martes, 17 de mayo de 2011

15-M, UN PASO MÁS

Cabeza de la manifestación del 15-M en Valladolid

Estuve en la manifestación del 15-M en Valladolid. Cuando llegamos a la Acera de Recoletos, quince minutos antes de las seis de la tarde, bajo un sol de verdadero mayo castellano, había poca gente concentrada. En aquel momento pensé que la manifestación podía ser un fracaso. Comentaban algunas personas que en el camino se habían cruzado con una riada humana que iba en dirección a la plaza de toros, donde estaba convocado un mítin del Partido Popular... Al poco, aquello se fue animando y empezó a llegar gente, de modo que iniciamos la manifestación con la participación de un número importante de personas, suficientes para salvar la convocatoria, realizada exclusivamente desde internet. Me gustó ver tanta gente joven, no me gustó mucho la organización, que podía haber sido más eficiente, por ejemplo, con una mejor megafonía; casi nadie se enteró de las intervenciones que se produjeron al final de la manifestación, en la plaza de Fuente Dorada. Salvando nuestro profundo  agradecimiento a todas las personas que han participado en la organización, es importante ser autocríticos, porque es normal que este tipo de convocatorias sean muy pobres en medios, pero eso no justifica ser cutres. 

El caso es que he participado con entusiasmo y me ha sido gratificante ver tanta gente joven que se rebela ante la situación política actual, ante esta pésima democracia que padecemos. Pasada la manifestación y dado el relativo éxito de la misma, es muy importante la reflexión al respecto. Creo que ésto ha sido sólo un aviso, el chispazo de un movimiento de rebeldía cívica, que puede prender y ser fértil para el futuro si es capaz de generar una verdadera alternativa  democrática al  sistema capitalista. De momento, vemos con esperanza que el acto de rebeldía colectiva tiene su continuidad en múltiples acampadas permanentes que se están prodigando en varias ciudades. El sitio web de KAOS EN LA RED está haciendo un seguimiento de las noticias al respecto.

Mi  participación en la campaña electoral, con un colectivo cívico, municipal y autónomo,  apoyado por IU, apenas me deja respiro para reflexionar sobre la enorme y rápida sucesión de noticias que se suceden. Pero dos cosas si que tengo muy claras: este movimiento del 15-M es un símbolo de esperanza, que hay que cuidar y alimentar adecuadamente, para que no sea, una vez más, digerido por el sistema y, por tanto, anulada su potencialidad de cambio real en la dirección de una democracia real. En este sentido, estoy plenamente de acuerdo con la reflexión que sobre las manifestaciones del 15-M ha hecho el GRUPO DE ACCIÓN DE DEMOCRACIA INCLUSIVA de Cataluña, con cuya posición política  me identifico amplia y sustancialmente. Recomiendo así mismo la lectura del artículo “Las indignadas y los indignados reaccionan”, firmado por Carlos Martínez en REBELIÓN.  


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