viernes, 8 de marzo de 2013

UN PARADIGMA POSTCAPITALISTA SE ABRE PASO HACIA EL BIEN COMÚN DE LA HUMANIDAD

En memoria de Elinor Ostrom, que desmontó
la teoría trágica de los
 bienes comunes 
A partir de la década de los noventa fueron numerosos los movimientos sociales que incorporaron en su agenda el tema de los “bienes comunes”, sobre todo a partir de los trabajos elaborados por Elinor Ostrom (especialmente “Governing the Commons”, publicado en 1.990), economista que en 2009 se convertiría en la primer mujer en recibir el premio Nóbel de economía. Hasta entonces, la generalidad de los economistas venía considerando que el mantenimiento de los bienes comunes precisaba de la intervención estatal o del interés privado individual, opinión estandarizada que implicaba necesariamente el desprestigio de la propiedad comunal de dichos bienes (lo que se denominó “la tragedia de los comunes”). Elinor Ostrom, fallecida en 2012, desafió esa concepción de los bienes comunes y su abundante observación y estudio al respecto le llevaron a la conclusión de que cuando las comunidades cuentan con autonomía suficiente, los individuos que las forman interactúan y desarrollan complejos sistemas institucionales de carácter local, con el fin de hacer sostenible a largo plazo la gestión de los recursos compartidos. En la mayor parte de los casos, dichas prácticas comunales han permitido la preservación de recursos naturales y evitado la degradación del medio. La evidencia la tenemos en nuestro propio medio rural, donde gracias a esas prácticas comunales de origen ancestral, todavía disponemos de un importante patrimonio natural y rural, relativamente bien conservado, aunque sometido a permanente amenaza por la codicia especulativa del interés privado.

martes, 5 de marzo de 2013

LA CAUSA PLUSCUAMPERFECTA. O ¿POR QUÉ NO ME ENTIENDO CON CRISTIANOS Y ANARQUISTAS?

De la portada del libro "L´Anarchisme Chretièn"

Los cristianos tienen el pecado original de su creencia irracional, que es cosa suya, de su propia inteligencia personal. Ese problema puede que no nos concierna a los demás, pero los cristianos también tienen algo que nos vendría bien al resto de los mortales si pudiéramos compartirlo con ellos. Se trata del principio moral “ama al prójimo como a ti mismo”…lo que pasa es que no lo practican. Sucede que  la mayoría sigue una mala estrategia, que les impide  conseguir dicho fin. Sucede que  se limitan a demorar la aplicación de sus principios para el otro mundo, el celestial -ese que probablemente no exista-, con lo cual, la mayoría resultan ser pésimos cristianos en esta vida. No se aman suficientemente a sí mismos o bien se exceden y, por tanto, todos los demás, su prójimo, nos vemos privados de su amor. El pecado universal de los cristianos tiene una trágica consecuencia: su aportación a la igualdad y a la justicia en este mundo es irrelevante; incluso peor que irrelevante, ya que desde antíguo vienen alineándose mayoritariamente con el poder político y económico, o sea, con quienes pisotean cada día la dignidad de los seres humanos.

Con los anarquistas me viene a pasar algo parecido, incluso puede que más complicado de explicar. Con éstos comparto la racionalidad del libre pensamiento, comparto el principio de la igualdad como sustento inseparable de la libertad, comparto su objetivo de una sociedad fraternal e igualitaria, sin jerarquía y sin Estado,…comparto todos sus principios y objetivos, tanto morales como políticos. Pero no me entiendo con ellos porque discrepo radicalmente de su absurda y alcanforada estrategia. Van a la deriva de una inercia histórica no menos ritual y religiosa que la de los cristianos, cerrados a toda idea que no aparezca en los textos sagrados del santoral anarquista. No han actualizado su conocimiento del mundo, no se han enterado de que ya no vivimos en la modernidad industrial, no han entendido que el anarcosindicalismo es una pérdida de tiempo y energía revolucionaria, que retroalimenta al capitalismo tanto como el parlamentarismo; ignoran que el problema central del trabajo humano en el mundo actual no es el de la precariedad del empleo asalariado -aún siendo cierto-, sino la obsolescencia misma del trabajo en el capitalismo global y postmoderno. No han estudiado la evolución del capitalismo a partir del siglo XIX y pretenden combatirlo con la misma estrategia de aquel siglo. Su deriva les lleva al sitio contrario al que quisieran ir, o peor, a ninguna parte…y, al igual que los cristianos, nos remiten a una utopía celestial, ajena a este mundo, donde la revolución habrá de suceder al día siguiente a aquél en que la humanidad toda, iluminada por la razón ácrata, comprenda por fin el sentido último del anarquismo.

domingo, 3 de marzo de 2013

DESPUÉS DE LA MAREA


La Democracia es el proyecto de la Marea

La Marea de Mareas es mucho más que una manifestación multitudinaria, mucho más importante de lo que podría deducirse de su propio éxito de participación. Antes del 23 F decían desde Madrilonia que “la Marea ha ganado su legitimidad por la fuerza de su choque contra las rocas que el gobierno zombi de Mariano Rajoy ha ido poniendo en el camino”, que la fuerza de su movimiento ha actuado como un enorme polo de atracción, con su potencia dirigida en una doble dirección: 1) en la que permitía la incorporación de colectivos de todo tipo, haciendo un efecto llamada a redes más amplias y 2) en la que levantaba el propio mito de la Marea de Mareas. Eso es lo que ha permitido abrir un marco de posibilidad y de necesidad, lo que nos ha permitido, a partir de la singularidad de cada lucha, encontrarnos en un anhelo común: el fin de la agresión capitalista y la caída del gobierno.

Su convocatoria ha desbordado a las organizaciones políticas y sindicales, que han visto como sus bases compartían la convocatoria sin necesidad alguna de permiso. Estamos completamente de acuerdo con esa opinión de Madrilonia, sobre todo cuando se afirma que la convocatoria apela, por encima de todo, a un proyecto democrático y que “la pregunta que queda en el aire es ¿cómo pasamos del tiempo del evento al tiempo del proceso? ¿Cómo hacemos para que la Marea arrastre y genere sedimento, para que no sea sólo espuma, para que tras su paso no queden  «cuatro lapas» como decía un cargo del PP? ¿Cómo tumbamos al gobierno y al sistema actual de partidos y avanzamos en el proceso democrático que ya está, irremediablemente, encima de la mesa?...” en definitiva: ¿y después de la Marea, qué?

sábado, 23 de febrero de 2013

LAS COOPERATIVAS INTEGRALES, UNA BUENA ALTERNATIVA PARA LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA

Aurea Social, espacio abierto de salud integral, forma parte de la Cooperativa Integral Catalana

Una Cooperativa Integral es una herramienta para construir contrapoder desde la base, partiendo de la autogestión, la autoorganización y la democracia directa, y que nos permite transitar del estado actual de dependencia de las estructuras del sistema, hacia un escenario de libertad con plena conciencia, libre de autoridad, y donde todo el mundo pueda desarrollarse en igualdad de condiciones y de oportunidades.
Es una propuesta constructiva de desobediencia y de autogestión generalizada para reconstruir la sociedad desde abajo (en todos los ámbitos y de manera integral) y recuperar las relaciones humanas afectivas, de proximidad y basadas en la confianza.
El primer modelo surge en Cataluña y comienza su andadura en mayo de 2010, cuando se hace la primera asamblea constituyente, y se define de esta manera:
Cooperativa, como proyecto que practica la autogestión económica y política con la participación igualitaria de sus miembros. También, porque toma legalmente esta forma jurídica.
Integral, para juntar todos los elementos básicos de una economía como son producción, consumo, financiación y moneda propia y, al mismo tiempo, porque quiere integrar todos los sectores de actividad necesarios para vivir: alimentación, vivienda, salud, educación, energía, transporte…
Más información en la web de la Cooperativa Integral Catalana:
Existe un espacio de confluencia e interacción de todas las iniciativas de cooperativas integrales, en la red social N-1:
https://n-1.cc/g/cooperativas-integrales+red-territorial-de-cooperativas-integrales


sábado, 16 de febrero de 2013

REPENSAR LA POLÍTICA



Desde la racionalidad democrática y desde el sentido común, desde el impulso conjunto de la razón y el deseo.

Margaret Tatcher ha dejado dicho que “la sociedad no existe, que lo que existen son los individuos, hombres y mujeres; que existen  las familias y el gobierno que trabaja con ellos, y que ellos se ocupan más que nada de sí mismos”, ¡cuánto fundamento tenía la Tatcher al afirmar ésto, qué bien supo resumir en estas frases la esencia del sistema político al que ha consagrado su larga vida! ¡Y cuántas veces habrá sido elogiado “su sentido práctico”, tantas veces refrendado por millones de electores!  

Retirada de la política y más que octogenaria, ahí sigue en pie, como un monumento vivo a la sinrazón de este mundo, superpoblado de individuos aislados, ayudados por los gobiernos en la ocupación de sí mismos, sobreviviendo al sinsentido de la propia vida. Sin Dios, sin Revolución, sin Sociedad,… ¿qué podemos hacer, sino dedicar nuestras cortas vidas a sobrevivir postmodernamente, en constante y patológica duda acerca del sentido de nuestras vidas?... pues lo que hacemos, que es vivir a la deriva, entregados a la  religión que nos queda, la del dinero, la de su ilusoria recompensa, al espectáculo que el consumo  nos procura, el que nos permite llenar el inmenso vacío dejado por la difunta sociedad, industrial y moderna, huérfanos, en gótico luto por sus anticuadas y universales creencias.

domingo, 10 de febrero de 2013

¿POR QUÉ LA SOCIEDAD NECESITA QUE EL ANARQUISMO SE ORGANICE?

El proyecto anarquista es la democracia global y comunitaria

A José María Olaizola.

La reflexión que sigue está provocada por dos artículos de  José María Olaizola, ex-secretario general de la CGT, con el título genérico “La necesidad de organizarse los anarquistas”, que han sido publicados en diferentes medios ácratas, suscitando una importante polémica en ese ámbito. No me interesan las cuestiones personales referidas a J.M.O., que se han mezclado, contaminando en buena medida el debate que éste histórico militante anarquista pretende promover; tampoco me interesan las peleas históricas e internas de las dos grandes organizaciones anarcosindicalistas, CNT y CGT. Yo no soy militante de ninguna de esas organizaciones y, por tanto, ni tengo fundamento, ni voluntad alguna de inmiscuirme en sus peleas. Lo que me interesa es el fondo de la cuestión, porque la necesidad social de organizar la emancipación me parece prioritaria a la que pudieran sentir los anarcosindicalistas.

Considero que el anarquismo es hoy el núcleo teórico fundamental del socialismo, resistente al liberalismo en medio de la continuada derrota del resto de la izquierda, socialdemócrata o marxista. Aún así, es el socialismo con menos presencia e inserción en la sociedad contemporánea, que no pasa de ser una facción marginal en el conjunto de la izquierda. La recurrencia de los últimos movimientos sociales a algunas ideas del anarquismo ("Que no nos representan, que no", "Lo llaman democracia y no lo es", etc) no es un dato fiable que nos permita deducir su recuperación, en medio de una sociedad en la que la clase trabajadora se halla culturalmente colonizada por el pensamiento liberal-capitalista. Pero esos indicios nos indican que existe  un sustrato libertario -popular y muy primario, es cierto-, pero es el rescoldo que nos señala la pervivencia del anarquismo, la materia prima del trabajo revolucionario que hay por delante.