miércoles, 4 de enero de 2012

UN POEMA DE KREMA




El  ku(nst) ku(ltur) projekt  es  el proyecto de arte colectivo y contemporáneo que impulsan Andrea Milde y Juanjo Sanchez. El primer día de enero celebramos la llegada del año nuevo con  la cuarta kuku-aktion, en un día gélido, ventoso y con niebla, que no fue suficiente para estropearnos un magnífico encuentro festivo y creativo junto al andén solitario del ferrocarril de la FEVE, en Cillamayor, Montaña Palentina. Construimos un laberinto de fuego sobre un terraplén de escombros de carbón, muy cerca del depósito de agua de la estación. Recién hecho el laberinto pasó el tren de León que iba hacia Bilbao. El laberinto era de fuego porque lo hicimos con cerillas, más de dos mil, pinadas sobre una hilera de barro que seguía el trazo del laberinto. La niebla humedeció los fósforos y el viento ayudó a que el sendero no prendiera, aunque por puro pundonor conseguimos hacer una hoguera en la que se quemaron todos los fósforos, justo a la hora en que llegaba el tren de Bilbao, con las luces encendidas, camino de León.
Cada uno de los que allí estuvimos había traído una caja grande de cerillas, libremente decorada, que contenía un pequeño regalo. Revueltas en un saco, cada cual cogió una caja. A mí me correspondió una que contenía una pequeña acuarela de un paisaje, junto con un poco de tierra, unas semillas y un brote de aloe. A quien la hiciera, muchas gracias por su regalo. Tampoco sé quien recibió mi caja, decorada con el papel de un polvorón de La Estepa y que contenía eso, un polvorón de palabras  dulces, mi versión de un poema-regalo, ¡que te aprovechen, amigo o amiga, quien quiera que seas!:
  

Blancos son los campos
Como los blancos prados como el  azúcar blanco

De azúcar  son las empinadas cuestas
Con sus pequeñas rectas con sus revueltas
Blancas como las rayas de las carreteras

De azúcar  son las señales de tráfico y las cunetas
Las pequeñas aldeas y  sus ermitas de azúcar
Son como los paisanos y  las feligresas

De azúcar son como la escarchada fruta
Como los umbríos bosques de helechos
Donde habitan las hadas de regaliz y los ciervos de caramelo

Dulce  es la mañana que se quiebra y se acurruca
Del frío entre algodones y entre las sábanas dulces y entre los dulces sueños

De azúcar son las estaciones y los andenes y sus relojes
Como los baúles y los billetes de las consignas y de los trenes
Como las dulces piruletas de los ambulantes vendedores
Como la gorra y el bigote de los revisores

Allí donde se fabrican los adioses
Donde se glasean y espolvorean con canela y lagrimones
Envueltos en pañuelos blancos en vano voladores

De azúcar pues con sabor a limón y a fresa
Son los carámbanos que caen de los tejados
De naranja y horchata fresca

Se  llenan  las eras de dulces hierbas
Llueven aníses y yogures de frambuesa
Chorrean  natillas y  tocinillos de los cielos
Bollos dulces en grandes cestas que escurren por  los aleros
Que colman las hidrográficas cuencas
Sumergidas en una cósmica sopa de almendras
Con todas las provincias subterráneas de los topos de los huertos

Como dulces algodones de feria   
Mapamundis las nubes blancas y blanditas de requesón
Terráqueos buñuelos en manos de niñas pequeñas y regordetas
Siderales abisinios de crema las nubes son

Por fin de nata y merengue son también las altas cumbres
Son los roquedos  albos los valles cóncavos de mi patria chica por fin
Son de chocolate por fin los tiernos prados  las vacas y sus ubres
Y la comarca entera se ha vuelto suave  blandita muy dulce
Por fin

Por eso debe ser que hoy es año nuevo todavía  
Que estrenamos el mundo y que por eso estamos aquí
Compartiendo el postre dulce de la vida
Por fin









1 comentario:

andrea dijo...

Hola Fernan, pues la tuya viajará hasta Noruega y de ahí a Centroamérica, pues la sacó Lea del saco para su compañera Katu que dejó una aquí antes de irse. Ya ves viajera será!!!

Gracias miles por vuestro aguante!!

Nos vemos en la próxima! Andrea