Si el pensamiento mayoritario se fundamentara en principios de
empatía y justicia, lo más probable que sucediera sería un mundo
en paz y democracia. Pero si lo que realmente sucede se fundamenta en
principios contrarios, de egoísmo e insolidaridad social, lo que
acaba sucediendo, seguro, es un mundo en permanente estado de guerra
y dominación (elitocracia)...luego, ¿es el pensamiento lo que
antecede y determina lo que sucede, o es al revés?
1
Si,
como se dice, siempre ha habido ricos y pobres; si los ricos, siendo
minoría siempre han dominado a la mayoría -que son pobres-, todo
parece indicar que sí, que los ricos son más listos, además de más
fuertes. Pero tiene que haber una razón para que ésto sea así,
cuando sabemos que la inteligencia es una capacidad innata, a no ser
que su transmisión, como la propiedad, sea por vía hereditaria y al
margen de la genética.
2
Los
pobres compiten en las urnas o se matan en los campos de batalla,
mientras los ricos nunca mueren en las guerras y compiten sólo en
los mercados. Esto es “lo que sucede” realmente y a las pruebas
me remito.
3
Sin
duda, todas las evidencias favorecen la teoría de que los ricos, si
no más inteligentes, sí son mucho, mucho más “listos” que los
pobres. Por eso ganan casi siempre y es lo que puede explicar por
qué la mayoría de los pobres acaban emulando y asimilando el
pensamiento de los ricos; mientras sean pobres, siempre dirán que no
quieren “ser” como los ricos, aunque “vivir” como ellos sea
la máxima finalidad de sus vidas.
4
¿Y
si la lucha de clases -el “motor de la historia” que dijera
Carlos Marx- hubiera dejado de estar motivada por ideas de justicia
y ya sólo se sostiene por sentimientos de envidia?, ¿acaso es que
ha habido un momento en la historia humana a partir del cual la idea
de Consumo se haya puesto por delante y por encima de la idea de
Justicia?, ¿y si así fuera, tienen alguna responsabilidad en ésto
los partidos y sindicatos que se hicieron con el control del hoy
domesticado movimiento obrero?
5.
Yo
creo que lo que acaba
sucediendo es lo
que imponen
los ricos (por la fuerza
bruta en
origen y después por
la costumbre y el adoctrinamiento del
Estado). Es
un procedimiento tan
inteligente como perverso, muy
listo, que por las buenas
recurre a medios blandos
(democracias estatales), pero que tiene en reserva medios más
contundentes cuando le
hace falta (estados policiales). Son
tan listos y poderosos que han logrado implantar su pensamiento en
nuestro cerebro, con olvido
de todo
principio ético y moral, hasta
llegar a controlar
absolutamente nuestras vidas.
6.
Por
eso, el pensamiento libre, pacífico y democrático no puede suceder
y, por ahora, sólo puede ser soñado.
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