En el viejo conflicto entre Israel y Palestina se da ahora una circunstancia especial y muy preocupante: esta guerra se reabre y recrudece en un momento de decadencia de los EEUU, sumidos en una grave crisis institucional que supone una debilidad en sí misma, además de verse obligado su ejército a atender en este momento a demasiados frentes al mismo tiempo (en el sudeste asiático y en el Mediterráneo), lo que puede ser aprovechado como una gran oportunidad estratégica por el otro bloque, el de los estados alineados con China, fundamentalmente integrado por Rusia, Irán e India. De momento, no me cabe duda de que el estado ruso va a sacar provecho de esta ocasión para reforzar su posición en la guerra de Ucrania, ni de que Irán saldrá reforzado en su liderazgo en la lucha de los estados árabes contra el poderoso estado judío. Estamos, pues, ante una situación altamente compleja, muy peligrosa e imprevisible, que nos sitúa en riesgo de una inminente tercera guerra mundial.
Mujeres
palestinas y kurdas, después de ataques aéreos: del ejército de Israel
en Gaza y de los ejércitos de Irán y Turquía en Kobane
Ante la escalada del conflicto palestino-israelí, con resultado de miles de muertos civiles en ambos territorios (que veremos multiplicarse en los próximos días), llama mi atención el comunicado hecho público por la Unión de las Comunidades Kurdas (en kurdo: Koma Civakên Kurdistanê, KCK), un texto en el que se pide el fin inmediato de los enfrentamientos, al tiempo que se resaltan estas dos afirmaciones: 1) que todos los problemas actuales en el Medio Oriente, incluida la cuestión kurda, provienen de la ideología del Estado-nación y 2) que este conflicto demuestra la importancia del modelo de organización política propuesto por Abdullah Öcalan, el confederalismo democrático.
Tengo una profunda simpatía por la resistencia kurda y grandes coincidencias ideológicas y estratégicas con su modelo del confederalismo democrático, que básicamente se autodefine por su radical rechazo del Estado y de la economía capitalista, y que promueve los principios alternativos de ecología social y democracia radical a partir de una organización comunal-integral (social, política y económica), confederada en redes de cooperación y ayuda mutua, en todas las escalas territoriales y al margen de Estados y Mercados.
Pero también tengo mis discrepancias, no menos
profundas. Me refiero a lo que considero sus dos errores básicos,
de principio y estratégicos, que a mi entender hoy lastran a todas
las izquierdas, sean reformistas o revolucionarias: 1) su no reconocimiento de la
tierra y del conocimiento humano como comunales universales y 2) su
organización social en modo “político”, sea nacional o indigenista, caso de los kurdos confederalistas y de los mejicanos zapatistas, o al modo moderno/burgués/proletario de las izquierdas contemporáneas, es
decir, como movimiento/partido/sindicato. Entiendo que ambos
errores son categóricos: 1) mientras la
tierra y el conocimiento no sean pactados como comunales
universales, la secular ideología propietarista tiene
garantizado su futuro depredador y patriarcal por los siglos de los siglos - pocos o muchos - que tengamos por delante, haciendo imposible siquiera imaginar sociedades igualitarias, verdaderas democracias y
ecologías sociales y 2) inevitablemente, toda organización
heterónoma promueve la ideología estatista, la organización
vertical que es el “Estado” en cualquiera de sus formas. Así, si la organización política es diferente a la sociedad del proyecto revolucionario, emancipación y revolución siempre quedarán como asuntos "pendientes".
Con todo, considero interesante ese comunicado, que nos viene a recordar que tanto el Estado “judío” de Israel, como la Palestina que dirigida por Hamas quiere ser un Estado “musulmán”, hoy se matan en la disputa por el mismo territorio que en su día fuera parte del antiguo imperio otomano, hoy reducido a la actual República de Turquía. Y de eso no hace tanto: el Imperio otomano, bajo la dirección de un sultán, fue abolido el 1 de noviembre de 1922 y los mismos movimientos "revolucionarios" que lo habían derrocado fundaron al año siguiente la moderna Turquía, el estado republicano, patriarcal y capitalista que en 1952 se integrara en la OTAN, treinta años antes que el monárquico estado de España (1982).
En ese comunicado de los kurdos de la KCK se dice literalmente que “en su discurso, Tayyip Erdoğan, por un lado dice que los ataques del Estado de Israel son injustos y los condena. Pero, por otro lado, en el mismo discurso, habla con odio de cómo atacará aún más a los kurdos y matará a más. ¿No es esto hipócrita deshonestidad y engañar al mundo? Definitivamente son lágrimas de cocodrilo. ¿Cómo se puede hablar de lo que está sucediendo en Gaza y del sufrimiento del pueblo palestino, cuando lo que se le está haciendo a Rojava es obvio y continuará? En los ataques aéreos del Estado turco contra Rojava, todo el sistema de infraestructura de la zona fue bombardeado. Se vieron afectados represas, centrales eléctricas, pozos petrolíferos, depósitos de suministros y muchas otras instalaciones. Decenas de personas perdieron la vida en estos ataques. No se puede esperar que quienes hacen ésto al pueblo kurdo sean sinceros con el pueblo palestino y su causa”.
Para quienes pudieran estar interesados, éste es el enlace a ese comunicado de la KCK:
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