domingo, 15 de diciembre de 2024
NUESTRA DISPERSIÓN FUNCIONA COMO UN SUMIDERO DE INÚTILES ESFUERZOS
viernes, 13 de diciembre de 2024
EL SIGLO...¿DEL POPULISMO, DEL TECNOFEUDALISMO?
Puede parecer algo exagerado calificar de populista al siglo en que estamos, cuando apenas ha transcurrido un cuarto de sus cien años, pero lo cierto es que por ahora todo apunta a que al menos las próximas décadas serán las del auge de los movimientos y partidos populistas/nacionalistas en la mayor parte de este convulso mundo.
Pero pienso que cometerá un inmenso error quien pretenda hacer un diagnóstico de la situación sin considerar que este auge responde a un "impulso propio", operado al interior del orden social dominante, y perfectamente imbricado en un profundo cambio sistémico que, como una metamorfosis radical, se está produciendo delante de nuestras narices, dirigiendo la política mundial hacia un tiempo "feudal", completamente distópico a mi entender, en el que la espectacularidad tecnológica presta su apariencia, para vestir de futuro a un viaje retro, que es de regreso a las relaciones de vasallaje y servidumbre que fueran la esencia del sistema feudal del Medievo.
La imagen que me sirve para ilustrar este texto es un escueto panel con la portada de algunos libros y algunas fotos de los autores, no muchos, dedicados hoy al análisis de los cambios profundos que se están produciendo en nuestro tiempo. A mi entender, populismo y tecnofeudalismo son los dos conceptos básicos a manejar en estos momentos decisivos. Mi propia teoría al respecto, resumida, es que los populismos/nacionalismos ahora en pleno auge, son solo la superficie aparente que invisibiliza la metamorfosis radical a la que antes me refería, la que el orden capitalista hegemónico está operando al interior de sí mismo. Es una transmutación que bien podemos visualizar como un viaje retro, de 180º, desde el orden capitalista "moderno" agotado por su propia globalización neoliberal, hacia un orden poscapitalista que de momento podemos denominar tecnofeudalismo, con el significado de un "reset hacia atrás", dirigido a restaurar el Estado-Nación-Tradicional en esta fase terminal de la posmodernidad capitalista, en modo hipertecnológico y feudal, con un Estado instrumental, de encuadramiento y control social, que no podrá ser sino totalitario al modo estatal-tradicional: religioso y monárquico, fundamentado en relaciones de vasallaje y servidumbre, en las que la "gleba" ahora es tecnológica y ocupa el sitio que tenía la tierra en el feudalismo.
“La revancha de las pasiones” es un libro del que es autor Pierre Hassner, un francés de origen judío-rumano especialista en relaciones internacionales, profesor de Sciences Po en París y de la Universidad Johns Hopkins en Bolonia. “Los que creen que los pueblos seguirán sus intereses antes que sus pasiones, no han entendido nada del siglo 20”, escribía Raymond Aron (“Los últimos años del siglo”, 1994)...”ni del 21”, agregaba Pierre Hassner (“La violencia y la paz. De la bomba atómica a la limpieza étnica”, 2006). Mientras que Friedrich Hegel afirmaba que “nada grande se consigue sin pasión” y Baruch Spinoza que “no se puede vencer una pasión si no es reemplazándola por otra -y muchas veces, lastimosamente, sin desanudar, como hacemos en las guerras, las pasiones agresivas que mantenemos reprimidas o sublimadas a través de eso que llamamos civilización”. Conviene aquí precisar que, para Spinoza, “civilización” viene a ser sinónimo de “Estado”: “el hombre que se guía por la razón es más libre en el Estado, donde vive según leyes que obligan a todos, que en la soledad donde sólo se obedece a sí mismo” (Spinoza, 1987, IV, Pr. LXXIII). Por lo que, según Hassner, no quedaría otra opción “que combatir a la vez el fanatismo y el escepticismo, a la vez que el aventurerismo y la pasividad, pues no hay otra vía que la alianza extraña, frágil y muchas veces conflictiva de la moderación y la pasión”.
A quienes a día de hoy todavía se consideran herederos del moderno pensamiento burgués-ilustrado en cualquiera de sus versiones (liberalismo, marxismo, anarquismo o fascismo), hay que recordarles una vez más que el Estado-Nación-Capitalista que ahora vemos en proceso de acelerada decadencia y autodisolución, está fundado sobre un
supuesto
“pacto social”, necesariamente imaginario (y ficticio por tanto), supuestamente suscrito entre una imaginaria y abstracta "sociedad nacional" (ese ente "Nación" que hay quien dice "ciudadanía")
y el aparato Estado, un "acuerdo" imaginario por el
que los súbditos integrantes de la Ciudadanía o Nación reciben la promesa de
protección y seguridad a cambio de sumisión al orden estatal. Decidme si ése pacto social "moderno" no es algo muy parecido al lazo medieval que mediante Fueros y Cartas Pueblas, vinculaba a Reyes y Señores (propietarios de la tierra, nobles y eclesiásticos) con las comunidades campesinas que así soportaban (y sostenían), sumisa y religiosamente al orden feudal a cambio de lo misma promesa, de protección y seguridad.
Así hemos visto cómo el sujeto político propio de la modernidad burguesa, ese democrático ente imaginario del “pueblo/nación”, durante tres siglos ha sido teatralmente colocado en el altar de una imaginaria Soberanía Popular, igual por demócratas que por totalitarios de todo pelaje. Pues bien, ese mismo Sistema-Mercado-Estado-Capitalista-Nacionalista es el que ahora se revuelve contra su propia deriva globalista, corrigiéndose a sí mismo en una pirueta de retorno a su casilla de salida, al orden feudal de partida, haciendo un reset hipertecnológico que solo podrá acabar en otro imaginario (uno más) "orden nuevo".
Por eso que, puestos a imaginar, ¿por qué no imaginar la posibilidad de otro mundo, uno que como mínimo fuera real?
Nota: Para entender lo que es el Tecnofeudalismo recomiendo este video elaborado por Claudio Alvarez Teran ( https://alvarezteran.com.ar/ ), que lo explica muy clarito, a partir del libro de Yanis Varoufakis "Tecnofeudalismo. El sigiloso sucesor del Capitalismo":