos años, parte de mi trabajo como agente de desarrollo rural consistió en acoger y ayudar a establecerse en el territorio a estos nuevos pobladores. Cuando ví el documental yo tenía muy reciente la lectura de “Desesperar”, un libro de Pedro García Olivo, voluntariamente convertido éste en  nuevo poblador, rural y marginal, con el oficio de escritor mendicante. 

lunes, 21 de julio de 2014

RUTA INTEGRAL "CORDAL DEL LANDILLERO"

CUADERNOS DE CAMINERÍA
RUTA INTEGRAL "CORDAL DEL LANDILLERO"
(Ruesga-Montaña Palentina)

Cima del Pico Hoyovejas, 1516 metros

Hoy camino sólo. De vez en cuando me gusta hacerlo, incluso cuando escalaba me gustaba esa sensación de total autonomía que te obliga a poner mucha más atención en el propio camino y en tus pensamientos. Sabes que no te puedes permitir ningún error, que no tienes a nadie al lado para ayudarte y, sin necesidad de pensarlo, aseguras más cada pisada y, sin querer, ves más cosas, los detalles de cada piedra donde pones el pie, las formas y texturas del paisaje que se abre por delante, percibes el menor ruido que sale de la umbría del bosque. Hace tiempo que quería hacer este cordal al completo, he subido muchas veces por aquí, a distintas cumbres, pero nunca hasta hoy se me había ocurrido hilvanar todas las cumbres que se alzan sobre Ruesga, que limitan el valle por el que habitualmente se pasa desde aquí hacia el contíguo Valle de Tosande. Sé que el paso es por el collado de los Novios, pero al cordal y a la ruta que quiero seguir la he llamado del Landillero por ser éste el nombre de la antígua mina de cobre que allí hubo, cuyos restos todavía se perciben en la cabecera del valle, bajo ese collado, antes de pasar a Tosande. Llego a Ruesga desde Cervera de Pisuerga y dejo el coche junto al embalse, en la zona de baño, para iniciar el recorrido que he planeado con inicio un poco más adelante, tomando el tumbado lomo calizo que prácticamente arranca al pie de la pista que bordea el embalse. 

lunes, 14 de julio de 2014

DEMOCRACIA DE ALDEA EN LA MEGÁPOLIS GLOBAL (y 2)



2. Una Carta Universal por la Emancipación y la Democracia.

De una vez por todas, hay que establecer un consenso universal acerca de en qué consiste el régimen que nombramos como Democracia y que cada ideología política interpreta en modo distinto y adaptado a sus propios fines y estrategias. Nunca como hoy la manipulación de los conceptos y del lenguaje mismo había sido un arma tan poderosa en manos de las oligarquías que controlan la cultura y educación de las masas, porque nunca este poder había sido tan dañino para la libertad de conciencia como en manos de los estados contemporáneos, que disponen para ello de la capacidad de dictar leyes, de controlar la educación y los medios de comunicación, junto a un montón de ministerios que dictan lo que hay que pensar y cuál es la interpretación conveniente a los intereses de esas oligarquías, socias fundadoras del aparato estatal-capitalista; un aparato que dicta y controla el pensamiento también a través de instancias supranacionales, como la ONU, emanadas de los estados nacionales.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la ONU en 1948, ha demostrado ser una herramienta perversa en manos de las oligarquías que detentan y concentran todo el poder político y económico. Esta declaración ha impuesto una ideología de los “derechos humanos” que da por bueno el estatus de dominación hoy existente, ante el cual, esos “derechos” son presentados como concesiones a las poblaciones sometidas, “derechos” que los estados administran y dispensan a conveniencia. La corta existencia de esta declaración ha sido suficiente para evidenciar el fraude de origen que esos derechos institucionalizan. La consagración de derechos como el de propiedad privada sirve para instituir y justificar el robo y expolio sistemático de bienes comunales que son universales e inalienables, como los recursos naturales y el conocimiento humano. Este derecho de propiedad enmascara los mecanismos de dominación social que se basan en el control, privado o estatal, de los medios de producción a partir de la acumulación capitalista, con absoluta ignorancia de sus protagonistas reales, que son el esfuerzo, las habilidades, el conocimiento y la creatividad de quienes trabajan en la produccion de bienes y servicios. Esta declaración ha consagrado el trabajo asalariado como modo actualizado de servidumbre, ha camuflado la esclavitud de siempre tras la cortina compensatoria de un salario, instituido como una gracia, un “derecho”. Tal es la esencia fraudulenta y el poder de confusión logrado, que el trabajo humano es impunemente considerado como “mercancia”, tal como se reconoce en la denominación “mercado laboral” impuesta en el lenguaje dominante que, sin disimulo alguno, se refiere al trabajo asalariado como moderna forma de mercantilismo humano, de esclavitud.

jueves, 26 de junio de 2014

DEMOCRACIA DE ALDEA EN LA MEGÁPOLIS GLOBAL (1)



Perdóneseme que desatienda los acontecimientos actuales, los aforamientos exprés de la realeza española, los falsos dilemas entre monarquía y república, las congojas del nacionalismo catalán y españolista, las consecuencias anímicas por el hundimiento de la escuadra española en los mares de la américa futbolera, la competencia desatada por la jefatura del partido del ocaso socialista o el relevo de éste por un nuevo partido de la clase media de izquierdas...pero es que me urge más aclarar aquello que trata de anticipar el futuro y que pudiera ser decisivo para cambiar esta actualidad, la averiada realidad que acontece cada día.
 

domingo, 15 de junio de 2014

LA UTILIDAD DE LA ALDEA



Revilla de Pomar, una aldea de la Montaña Palentina

Desde antes de venirme a vivir a una aldea, hace ya más de dos décadas, vengo reflexionando sobre un mundo rural que siempre me pareció de una dimensión superior a lo agrario. Esa reflexión ha sido impulsada desde mi propia experiencia, en la que incluyo mi condición de vecino y mi trabajo como agente de desarrollo rural durante más de dos décadas en las que dicha reflexión ha ido evolucionando hacia una posición crítica a partir de esa experiencia vital. También han contribuido a ello las aportaciones al respecto de algunos expertos en la materia que he conocido en este tiempo, como Jaime Izquierdo Vallina (1), que desde hace muchos años viene construyendo su propia visión sobre la ruralidad de la que, en parte, la mía es deudora. Su último artículo, publicado recientemente en el periódico “La Nueva España” de Oviedo, indaga en torno a una pregunta que a mí me sigue pareciendo pertinente y de plena actualidad: “¿Para qué sirve la aldea?” (2). Ese artículo me sirve hoy de pretexto para volver a ahondar en mi personal reflexión, que, en lo esencial, coincide con la intención y sentido de esa pregunta, aunque no tanto con sus respuestas. Mis discrepancias conciernen a algunas de sus premisas históricas, si bien son perfectamente compatibles con el propósito común de repensar hoy la utilidad de la aldea.