lunes, 6 de octubre de 2014

PASTORES, PERROS Y OVEJAS



Cuando se sustituye la realidad por su representación, la percepción de la misma se hace ambígua y confusa, estamos entonces en la sociedad del espectáculo, fundada en una patología que conocemos por paranoia. Consiste ésta en proyectar hacia el exterior -el mundo, los demás- las frustraciones y fantasías que no podemos explicar, las que nos resultan insoportables en nosotros mismos. El pensamiento paranoide es, pues, patológico, totalitario e incorregible, desprecia a priori todo otro pensamiento posible, sólo atiende a los datos que puedan confirmar su prejuicio de partida, su intención es rígida y unívoca, va exclusivamente dirigida a convertir ese prejuicio en convicción, quiere institucionalizar el espectáculo -la representación-, quiere normalizar la paranoia.

 

La mayor parte del tiempo, el pastor pasa desapercibido para las ovejas, acostumbradas al perro que determina su existencia diaria, creen que su condición de rebaño es sólo atribuible al perro que las agrupa y ordena; su rebelión, en caso de producirse, obedecerá al objetivo revolucionario de hacerse con el subalterno poder del perro. El perro piensa que debe su existencia al pastor que le alimenta, que su vida depende de su buen oficio con las ovejas y, por tanto, de su obediencia al pastor. A su vez, el pastor piensa que su existencia depende del buen funcionamiento de las ovejas y del perro, que si éstos no cumplen su función -las ovejas produciendo carne, los perros poniendo orden en el rebaño-, el desorden está servido y su propia existencia corre entonces peligro.

Este mismo planteamiento que acabo de hacer es paranoide, recurre a una trampa, a una fabulación con la que se pretende una interpretación interesada de la realidad social. Parte de una ficción que quiere pasar desapercibida, oculta tras un relato que hace una representación de la realidad social como si ésta fuera un rebaño. Una representación que con la costumbre acaba convirtiéndose en realidad, a pesar de que en ésta, pastores, perros y ovejas no seamos seres diferentes, sino que formamos parte de la misma especie, la humana. Pero lo que vemos no es esa realidad ontológica sino su representación, una sociedad humana organizada en clases o funciones preestablecidas, un prejuicio convertido en una convicción, esa que fundamenta la paranoia institucionalizada en la que vivimos atrapados, cada cual en su función, de oveja, perro o pastor.


No era deseable que los trabajadores tuvieran sentimientos políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias o aceptaran raciones más pequeñas. E incluso, cuando cundía entre ellos el desconcierto, era un desconcierto que no servía para nada porque, por carecer de ideas generales, concentraban su instinto de rebeldía en quejas sobre minucias de la vida corriente” (George Orwell, 1984) (*)

Hace unos días volví a ver la película “El asesinato de Carrero Blanco” (**), una representación (espectáculo) sobre lo realmente sucedido aquel 20 de diciembre de 1.973, en el que un comando de ETA mató al almirante designado por Franco como presidente de gobierno en junio de ese mismo año. El hecho real es la propia muerte del almirante y que ésta frustró los planes de sucesión y continuidad del franquismo genuino en el almirante asesinado, abriendo una ventana de posibilidad para la evolución del regimen totalitario hacia su “homologación” democrática a partir de la constitución de 1.978. Si con aquel atentado ETA se proponía un objetivo revolucionario, patriótico o independentista, es evidente que no lo alcanzó, pero sí puede decirse que aquella “operación ogro” fue muy útil al proyecto de “evolución democrática” del regimen franquista. No sería exagerado, pues, afirmar que la democracia española fundada en 1978 contrajo aquel 20 de diciembre una importante deuda histórica, tanto con el franquismo como con ETA.

La película introduce una interpretación de los hechos que lleva al espectador a la justificada sospecha de que los servicios de inteligencia USA apoyaron el plan de ETA sin que los miembros del comando etarra fueran conscientes de ello. Este planteamiento argumental no compromete el prestigio de ninguna de las partes: 1º) ETA no lo sabía y, por tanto, resulta inocente de aquella coincidencia estratégica con los intereses del imperialismo USA . 2º) De ser cierta la intervención de esos servicios de inteligencia, USA hizo un buen trabajo al servicio de la democracia española. 3) Y siendo así, las partes que pactaron la nueva democracia española, tanto el franquismo aperturista como la izquierda titular del republicanismo en el exilio, pasaban a compartir el mérito histórico consistente en “devolver la democracia al sufrido pueblo español”. 
 

Tanto si los hechos que narra la película son ciertos como si no, ello es irrelevante para las consecuencias reales derivadas de los mismos. Da igual que sean falsos o verdaderos, da igual que haya versiones opuestas y contradictorias, porque más que los hechos en sí (aquello que podríamos llamar realidad), lo que se convierte en histórico y en trascendente por tanto, es su relato desde el poder, su representación...¡una y otra vez la política como espectáculo-ficción, como sucedáneo de la realidad!


La alienación y la opresión en la sociedad no pueden ser mantenidas en ninguna de sus variantes, sino únicamente rechazadas en bloque con esa misma sociedad. Todo progreso real queda evidentemente suspendido hasta la solución revolucionaria de la crisis multiforme del presente” (Extracto del manifiesto de la Internacional Situacionista, 1.960)


Ahora me acaban de llegar unos vídeos (***) sobre el congreso inaugural de la Plataforma del Siglo XXI, celebrado el 27 de noviembre de 2010 en el Ateneo de Madrid. La noticia fue recogida en la prensa española como “el lanzamiento de un movimiento ciudadano similar al Tea Party norteamericano”. Sus principales convocantes fueron el Club Liberal Español y Plataforma Cívica Ciudadana. Por ejemplo, el diario El Mundo decía en su edición del 7 de noviembre: Margarita Rabassa, del Club Liberal Español, ha explicado que el objetivo de este encuentro es promover un manifiesto de trabajo y organizar un movimiento que empiece a luchar contra lo que está sucediendo. En parecidos términos se ha expresado uno de los responsables de su difusión por Internet y promotor del llamado movimiento masby, Juan Vicente Santacreu, quien ha explicado que se trata de un movimiento contestatario que quiere canalizar el creciente enfado de la sociedad con la clase política. Según ha precisado, no son un partido político sino un movimiento ciudadano que pretende sumar fuerzas y unificar sinergias, proyectando la voz libre del ciudadano. Queremos plantarle cara a los políticos y que los políticos miren hacia abajo, ha manifestado”. 

Como se dice en uno de los vídeos, así “nace la mayor rebelión cívica de nuestra historia: la sociedad civil se une contra la casta política en defensa de la democracia, la libertad y la unidad de España.” Unos días antes, el 15 de noviembre de 2010, Eduardo Sierra (mantenido en el ministerio de defensa por los sucesivos gobiernos de UCD, PSOE y PP) y actualmente presidente de la fundación Everis (una de las organizaciones promotoras de la Plataforma Cívica Ciudadana) entregó al rey un informe llamado “Transforma España”, firmado por 100 empresarios y “expertos”. Entre los empresarios estaban los de BBVA, Banco Santander, La Caixa, Grupo PRISA, Vocento, Repsol, CEPSA, Telefónica, Bankinter, MAPFRE, Barclays, Inditex, etc y entre los expertos destaca el mediático  Eduardo Punset, quien fuera economista del FMI, director económico de la edición latinoamericana de The Economist y que así se dirigiera al 15M: “muchas gracias por mantener viva una esperanza que llevamos cultivando...que estamos esperando...desde hace mucho tiempo.”

Todo parece indicar que asistimos a una creíble operación de ingeniería social, de largo alcance y diseñada por los pastores del sistema para la regeneración de la industria ganadera, ahora sumida en una profunda crisis multiforme. 
Según esta interpretación de los hechos, Democracia Real Ya, convocante del 15M, sería el primer perro nuevo puesto en escena para reunir a las ovejas en la plaza del Sol de Madrid y, por contagio, en otras muchas plazas de pueblos y ciudades (...y allí acudimos las indignadas ovejas). El objetivo de DRY sería reformular el nuevo partido de la Izquierda Capitalista, el que habría de relevar a PSOE e IU, pero se vieron desbordados por un movimiento social expontáneo, una amalgama de corrientes ideológicas, entre las que primaba una confusa multitud de primitivo instinto anarcoide, pero carente de teoría y práctica revolucionaria. Había que terminar con aquello y en eso consistía la siguiente fase, la operación 25s y el movimiento “Toma el Congreso”, cuyo objetivo exclusivo sería el de convocar manifestaciones diseñadas para el fracaso.


En 2013 comenzaría la fase en la que, mediante una profusa campaña mediática, se lanzaron diferentes propuestas de frente cívico y unidad popular, en torno a la idea “regeneracionista-constituyente”. Llegan las elecciones al parlamento europeo en las que la abstención supone la mayoría del censo (54,16%), gana el PP con una representación del 11,73%, pero el vencedor real resulta Podemos con un 3,59% de los votos. El plan consistiría en dar paso a un nuevo gobierno populista de izquierdas y a un nuevo periodo constituyente, como salida más conveniente a la crisis, a la consolidación del Capital y el Estado, al insignificante precio de sacrificar para ello a la gastada clase política surgida de la Transición. 

Como sucediera con la “operación ogro”, me da igual que esta interpretación sea o no producto de una paranoia, que sea un relato falso o verdadero. Lo que me parece sustancial es que el espectáculo tenga garantizado el éxito de antemano, ya que seguiremos “actuando” cada cual en el papel asignado -como pastores, perros y ovejas-, esa es la paranoica realidad: la sociedad de la representación, del espectáculo.




Referencias: 

(*) La sociedad del espectáculo, de Guy Debord.

(**)  El asesinato de Carrero Blanco, película

(***) Génesis del 15M (de "15mnomerepresenta")

 

 




 

 

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