lunes, 16 de octubre de 2023

GUERRAS DE ESTADO, TODO POR EL ESTADO

 La agitación informativa de estos días se mueve entre dos modelos de periodismo bélico: como descarada  “propaganda” o como "parte de guerra". En todo caso, con una abrumadora ausencia de reflexión y análisis. Sucede que en las actuales sociedades estatales, la información es una poderosa herramienta de control social, incluso un arma de guerra en manos de los Estados y de las grandes Corporaciones empresariales  que son propietarias de los medios de información de masas. En el último año hemos visto cómo la guerra en Siria era eclipsada por la de Ucrania y ahora ésta lo está siendo por la guerra en Gaza. Hay, además, entre veinte y treinta guerras repartidas por el mundo de las que nada se dice en esos medios. Nos han acostumbrado a que lo que no se publica es como si no existiera, como si esas guerras solo le interesaran a sus víctimas y nada al resto del mundo.                            
 
Es obvio que el actual deterioro del orden internacional refiere inequívocamente al declive de los EEUU como primera potencia económica y militar (además de gendarme mundial), al tiempo que este orden, antes unipolar, está pasando a ser multipolar. Así mismo, resulta igualmente evidente que en el actual contexto geoestratégico, de lucha por la hegemonía mundial entre EEUU y China, se genera una inercia de alineamiento en bloques, a uno y otro lado, que afecta a todos los demás Estados, siendo ésto inevitable por la propia dinámica de los mercados mundiales en esta era del capitalismo global. Parece lógico pensar que todos los conflictos actuales, por muy locales que parezcan, están contaminados por esa misma inercia y dinámica de bloques.

En el viejo conflicto entre Israel y Palestina se da ahora una circunstancia especial y muy preocupante: esta guerra se reabre y recrudece en un momento de decadencia de los EEUU, sumidos en una grave crisis institucional que supone una debilidad en sí misma, además de verse obligado su ejército a atender en este momento a demasiados frentes al mismo tiempo (en el sudeste asiático y en el Mediterráneo), lo que puede ser aprovechado como una gran oportunidad estratégica por el otro bloque, el de los estados alineados con China, fundamentalmente integrado por Rusia, Irán e India. De momento, no me cabe duda de que el estado ruso va a sacar provecho de esta ocasión para reforzar su posición en la guerra de Ucrania, ni de que Irán saldrá reforzado en su liderazgo en la lucha de los estados árabes contra el poderoso estado judío. Estamos, pues, ante una situación altamente compleja, muy peligrosa e imprevisible, que nos sitúa en riesgo de una inminente tercera guerra mundial. 

Mujeres palestinas y kurdas, después de ataques aéreos: del ejército de Israel en Gaza y de los ejércitos de Irán y Turquía en Kobane  
  

Ante la escalada del conflicto palestino-israelí, con resultado de miles de muertos civiles en ambos territorios (que veremos multiplicarse en los próximos días), llama mi atención el comunicado hecho público por la Unión de las Comunidades Kurdas (en kurdo: Koma Civakên Kurdistanê, KCK), un texto en el que se pide el fin inmediato de los enfrentamientos, al tiempo que se resaltan estas dos afirmaciones: 1) que todos los problemas actuales en el Medio Oriente, incluida la cuestión kurda, provienen de la ideología del Estado-nación y 2) que este conflicto demuestra la importancia del modelo de organización política propuesto por Abdullah Öcalan, el confederalismo democrático.   

Tengo una profunda simpatía por la resistencia kurda y grandes coincidencias ideológicas y estratégicas con su modelo del confederalismo democrático, que básicamente se autodefine por su radical rechazo del Estado y de la economía capitalista, y que promueve los principios alternativos de ecología social y democracia radical a partir de una organización comunal-integral (social, política y económica), confederada en redes de cooperación y ayuda mutua, en todas las escalas territoriales y al margen de Estados y Mercados. 

Pero también tengo mis discrepancias, no menos profundas. Me refiero a lo que considero sus dos errores básicos, de principio y estratégicos, que a mi entender hoy lastran a todas las izquierdas, sean reformistas o revolucionarias: 1) su no reconocimiento de la tierra y del conocimiento humano como comunales universales y 2) su organización social en modo “político”, sea nacional o indigenista, caso de los  kurdos confederalistas y de los mejicanos zapatistas, o al modo moderno/burgués/proletario de las izquierdas contemporáneas, es decir, como movimiento/partido/sindicato. Entiendo que ambos errores son categóricos: 1) mientras la tierra y el conocimiento no sean pactados como comunales universales, la secular ideología propietarista tiene garantizado su futuro depredador y patriarcal por los siglos de los siglos - pocos o muchos - que tengamos por delante, haciendo imposible  siquiera imaginar sociedades igualitarias, verdaderas democracias y ecologías sociales  y 2) inevitablemente, toda organización heterónoma promueve la ideología estatista, la organización vertical que es el “Estado” en cualquiera de sus formas. Así, si la organización política es diferente a la sociedad del proyecto revolucionario,  emancipación y revolución siempre quedarán como asuntos "pendientes".


Con todo, considero interesante ese comunicado, que nos viene a recordar que tanto el Estado “judío” de Israel, como la Palestina que dirigida por Hamas quiere ser un Estado “musulmán”, hoy se matan en la disputa por el mismo territorio que en su día fuera parte del antiguo imperio otomano, hoy reducido a la actual República de Turquía. Y de eso no hace tanto: el Imperio otomano, bajo la dirección de un sultán, fue abolido el 1 de noviembre de 1922 y los mismos movimientos "revolucionarios" que lo habían derrocado fundaron al año siguiente la moderna Turquía, el estado republicano, patriarcal y capitalista que en 1952 se integrara en la OTAN, treinta años antes que el monárquico estado de España (1982).

En ese comunicado de los kurdos de la KCK se dice literalmente que “en su discurso, Tayyip Erdoğan, por un lado dice que los ataques del Estado de Israel son injustos y los condena. Pero, por otro lado, en el mismo discurso, habla con odio de cómo atacará aún más a los kurdos y matará a más. ¿No es esto hipócrita deshonestidad y engañar al mundo? Definitivamente son lágrimas de cocodrilo. ¿Cómo se puede hablar de lo que está sucediendo en Gaza y del sufrimiento del pueblo palestino, cuando lo que se le está haciendo a Rojava es obvio y continuará? En los ataques aéreos del Estado turco contra Rojava, todo el sistema de infraestructura de la zona fue bombardeado. Se vieron afectados represas, centrales eléctricas, pozos petrolíferos, depósitos de suministros y muchas otras instalaciones. Decenas de personas perdieron la vida en estos ataques. No se puede esperar que quienes hacen ésto al pueblo kurdo sean sinceros con el pueblo palestino y su causa”.

Para quienes pudieran estar interesados, éste es el enlace a ese comunicado de la KCK:

https://www.kurdistanamericalatina.org/la-cuestion-palestina-y-kurda-solo-puede-resolverse-superando-la-mentalidad-de-estado-nacion/

 

Arriba: mapa del imperio otomano en 1900, ya en plena decadencia. 2. Mapa con las pérdidas territoriales         otomanas desde su mayor auge hasta poco antes de su entrada en la Primera Guerra Mundial (1914)


 

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