Venimos aceptando que el
topónimo “lora” está asociado al relieve en forma de grandes
“mesas”, esos grandes páramos calizos que no son sino el relieve
residual de enormes sinclinales colgados. Sin embargo, seguimos sin
tener bien aclarado su origen etimológico.
He estado rebuscando
topónimos similares, por intentar explorar a partir de similitudes.
Y la verdad es que son escasos. Me aparecen dos poblaciones sevillanas, Lora del Río y Lora de
Estepa; en sus inmediaciones aparecen
también Mesa de Lora o Lora Vieja, referida a un cerro próximo a
Lora del Río, donde se localiza un importante yacimiento
arqueológico que, presumiblemente, era el asentamiento original de
Lora del Río (de ahí su denominación alternativa de “Lora
Vieja”).
Lo que es indudable es que, en todo caso, existe una
clarísima relación de la palabra “lora” con la morfología del
relieve, con la forma de “mesa”, cerro elevado. Y así mismo,
tanto en las dos poblaciones sevillanas referidas, como aquí, en el
territorio de Las Loras, se da la circunstancia común de un mismo
carácter de “fortaleza”, con una enorme abundancia de restos
arqueológicos que nos hablan de un carácter defensivo estratégico en el poblamiento de esos altos páramos, alzados sobre la llanura, buscando la ventaja
que da el dominio de la altura y el amurallamiento natural que
proporcionan las paredes rocosas que bordean, casi en su totalidad,
estas mesas elevadas que son “las loras”.
Hay otras “loras” que
directamente vienen siendo llamadas “mesas”, probablemente porque
se trata de topónimos más recientes, como es el caso de la Mesa de
Setefilla o del Almendro, también situadas en territorio andaluz,
si bien, muchos geógrafos y geólogos han venido atribuyendo la
palabra “lora” como sinónimo de “mesa”, generalizando esta
denominación aplicada a similares formaciones, todas ellas con forma de altas
parameras bordeadas de cantiles verticales.
En el caso de Lora del
Río, esta población fue ocupada por las legiones romanas a finales
del siglo III a.C., denominando a la villa "Axati", a la que
convirtieron en un gran centro productor y exportador de aceite de
oliva. El emperador Flavio Vespasiano, en el año 78, concede a la
ciudad el derecho latino, renombrándola como Flavio Axatitano
Vespasiano, pasando a ser un “municipium flavium”. Algunos
autores atribuyen el origen del actual nombre al periodo de la
ocupación visigoda, posterior a la invasión romana, vinculándolo
con “laurel”, lo que me parece escasamente fundado si pensamos en
el laurel como árbol (aunque en aquella zona el laurel fuera
relativamente abundante); pero no es tan improbable si la vinculamos
con la tradición romana que consistía en imponer una corona de
laurel como signo de reconocimiento y gloria a los vencedores de una
batalla. En ese caso, la etimología de “lora” como derivación
del latín “lauris-laura” empieza a cobrar sentido. La posterior
ocupación musulmana de Lora del Río, la nombró en árabe como “Lawra”, sin duda como arabismo derivado del nombre latino
precedente. Los musulmanes invasores reforzaron la fortificación de la
ciudad, añadiendo murallas que reforzaban el carácter de fortaleza
de la misma, una ciudad-fortaleza invicta, un importantísimo centro
defensivo en el territorio que servía de tránsito entre Córdoba y
Sevilla, según relatan los cronistas contemporáneos.
Si se escarba en el uso como
antropónimo, Lawra es considerado como "nombre de mujer con el
significante de victoriosa, coronada de laureles”.
Por otra parte, teniendo en cuenta
formas transmitidas por autores romanos como "Iluro", el texto árabe
debemos interpretarlo como “lura” (lora), con terminación -a por
arabismo. David López en “Toponymia árabe de Portugal” (Revue
Hispanique), pone de relieve que las terminaciones latinas -u, -um,
-em, y -o están representadas en árabe por -a.
“Ili, Ilu”, ciudad, núcleo de
población -según J. Hubschmid-, se extendió de sur a norte con los
pueblos que la portaban. Esta raíz convive con otras variantes “iru,
iri, uru”. Partiendo de la base “Iluri” la etimología es
diáfana, según dicho autor. Ya he aludido a la modificación, por
arabismo, de la vocal final en -a y, además, los nombres propios
peninsulares pierden la vocal inicial absoluta (Ilerda=Lérida, Emérita=Mérida,
Arunda=Ronda, Ilurcis= Lorca), quedando así “lura” por
imprecisión de la vocal velar en árabe, acabando en “lora” del
mismo modo que Arunda=Ronda o Ilurca=Lorca. A esta misma raíz
pertenece Álora, con artículo árabe “al-Lura”. Todo ésto,
según el estudio al respecto que hizo Alvaro Galmés de Fuentes, en
su obra sobre la “Toponimia Mítica”.
Existe, además, el topónimo
“Guadalora”, río localizado en el municipio andaluz de
Hornachuelos, como nombre compuesto a partir del arabismo “guad
=río” y “lawra=lora”.
Por otra parte, según Julio de
Atienza, la casa solar más antigua con el apellido “Lora” se
encuentra en Galicia, aunque existe otra casa solar en Italia.
Miembros de este linaje aparecen referidos en la Real Chancillería
de Granada, así como en el Ensayo de un Padrón Histórico de
Guipúzcoa.
Y no puedo por menos de acordarme de
Peña Labra, la mítica cumbre situada entre las tierras de La Pernía (en la
Montaña Palentina) y las de la vecina comarca cántabra de Liébana; yo siempre pensé que su nombre “labra” tenía origen en su
forma -como “labrada”-, pero si uno observa la coincidencia de su
abrupta forma de gran mesa rocosa, como una fortificación
naturalmente amurallada, y su gran parecido con Las Loras próximas,
situadas entre Burgos, Palencia y Cantabria, no me extrañaría que
el topónimo “labra” viniera del arabismo “lawra”, a través
del apasionante viaje lingüistico y cultural que se esconde tras el nombre de
cada lugar.
1 comentario:
hace usted una descripción muy real de las Mesas de Lora "Lora la Vieja" en la cúspide de esta mesa existe un vértice geodésico que nos da dominio sobre el entorno su altidud es de 96 msnm. Sobre la historia de esta ubicación que da nombre a la actual Lora del Rio, aunque ahora la población se encuentre en el margen derecho del Guadalquivir y la Mesa en el izquierdo a unos 4 km. existiendo restos de construcciones y anforas de barro cocido pues en época romana este era uno de los centros de producción de anforas para el transporte de aceite de oliva a Roma. Actualmente el entorno se conoce con el nombre de la Catria que traducido sería la Cátedra. Referente a la historia de Lora la Vieja no está clara pues a mi que me gusta indagar en la historia de este lugar que he visitado en muchas ocasiones he hallado un fósil de almejas incrustadas en una piedra caliza y como que el mar a estado inundando este lugar y el pasado domingo halle una piedra biceña de 4kg con inscripciones de cruces y rombos. como si esta zona hubiera estado habitada mucho antes de los romanos. NEANDERTALES.
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