domingo, 5 de diciembre de 2010

FABRICA DE LUZ


Habíamos dado un paseo por Barrio de Santa María y visitado su Centro de Interpretación de la Cigüeña Blanca, luego subimos hasta el pinar de Peña Cutral, situado al norte del pueblo, allí buscamos setas en vano, y cuando ya regresábamos sobre nuestros pasos, como aún era pronto, decidimos dar una vuelta y explorar desde allí la bajada hasta el pantano.




Barrio de Santa María y Centro de Interpretación de la Cigüeña Blanca


Cogimos un terreno que descendía, como un vallejo a medio hacer, que nos condujo a un lugar hermoso, a un mirador sobre las hoces del pantano; allá abajo, en su margen derecha, nos esperaba una sorpresa: las ruinas de un molino que nunca habíamos visto, quizá porque nunca habíamos estado por aquí con las aguas  del pantano tan bajas. Hasta allá que bajamos, reconociendo el terreno a medida que perdíamos altura; aguas abajo estaba el puente medieval de Villanueva del Río, que visitamos casi todos los años, a punto de desmoronarse, junto a las caídas paredes de las casas del pueblo. 

Sentimos una alegría inmensa por el descubrimiento, sobre todo cuando llegamos junto al molino y pudimos admirar su bella y superviviente arquitectura, sus buenas hechuras de resistentes sillares, el amplio cuérnago que lo traspasaba a través de tres arcadas perfectas, de medio punto, por las que corría antaño el agua, la piedra del molino, alguna ventana…

Al día siguiente, se lo contamos a un vecino de la cercana Villanueva de la Torre, que nos dijo que aquél molino era conocido como la “fábrica de luz”, porque  en sus últimos tiempos, producía electricidad y abastecía a algunos pueblos  próximos a Villanueva del Río. Nos pusimos a averiguar más cosas y supimos que en 1963, cuando finalizaron las obras del pantano de Aguilar de Campoo, éste anegó las tierras y caseríos de los pueblos de Cenera de Zalima, Villanueva del Río, Quintanilla de la Berzosa y Frontada. Que sus pobladores se fueron a vivir a Aguilar mayoritariamente y que muchos de ellos vienen aquí cuando la bajada del nivel de las aguas deja ver lo que queda de sus recuerdos. 








Villanueva del Río también tenía una hermosa ermita románica, construida en el siglo XI y dedicada a San Juan Bautista, que fue salvada de las aguas en 1972, siendo trasladada a un jardín de la capital, llamado La Huerta de Guadián, donde fue reconstruida y reinaugurada en 1980.  
En fin, que da penita ir por esta parte del pantano cuando bajan tanto las aguas. ¡Pero es tan bonito!  

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