Rubalcaba & Chacón
Escribo
estas notas nada más oír los discursos de Rubalcaba y Chacón en el 38 congreso
del PSOE. Tengo que reconocer que he palpado un ánimo decidido de renovación
que me parece algo más convincente por parte de Chacón y creo que ella ganará
la elección a la secretaría general. Pienso que esta elección es decisiva a
corto plazo para el PSOE y para toda la sociedad española, en el sentido de que
de la deriva próxima de la socialdemocracia española va a depender en buena medida que se pueda frenar el brutal ataque que el neoliberalismo proyecta contra las conquistas
sociales en España y en Europa. Dicho y reconocido ésto, es obligado decir que
en el medio y largo plazo, la socialdemocracia carece de futuro, que carece de
utilidad más allá de la coyuntura actual del capitalismo. Y ésto es así porque
la socialdemocracia no tiene resuelto –ni puede resolver- su problema original, que es genético y que la
lleva a una errónea identificación de los problemas y, en definitiva, a
situarse en el mismo campo de quienes sustentan el sistema capitalista. Me
refiero a su concepción separada y fragmentada de la democracia y de la
economía, por la que todo su discurso sobre la igualdad se derrumba por su
propia incoherencia. No se trata de un error más de entre la larga lista que
acumulan, es “el Error” con mayúsculas, un error intelectual y político básico, que ya ha colocado a la
socialdemocracia en la hornacina de la historia.
Nunca
habrá igualdad en una representación de
la democracia que es falsa en sí misma, en un sistema en el que la soberanía de
cada ciudadano o ciudadana se halla mediatizada por intermediarios, por una
oligarquía política, aunque ésta tenga el carnet político del PSOE, ¿o es que
se necesitan más evidencias?
Y
nunca habrá igualdad en una economía no democrática, que no reconoce como causa
de la desigualdad al sistema de apropiación privada de los recursos comunes y
su consecuencia, la acumulación del capital, el capitalismo. Esos errores originales no son
actuales, sino que los arrastra la socialdemocracia desde su nacimiento, desde
la primera internacional socialista, fraguada en 1864 con la denominación de
AIT (Asociación Internacional de Trabajadores); en el quinto congreso de la
AIT, en 1872, se produjo la escisión entre dos formas de concebir el socialismo
que la evolución histórica se ha encargado de esclarecer y resolver: el
superviviente es el pensamiento realmente
democrático, el socialismo libertario.
Nunca
entendieron que la democracia es imparable y que el socialismo será su
consecuencia natural, como la anarquía, porque ¿qué necesidad tendremos de
gobiernos cuando sea la gente quien gobierna?
Con
Rubalcaba o con Chacón, al PSOE le queda poco cuartelillo, el mismo que al
capitalismo: exactamente lo que tardemos en implantar la democracia.